La obesidad por sí sola aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca

Investigación también encuentra que otros factores de riesgo se tratan muy poco

MARTES 10 de enero (HealthDay News/HispaniCare) -- Tener sobrepeso o ser obeso en la mediana edad, incluso si no se tienen otros factores de riesgo como presión arterial o colesterol altos, aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedad cardiaca más adelante en la vida.

Y si tiene sobrepeso o es obeso, o tiene otros factores que lo colocan en alto riesgo de enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, es probable que no esté recibiendo el tratamiento que necesita.

Esas son las conclusiones de dos estudios que aparecen en la edición del 11 de enero del Journal of the American Medical Association.

"Todas esas noticias que uno recibe sobre la obesidad, el colesterol, la presión arterial y el tabaco son ciertas. Esos son problemas que realmente pueden afectar su vida", afirmó el Dr. Stephen Siegel, cardiólogo del Centro Médico de la Universidad de Nueva York.

"El mensaje para las personas de mediana edad es que, justo como se preocupan por ahorrar para su jubilación con cuentas de 401K y Keoghs, es que también necesitan preocuparse por su salud en la jubilación, y necesitan invertir en una buena salud en esta etapa para poder disfrutar de su jubilación", añadió.

El primer estudio se creó para resolver el debate de si el peso excesivo por sí mismo coloca a las personas en mayor riesgo de enfermedad cardiaca. O si tener sobrepeso lleva a otros factores de riesgo para enfermedad cardiaca, como colesterol alto, diabetes e hipertensión arterial.

Los investigadores examinaron datos de 17,643 hombres y mujeres entre los 31 y 64 años de edad, que fueron incluidos en el estudio Detection Project in Industry (Proyecto de detección en la industria) de la Chicago Heart Association. Los investigadores dividieron a los participantes del estudio en cinco grupos: riesgo bajo, riesgo moderado, riesgo intermedio, riesgo elevado, y riesgo máximo de enfermedad cardiaca.

Los que estaban en el grupo de bajo riesgo no fumaban y tenían presión arterial y lecturas de colesterol normales. El grupo de riesgo moderado tampoco fumaba, pero podrían tener una presión arterial o un colesterol ligeramente elevados. Las personas en el grupo de riesgo intermedio tenían uno de los siguientes factores de riesgo: fumaban actualmente, tenían colesterol alto o presión arterial alta. Los que se encontraban en el grupo de riesgo elevado tenían dos de estos factores, y los de grupo de riesgo máximo tenían los tres.

Los investigadores también recolectaron información sobre el índice de masa corporal (IMC), una proporción entre el peso y la estatura, de los participantes. El tiempo de seguimiento promedio fue de 32 años.

El riesgo de muerte por enfermedad cardiaca fue 43 por ciento mayor para las personas obesas en el grupo de bajo riesgo en comparación con las personas de peso normal. En el riesgo de grupo moderado, el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca fue 2.1 veces más alto para las personas obesas. El riesgo de hospitalización también fue más alto para las personas obesas. En el grupo de bajo riesgo, las personas obesas tenían un riesgo 4.2 veces mayor de hospitalización por enfermedad cardiaca.

"Nuestro estudio es otro trozo de evidencia de que el sobrepeso y la obesidad sí aumentan los riesgos sanitarios, independientemente de que haya otros factores de riesgo. Las personas necesitan prestar atención y mantener un peso corporal saludable", afirmó el autor Lijing Yan, profesor asistente de investigación de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern de Chicago y profesor asistente de la Facultad de Administración Guanghua de la Universidad de Pekín, China.

El otro estudio incluyó información sobre casi 70,000 personas de 44 países. Todos los participantes del estudio tenían enfermedades arteriales establecidas, tales como enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares o enfermedad arterial periférica. Muchas de esas personas también tenían sobrepeso o eran obesas, de acuerdo con los investigadores.

En estas personas, que ya tienen un alto riesgo de problemas adicionales, casi el 70 por ciento recibía poco tratamiento para el colesterol alto, casi el 80 por ciento recibía poco tratamiento con medicamentos anticoagulantes, y el 50 por ciento tenía presión arterial alta que recibía poco tratamiento, encontró el estudio.

"Encontramos un alto índice de bajo tratamiento en esta población y la mayoría ya había tenido un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo no estaban óptimamente controlados. Hubo índices que distaban mucho de lo óptimo en las terapias antiplaquetas y de estatinas y las personas aún tenían hipertensión en las consultas", aseguró el Dr. Deepak Bhatt, cardiólogo de la Clínica Cleveland.

Tanto Bhatt como Siegel afirmaron que la reticencia de los pacientes a tomar medicamentos podría ser una de las razones del mal tratamiento. Otra razón, según Bhatt, podría ser el costo de tratar estos factores de riesgo. También podría ser que los médicos de atención primaria, los que trataban a la mayoría de personas en este estudio, no son conscientes de las directrices actuales para cada especialidad.

Bhatt afirmó que un sistema electrónico podría ayudar con algunos de estos factores. Por ejemplo, si un paciente tiene colesterol alto, el sistema podría marcar a ese paciente y ofrecer al médico tratante las directrices más actuales disponibles.

El estudio también encontró que el 16 por ciento de las personas con síntomas de enfermedad cardiaca también tenían otros problemas de circulación. Esto significa que alguien que tuviera enfermedad cardiaca sintomática tenía alrededor de una probabilidad en seis de tener otro problema circulatorio, como apoplejía o enfermedad arterial periférica, explicó Bhatt.

El mensaje final, según Bhatt, es que "los médicos de todas las especialidades necesitan ser conscientes de los distintos riesgos a los que se enfrentan sus pacientes. Tal vez los cardiólogos no se preocupen sobre los accidentes cerebrovasculares y, de igual manera, los neurólogos podrían no pensar que su paciente de mini accidente cerebrovascular esté en riesgo de ataque cardiaco. Simplemente, necesitamos abordar la enfermedad vascular como un problema de circulación. El sistema circulatorio completo está en riesgo".

Siegel concurrió y afirmó que los médicos y los pacientes necesitan pensar sobre estas enfermedades circulatorias como más que un trastorno. "Es un problema arterial", apuntó. "Tendemos a no pensar en las arterias como un órgano, pero eso es lo que está fallando y los problemas de las arterias pueden afectar el corazón, el cerebro, los riñones, y más".

Más información

Para aprender más sobre las consecuencias sanitarias de tener sobrepeso o ser obeso, visite al Cirujano General de los EE.UU.


Artículo por HealthDay

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