Una tolerancia alta al dolor se vincula con un riesgo de ataque cardiaco 'silencioso'

Los síntomas inusuales incluyen dolor en la parte alta de la espalda o en la mandíbula, falta de aire y náuseas, señala una cardióloga
woman gets physical exam
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MIÉRCOLES, 21 de diciembre de 2016 (HealthDay News) -- Las personas que son menos sensibles al dolor podrían estar en un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco "silencioso", insinúa un nuevo estudio.

El dolor de pecho es uno de los síntomas "clásicos" de un ataque cardiaco. Pero muchas personas sufren los llamados ataques cardiacos silenciosos, en que no notan síntomas obvios.

"Casi todo el mundo sabe lo que es un ataque cardiaco. Cuando oímos hablar del tema, pensamos en un dolor de pecho y en atención médica [de emergencia]", comentó la Dra. Andrea Ohrn, investigadora líder del nuevo estudio.

"Pero lo que es menos conocido es que muchas personas experimentan ataques cardiacos sin saberlo, sin nunca recibir un diagnóstico", dijo Ohrn, miembro de la Universidad de Tromso, en Noruega.

Nadie sabe el motivo. Pero los nuevos hallazgos sugieren que la tolerancia al dolor podría ser un factor.

Mediante el uso de una prueba estándar de sensibilidad al dolor, el equipo de Ohrn encontró que las personas que habían tenido un ataque cardiaco silencioso en el pasado por lo general tenían una tolerancia al dolor más alta que las personas que buscaron tratamiento por síntomas cardiacos.

Cuando los investigadores indagaron con mayor profundidad, la conexión pareció ser más firme en las mujeres que en los hombres.

Ese es un hallazgo interesante, pero todavía no está claro cómo interpretarlo, dijo la Dra. Nieca Goldberg, directora médica del Programa Cardiaco de las Mujeres del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

Según Goldberg, el mensaje principal es que las personas deben conocer los síntomas "atípicos" del ataque cardiaco.

Incluyen dolor en la parte superior de la espalda o en la mandíbula, falta de aire, náuseas y una presión parecida a la acidez en el abdomen superior.

"Debemos tener más cuidado y enseñar a la gente que el dolor de pecho no es el único síntoma de un ataque cardiaco", comentó Goldberg, que no participó en el estudio.

Los hallazgos, publicados el 21 de diciembre en la revista Journal of the American Heart Association, provinieron de un estudio de salud a largo plazo de personas que viven en Tromso, Noruega.

Una de las visitas del estudio incluyó una prueba estándar de sensibilidad al dolor en que las personas meten una mano en agua fría durante todo el tiempo que pueden aguantar, hasta dos minutos.

En la próxima visita del estudio, los pacientes se sometieron a electrocardiogramas, que pueden detectar señales de un ataque cardiaco anterior, aunque no se haya reconocido en el momento en que se produjo.

De más de 4,800 adultos que recibieron ambas pruebas, resultó que un 8 por ciento había sufrido un ataque cardiaco silencioso en el pasado. Poco menos de un 5 por ciento habían sido diagnosticados con un ataque cardiaco en algún momento.

Cuando los investigadores compararon ambos grupos, encontraron que las personas que sufrieron un ataque cardiaco silencioso tenían, en promedio, una mayor tolerancia al dolor.

Es posible que las personas que toleran el dolor inducido por el frío también sean menos sensibles al dolor provocado por una reducción del flujo sanguíneo al corazón, señaló Ohrn.

Pero, apuntó Goldberg, no está claro con qué frecuencia los ataques cardiacos "silenciosos" de verdad no provocaron dolor u otros síntomas. Algunas personas quizá simplemente no se hayan dado cuenta de la gravedad de sus síntomas y decidieron aguantarlos en lugar de buscar ayuda.

Hubo diferencias entre los hombres y las mujeres en el estudio. En general, más hombres que mujeres habían sufrido un ataque cardiaco: un 19 por ciento frente a un 7 por ciento de las mujeres.

Pero los ataques cardiacos silenciosos conformaron tres cuartas partes de todos los ataques cardiacos de las mujeres, frente a un 58 por ciento entre los hombres.

Según el equipo de Ohrn, eso concuerda con estudios anteriores. Las mujeres son más propensas que los hombres a tener síntomas atípicos de ataque cardiaco, y es más probable que sus ataques cardiacos no se diagnostiquen.

No está claro cómo la sensibilidad al dolor encaja en este panorama.

En este estudio, las mujeres en general tenían menos tolerancia al dolor que los hombres. Pero la conexión entre una mayor tolerancia al dolor y un ataque cardiaco silencioso fue más firme en las mujeres que en los hombres.

Ohrn dijo que es posible que las mujeres con ataques cardiacos diagnosticados tengan síntomas particularmente graves. "Quizá 'se necesiten más' síntomas para que una mujer reconozca que está sufriendo un ataque cardiaco", especuló.

Según Ohrn, la moraleja es que es importante que los médicos estén atentos a síntomas menos obvios de ataque cardiaco, sobre todo en las mujeres.

"La ausencia del dolor de pecho no debe reducir el nivel de alerta de los médicos respecto a la enfermedad cardiaca", enfatizó.

A veces, las señales de alerta surgen a largo plazo, anotó Ohrn. Los problemas para respirar y la inflamación en las piernas, por ejemplo, pueden ser señales de un daño muscular por un ataque cardiaco anterior no diagnosticado, dijo.

Según Ohrn, los ataques silenciosos son igual de graves que los que provocan un dolor de pecho obvio, ya que conllevan riesgos similares de muerte o de un ataque cardiaco repetido a largo plazo.

Y eso, enfatizó Goldberg, subraya la importancia de la prevención. Una dieta saludable, el ejercicio regular y controlar factores de riesgo como la hipertensión y el colesterol alto son esenciales, dijo.

Más información

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece más información sobre los síntomas de ataque cardiaco que son difíciles de reconocer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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