Los altos niveles de estrés después del 11-S aumentaron el riesgo de enfermedad cardiaca

Aparecieron problemas cardiovasculares entre los que no tenían antecedentes de problemas cardiacos

LUNES 7 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Investigadores informan que quienes no tenían antecedentes de problemas cardiacos y se sintieron sumamente estresados luego de los ataques terroristas del 11-S fueron propensos a ataques cardiacos durante los tres años que siguieron a los ataques.

Aunque el estrés extremo puede suscitar un ataque cardiaco letal inmediato en algunas personas, también puede aumentar gradualmente el riesgo de enfermedad cardiaca con el tiempo. Además, los eventos llenos de estrés podrían recordarles a algunos otras situaciones estresantes anteriores, lo que los deja vulnerables a problemas cardiacos como enfermedad cardiaca, anotaron los investigadores.

"Los ataques del 11-S representan una forma de estrés formidable para muchos porque fue un asalto a su propio país", aseguró E. Alison Holman, investigadora líder y profesora asistente de ciencias de enfermería de la Universidad de California en Irvine. "Es la primera vez en décadas que los EE.UU. ha experimentado ese tipo de trauma colectivo. Quizá la última vez fue después de Pearl Harbor".

El equipo de Holman halló una mayor incidencia de afecciones cardiovasculares durante los tres años que siguieron al 11 de septiembre de 2001. "Entre esas afecciones se encuentran hipertensión, problemas cardiacos y accidentes cerebrovasculares", sostuvo.

Las reacciones al estrés agudo principalmente fueron trastorno por estrés postraumáticos (TEP) y disociación, según, Holman. Pero a diferencia de hallazgos de investigaciones anteriores, el nuevo estudio halló que el efecto de estos problemas no se desarrolló inmediatamente después del ataque, aunque pareció suficiente para poner personas en riesgo de problemas cardiacos años después.

"Las personas que experimentaron niveles elevados de reacciones agudas al estrés luego del 11-S tuvieron una incidencia mucho mayor de afecciones cardiovasculares durante los tres años que siguieron a los ataques, en comparación con quienes no habían tenido una reacción aguda al estrés intenso", sostuvo Holman.

Para el estudio, el equipo de Holman recolectó información sobre 2,729 adultos de todo el país, 2,592 de los cuales habían llenado una encuesta sobre salud en línea antes de los ataques del 11-S. Luego de los ataques, la gente completó otra encuesta en línea sobre sus respuestas al estrés, como ansiedad, sensaciones de desprendimiento de uno mismo y del mundo o revivir el evento. Posteriormente, fueron encuestados anualmente acerca de su salud durante tres años.

Los investigadores hallaron que antes de los ataques, al 21.5 por ciento de las personas se les había diagnosticado un problema cardiaco. Pero tres años después de los ataques, el 30.5 por ciento informó sobre problemas cardiacos.

Los que tuvieron respuestas agudas al estrés de los ataques del 11-S tuvieron un aumento de 53 por ciento en la invidencia de problemas cardiacos durante los tres años siguientes. La relación se mantuvo incluso luego de compensar los factores de riesgo de enfermedad cardiaca, problemas mentales y cardiacos existentes antes del 11-S y el grado de exposición a los ataques.

Además, los investigadores hallaron que las personas que tenían altos niveles de estrés inmediatamente después de los ataques tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar hipertensión y casi tres veces las probabilidades de desarrollar problemas cardiacos durante los dos años siguientes.

Las personas que continuaron preocupándose por el terrorismo luego del 11-S tuvieron un mayor riesgo de problemas cardiacos dos o tres años luego de los ataques, aseguró Holman.

Los hallazgos aparecen en la edición de enero de Archives of General Psychiatry.

Holman aseguró que los hallazgos podrían señalar la necesidad de tratar a quienes experimentan estrés intenso inmediatamente después de un ataque similar para evitar el desarrollo de problemas tanto físicos como mentales.

"Es importante que pensemos no sólo en los aspectos de salud mental luego de un evento estresante como este sino que consideremos maneras en las que podamos identificar a quienes están en alto riesgo de trastornos tanto físicos como mentales justo después de un trauma", opinó.

Sin embargo, un experto considera que el 11-S fue un evento único que produjo una serie única de problemas mentales y físicos, incluso para quienes no estuvieron directamente involucrados.

"Este tipo de tragedia, este tipo de asalto sobre nuestro país, resalta la identidad psicológica nacional de que esta amenaza lo fue para todos", dice Samuel F. Sears, profesor de psicología y director de psicología de la salud de la Universidad del Este de Carolina.

"Esto constituye evidencia continuada de la poderosa función de la experiencia sobre las interrelaciones físicas y mentales"; aseguró Sears. "Sin embargo, esta amenaza tuvo características únicas que han aumentado los eventos cardiovasculares".

Esas características incluyen la cantidad de personas que murieron en el 11-S, la incertidumbre de los ataques y la amenaza continuada del terrorismo, aseguró Sears. "Es como un desastre natural que podría ocurrir cualquier día sin avisar", comentó.

Más información

Para más información sobre el trastorno por estrés postraumático, visite el U.S. National Institute of Mental Health.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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