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El matrimonio podría hacer que la enfermedad cardiaca sea un poco menos peligrosa

MIÉRCOLES, 20 de diciembre de 2017 (HealthDay News) -- En igualdad de condiciones, un paciente cardiaco que no está casado podría enfrentarse a un riesgo más alto de morir que uno casado, sugiere una nueva investigación.

Tras revisar los datos de un periodo de cuatro años de más de 6,000 pacientes cardiacos, los investigadores determinaron que no estar casado parece aumentar el riesgo de morir no solo de enfermedad cardiovascular, sino de morir por cualquier causa.

"En comparación con los sujetos casados, no estar casado se asoció con un aumento del 45 por ciento en el riesgo de fallecer [de enfermedad cardiaca], incluso tras tomar en cuenta diferencias en los factores de riesgo, la gravedad de la enfermedad, el uso de fármacos y los factores socioeconómicos", señaló el coautor del estudio, el Dr. Arshed Quyyumi.

Quyyumi es profesor de medicina en la división de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta.

Quyyumi anotó que este es el primer estudio en observar a pacientes de enfermedad cardiaca a lo largo de una amplia variedad de categorías de relaciones, incluyendo los que nunca se habían casado, los divorciados o separados, y los viudos.

Eso significa que el equipo solo puede ofrecer "explicaciones potenciales" para los hallazgos del estudio. Un motivo es que el estudio solo encontró una asociación entre unas tasas más altas de mortalidad y los pacientes cardiacos, no una conexión de causa y efecto.

Pero Quyyumi apuntó a una posible falta de respaldo social entre los pacientes solteros, además de un aumento en el estrés y la depresión, y un peor seguimiento de los regímenes farmacológicos y de las opciones de un estilo de vida saludable, como explicaciones de los hallazgos.

Quyyumi y sus colaboradores reportaron los hallazgos en la edición del 20 de diciembre de la revista Journal of the American Heart Association.

Los pacientes participantes tenían una edad promedio de 63 años, y todos se sometían a tratamiento para una enfermedad cardiaca en un centro de atención médica de la Emory.

Unas tres cuartas partes eran hombres, y más o menos una cuarta parte eran negros. Una encuesta completada reveló que entre los participantes, las mujeres negras eran más propensas a no estar casadas. También indicó que los pacientes no casados eran más propensos a tener problemas con la hipertensión, la insuficiencia cardiaca y/o el colesterol alto.

Durante el estudio de casi cuatro años de duración, poco más de 1,000 de los pacientes fallecieron.

Al final, los investigadores encontraron que no estar casado pareció aumentar el riesgo de fallecer por cualquier causa en un 24 por ciento, en comparación con los pacientes de enfermedad cardiaca casados. También se enfrentaban a un riesgo un 52 por ciento más alto de fallecer debido a muerte cardiovascular o ataque cardiaco.

Al explorar con mayor profundidad, los investigadores observaron que el riesgo de morir por causas cardiovasculares o un ataque cardiaco aumentó en más o menos un 40 por ciento entre los que nunca habían estado casados y entre los que estaban divorciados o separados, frente a sus pares casados.

El aumento en el riesgo fue incluso más alto entre los viudos: de un 71 por ciento, frente a los pacientes que seguían casados. Ese aumento en el riesgo de morir fue particularmente notable entre los pacientes menores de 65 años, añadió Quyyumi.

Los hallazgos sugieren que tal vez haya que tomar en cuenta el estado civil al atender a los pacientes cardiacos, planteó.

Pero Quyyumi advirtió que el estudio no exploró el riesgo de muerte entre los pacientes cardiacos no casados que estaban en una relación, o que quizá incluso vivían con la pareja. Y agregó que dado que el estudio solo inscribió a pacientes a quienes se atendía en un solo centro médico, quizá sea difícil sacar demasiadas conclusiones a partir de los hallazgos.

Los hallazgos resultaron algo sorprendentes para el Dr. Vincent Bufalino, director y vicepresidente principal de Advocate Health Care en Naperville, Illinois.

"Sin duda provocan reflexión", dijo. "Y sugieren que quizá haya algo sobre la experiencia vital de los pacientes no casados que es distinto que la de sus pares casados".

Bufalino anotó que aún está por explorarse exactamente de qué se trata. Pero apuntó al aumento en el estrés que podrían afrontar los pacientes no casados.

"Manejar la vida, las finanzas, las responsabilidad de los hijos y de los padres, cualquier factor de estrés que afronten estas personas, es difícil en sí", dijo Bufalino, que no participó en el estudio.

"Cuando se tiene una pareja, como mínimo algo de eso se difumina y comparte. Claro, en realidad aun no comprendemos la conexión directa entre el estrés y la enfermedad cardiovascular", dijo Bufalino. "Pero el hecho de que hay una asociación está claro, y este hallazgo podría ser otro ejemplo que lo respalde".

Otra experta en el corazón se mostró de acuerdo.

"Tiene sentido para mí", dijo la Dra. Sana Al-Khatib, profesora de medicina en la división de cardiología y electrofisiología de la Universidad de Duke. "Contar con un respaldo social podría aliviar parte del estrés al que se enfrentan los pacientes [con enfermedad cardiaca]".

"Un cónyuge también podría ayudar a los pacientes a prestar más atención a su salud, recordarles que tomen sus medicamentos, que cumplan con un estilo de vida y una dieta saludables, y que sean fuertes al enfrentarse a su enfermedad", añadió Al-Khatib. "Será importante ver si estos resultados se pueden replicar, quizá en otro estudio en centros múltiples".

Más información

Para más información acerca de la enfermedad cardiaca, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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