Los medicamentos son tan buenos como la angioplastia para tratar la enfermedad cardiaca estable

Un estudio reciente no encuentra diferencias en los índices de mortalidad o de ataque cardiaco

LUNES 26 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Una terapia agresiva con medicamentos parece ser igual de buena que la angioplastia para los pacientes con enfermedad cardiaca estable, encuentra un nuevo estudio.

"Es una noticia realmente buena para los pacientes", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. William E. Boden, profesor de medicina y salud pública en la Facultad de medicina y ciencias biomédicas de la Universidad de Buffalo. "Tenemos más opciones de tratamiento para los pacientes de lo que pensábamos".

Desde hace tiempo, existe la creencia de que los pacientes con enfermedad cardiaca estable crónica necesitan una angioplastia o una cirugía de derivación cardiaca, apuntó Boden. "Se ha aceptado como verdadera la suposición no comprobada de que los pacientes deben someterse a algún tipo de procedimiento de revascularización", dijo.

Los pacientes con enfermedad cardiaca estable conforman alrededor de las tres cuartas partes de todos los pacientes que se someten a angioplastia y que reciben endoprótesis vascular en los Estados Unidos, señaló Boden. La angioplastia es un procedimiento médico que utiliza un balón para abrir los vasos sanguíneos estrechos u obstruidos del corazón. Normalmente, durante el procedimiento se coloca una endoprótesis vascular (una malla tubular) para mantener el vaso sanguíneo abierto.

"Lo que el ensayo de Evaluación de resultados clínicos del uso de revascularización y medicamento agresivos (COURAGE, por su sigla en inglés) nos dice es que una terapia médica óptima [medicamentos], cuando se combina con cambios en el estilo de vida, parece ser igual de buena que la angioplastia y la terapia médica óptima combinadas", aseguró Boden.

Los resultados del estudio se presentaron el lunes en la reunión anual del American College of Cardiology, en Nueva Orleáns, y también serán publicados en la edición del 12 de abril del New England Journal of Medicine.

Para el estudio, el grupo de COURAGE asignó aleatoriamente a casi 2,300 pacientes con enfermedad cardiaca significativa pero estable a uno de dos regímenes de tratamiento en 50 centros estadounidenses y canadienses. El primer grupo sólo recibió terapia con medicamentos, mientras que el segundo recibió la terapia con medicamentos y angioplastia. En el segundo grupo, el 94 por ciento también recibió por lo menos una endoprótesis vascular.

Durante un seguimiento de dos a siete años, los investigadores evaluaron la incidencia de ataque cardiaco o muerte. Encontraron que 211 personas (19 por ciento) en el grupo de la angioplastia habían muerto o sufrido un ataque cardiaco, frente a 202 personas (18.5 por ciento) en el grupo que recibió sólo tratamiento con medicamentos.

Tampoco hubo diferencias significativas entre los pacientes que recibieron angioplastia y los que recibieron sólo terapia de medicamentos en cuanto a los índices de muerte, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular u hospitalización por síndrome coronario agudo (20.0 por ciento frente a 19.5 por ciento), o sólo ataque cardiaco (13.2 por ciento frente a 12.3 por ciento).

Según el equipo de Boden, el único beneficio de la angioplastia fue que reducía el dolor de pecho a largo plazo en comparación con la terapia de medicamentos sola.

Alrededor del 30 por ciento de los pacientes que recibieron sólo la terapia de medicamentos se sometieron eventualmente a una angioplastia porque sus síntomas no podían manejarse con el uso exclusivo de medicamentos. Además, alrededor del 21 por ciento de los pacientes que recibieron endoprótesis vasculares necesitaron someterse a otro procedimiento, señaló Boden.

En base a estos hallazgos, Boden considera que la terapia con medicamentos debe intentarse como tratamiento de primera línea para los pacientes con enfermedad cardiaca estable. "Espero que los médicos tengan el valor de considerar la terapia médica como una opción viable", expresó.

Sin embargo, Boden no cree que el uso inicial de terapia de medicamentos sola reducirá el número de angioplastias que se llevan a cabo. "Lo que podría hacer es retrasar el momento de la angioplastia", apuntó.

"Como estrategia inicial, la terapia médica es un método que se puede defender", añadió Boden. "No deberíamos seguir considerando que pone al paciente en peligro o que es una estrategia inferior de tratamiento".

El ensayo COURAGE fue patrocinado por la Oficina de investigación y desarrollo del Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE.UU. y los Institutos de investigación de salud de Canadá, así como subvenciones de investigación de una variedad de importantes compañías farmacéuticas.

Los fabricantes de endoprótesis vasculares y los médicos que apoyan su uso criticaron el estudio, afirmando que su diseño hacía que estuviera "destinado a fallar", según informes publicados.

Dirigiéndose a algunas inquietudes de los críticos, incluyendo el hecho de que el ensayo no incluyó endoprótesis recubiertas con medicamentos, Boden afirmó en una conferencia de prensa en la reunión del lunes por la tarde que esas endoprótesis no estaban disponibles al inicio del ensayo.

"Nos hubiera encantado usarlas", señaló. "Pero no hay ni una pizca de evidencia científica que apoye el hecho de que las endoprótesis liberadoras de fármacos sean superiores a las de metal, en cuanto a la reducción de la mortalidad o el ataque cardiaco. Usar endoprótesis liberadoras de fármacos no hubiera marcado la diferencia en el punto final primario. Tal vez hubiera resultado en menos revascularizaciones".

Una experta concurrió en que la terapia con medicamentos es una opción inicial viable para la mayoría de pacientes con enfermedad cardiaca estable.

"La terapia médica intensiva para reducir los factores de riesgo dramáticamente, como reducir el colesterol malo y aumentar el bueno, se asoció con resultados que eran similares cuando la misma terapia se usaba y se añadía angioplastia", afirmó la Dra. Judith S. Hochman, profesora de cardiología en la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York, y autora de un editorial acompañante en la revista.

"No hubo beneficios adicionales de la angioplastia, más allá de lo que se ha desarrollado para ser una excelente terapia médica", añadió.

Hochman señaló que el hecho de que muchos pacientes tuvieran reducciones en el dolor de pecho con sólo terapia de medicamentos fue sorprendente. "Muchos pacientes se liberaron de la angina", dijo. "Aunque la angioplastia fue mejor para el alivio de los síntomas, no fue mejor para prevenir la muerte o el ataque cardiaco".

Sin embargo, Hochman anotó que si una persona está sufriendo un ataque cardiaco, la angioplastia sigue siendo el tratamiento apropiado. "Si se está teniendo un síndrome inestable de alto riesgo, la angioplastia es muy efectiva para reducir las probabilidades de morir", afirmó.

Pero para los pacientes con enfermedad cardiaca estable, Hochman considera que el primer método de atención deberían ser los medicamentos. "Lo indicado es realizar un ensayo de terapia médica intensiva sin angioplastia, para ver cómo responden los medicamentos", sugirió.

Hochman señaló que la angioplastia debería estar reservada para aquellos pacientes cuyos síntomas continúen. "Si se tiene demasiada angina para hacer las actividades que se desean, a pesar de una prueba con terapia médica intensiva, entonces la angioplastia es una buena opción", concluyó.

Más información

Para más información sobre la enfermedad cardiaca, diríjase a la U.S. National Library of Medicine.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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