La edad de presentación del accidente cerebrovascular podría estarse reduciendo

Un estudio encuentra que casi la mitad de los casos ocurre antes de los 65, y que muchos pacientes más jóvenes no reciben rehabilitación

MIÉRCOLES, 2 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- El accidente cerebrovascular (ACV) podría estar afectando a estadounidenses más jóvenes que antes, según sugiere un estudio reciente.

"El ACV ya no es una aflicción de la vejez", apuntó el líder de la investigación Timothy J. Wolf, profesor de terapia ocupacional y neurología, así como investigador del Grupo de investigación sobre rehabilitación cognitiva de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington, en San Luis. "La gente en edad laboral está sufriendo ACV con una mayor regularidad que nunca antes".

En un informe de la edición de septiembre y octubre de la revista American Journal of Occupational Therapy, el equipo también encontró que aunque más personas menores de 65 años sufren de ACV, con frecuencia no se ofrece rehabilitación a esta gente más joven que sufren de ACV leves.

Wolf y colegas recopilaron datos bore 7,740 personas tratadas por accidente cerebrovascular en un hospital de San Luis entre 1999 y 2008. Encontraron que 45 por ciento tenían menos de 65 años, y 27 por ciento menos de 55. Esto difiere de forma drástica de los datos de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., que afirman que el 66 por ciento de todos los ACV ocurren en mayores de 65 años, señalaron los investigadores.

La mayoría de ACV entre los menores de 65 fueron leves. "Por lo general, estos individuos no tienen señales externas de discapacidad, y por tanto se les da de alta con poca o ninguna rehabilitación", anotó Wolf. "Pero lo que ahora sabemos porque seguimos a este grupo de personas es que tienen problemas para reintegrarse a actividades complejas de la vida cotidiana, como el empleo", dijo.

Alrededor del 71 por ciento de los pacientes que sufrieron un ACV leve a moderado fueron dados de alta directamente a casa, apenas con servicios en el hogar, o sólo con servicios ambulatorios, encontraron los investigadores.

En el seguimiento, el 46 por ciento de los que sufrieron un ACV leve dijeron que trabajaban más lentamente, el 42 por ciento afirmó que no podían hacer el trabajo igual de bien, el 31 por ciento apuntó que no podía mantenerse organizado, y 52 por ciento señaló que tenían problemas para concentrarse.

"Si uno es joven y sufre un ACV leve, es probable que no se reciban servicios de rehabilitación", lamentó Wolf. "Esto no significa que no se sufra de ninguna discapacidad. Significa que como comunidad de atención de salud no hacemos un trabajo suficientemente bueno en la detección de los déficits más sutiles asociados al accidente cerebrovascular leve".

La comunidad de atención de salud necesita prestar más atención a esta tendencia en los ACV, y comenzar a modificar las estrategias de evaluación e intervención para cumplir con las necesidades de pacientes de ACV más jóvenes y con menos discapacidad neurológica, aseguró Wolf.

"Ahora mismo, nuestros servicios se dirigen mucho hacia la evaluación e intervención de las discapacidades motoras, y en la preparación del paciente de ACV para regresar a casa", apuntó. Sin embargo, "las personas más jóvenes en edad laboral que sobreviven a un ACV tienen necesidades que van más allá del autocuidado, y necesitan poder regresar al trabajo y a sus roles en la sociedad", afirmó Wolf.

El Dr. Richard Isaacson, profesor asistente de neurología y medicina de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, dijo que aunque la gente sufre ACV antes, es difícil saber a partir de este solo estudio si se trata de una tendencia por todo EE. UU.

Sin embargo, "esto trae atención al hecho de que el ACV no es solo una enfermedad de gente vieja, es una enfermedad de la gente al envejecer", enfatizó Isaacson.

Especuló que si la tendencia existe podría deberse a factores de riesgo de los accidentes cerebrovasculares, como la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y la obesidad. "Las personas de mediana edad deben darse cuenta de que necesitan controlar esos factores de riesgo", añadió Isaacson.

Y concurrió en que los médicos deben hacer más para ayudar a la gente más joven que sufre ACV a volver a sus vidas.

"Los neurólogos no obtienen suficiente información para determinar si el paciente tendrá dificultades para volver a trabajar, a la familia y a otros eventos vitales", apuntó Isaacson. "Muchas veces, no nos damos cuenta de que esta persona necesita terapia ocupacional que los ayude a enfocarse en regresar a una participación plena en sus actividades previas".

Más información

Para más información sobre el accidente cerebrovascular, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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