A veces el corazón puede curarse a sí mismo

Informe señala que dispositivo implantado fue extraído sin contratiempos en 32 pacientes potenciales de trasplantes

LUNES 29 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- El equivalente a un milagro puede ocurrir en algunas personas con insuficiencia cardiaca tan severa que se les implanta una bomba a fin de mantenerles con vida el tiempo suficiente para un trasplante, informan cardiólogos alemanes.

En ocasiones el corazón simplemente mejora y se vuelve más fuerte de manera que se pueda extraer el dispositivo implantado por lo que la realización del transplante ya no es necesaria, plantean médicos del Deutsches Herzzentrum en Berlín.

La bomba implantada es un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (LVAD, por sus siglas en inglés) que se introduce en el abdomen para mantener el flujo sanguíneo cuando el corazón ya no puede hacer su trabajo correctamente.

Habitualmente, el LVAD sólo se extrae después de un trasplante de corazón. Pero a 32 personas con la forma más severa de insuficiencia cardiaca, cardiomiopatía dilatada idiopática, se les extrajo la bomba y han mejorado considerablemente, señala el informe.

Y la recuperación parece ser indefinidamente larga, dijo el Dr. Michael Dandel, cardiólogo y autor principal del informe. "Incluso 10 años no parecen ser el límite máximo", destacó. "Nuestros primeros tres pacientes dados de alta aún se mantienen asintomáticos y no muestran alteración de la función cardiaca tras 10 años".

Estos hallazgos aparecen en la edición del 30 de agosto de Circulation.

La dolencia que conduce a la implantación de un LVAD implica un agrandamiento anormal del ventrículo izquierdo del corazón, que bombea sangre al cuerpo. Pero a veces existe una reducción sorprendente en el tamaño del corazón luego de la implantación del dispositivo.

No hay manera de afirmar por adelantado qué pacientes estarán lo suficientemente en forma como para someterse a una extracción del LVAD, plantea el informe. La respuesta procede de una vigilancia continua a través de exámenes con ultrasonidos.

El criterio primario para determinar si el dispositivo puede ser extraído sin dificultad debe ser una función cardiaca satisfactoria cuando el LVAD sea apagado temporalmente; insuficiencia cardiaca con una duración no superior a los cinco años; ritmo cardiaco normal; presión arterial normal; y la ausencia de problemas severos en la válvula del corazón, agrega el informe.

El Dr. Michael K. Banbury, cirujano cardiaco de la Cleveland Clinic Foundation, cuyo trabajo comprende la implantación de LVAD, dijo que ha observado lo mismo en algunos de sus pacientes, y que otros centros cardiacos en los Estados Unidos han reportado incidentes similares.

"Pero tienen un gran número de pacientes", dijo Banbury del informe alemán. "Treinta y dos pacientes con cardiomiopatía dilatada. Ésa es posiblemente la serie más grande nunca antes reportada".

Banbury se permite dudar con relación a la valoración del informe. "Ellos [los médicos alemanes] no hicieron nada en particular para hacer que los pacientes fueran elegibles" para el estudio, expresó. "Esto nos hace cuestionar qué tan enfermos estaban".

Aún así, el informe ofrece cierto consuelo para los pacientes con insuficiencia cardiaca a los que han dicho que su supervivencia depende de un trasplante, explicó Banbury. "La esperanza es lo último que se pierde", agregó.

Y con relación a cuáles pacientes se les podrá extraer los LVAD sin complicaciones, Banbury agregó que "un poco de suerte nunca viene mal".

Más información

Para obtener más información sobre la cardiomiopatía dilatada, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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