La carne bien hecha quizá no sea buena para la presión arterial

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MIÉRCOLES, 21 de marzo de 2018 (HealthDay News) -- Quizá deba pensarse dos veces cómo quiere que le cocinen ese filete.

Las personas a quienes les gusta el filete bien hecho en lugar de poco hecho podrían enfrentarse a un ligero aumento en el riesgo de hipertensión, sugiere un estudio preliminar.

El estudio de más de 100,000 adultos de EE. UU. encontró que las probabilidades de hipertensión eran un poco más altas entre las personas a quienes les gustaba la carne a la parrilla, asada o rostizada, frente a quienes favorecían un método de cocción más moderado.

Lo mismo sucedió con las personas a quienes les gustaba la carne bien hecha. En comparación con aquellos a quienes les gustaba la carne menos cocida, tenían un 15 por ciento más de probabilidades de desarrollar hipertensión a lo largo de 12 a 16 años.

Pero los hallazgos no prueban causalidad, dijeron los investigadores.

Pero sí amplían las evidencias que sugieren que las personas no solo deben limitar la cantidad de carne en la dieta, sino también prestar atención a la forma en que la cocinan.

"Nuestros resultados implican que tanto reducir la cantidad de carne (sobre todo la carne roja) como evitar el uso de métodos de cocción a llama abierta o a altas temperaturas podría ayudar a prevenir [la hipertensión]", planteó Gang Liu, de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

¿Qué tiene de malo un filete a la parrilla?

La investigación sugiere que cocinarlo hasta que se "chamusque" es el principal problema, señaló Linda Von Horn, una vocera de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) que no participó en el estudio.

El proceso produce sustancias que normalmente no están presentes en el cuerpo, explicó Van Horn, que también es profesora de medicina preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.

Esas sustancias incluyen a las aminas heterocíclicas aromáticas (AHC) y a los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)

Según Liu, los estudios de laboratorio sugieren que las sustancias pueden provocar inflamación en el organismo, lo que podría contribuir a la hipertensión y a otros problemas de la salud.

Por otra parte, los estudios han encontrado que las personas que comen mucha carne bien cocida se enfrentan a unos mayores riesgos de ciertos tipos de cáncer, y además de enfermedad cardiaca y de diabetes tipo 2.

El nuevo estudio es el primero en buscar una conexión con la hipertensión, dijo Liu.

La hipertensión puede conducir a un accidente cerebrovascular.

Liu presentó los hallazgos el miércoles en una reunión de la Asociación Americana del Corazón, en Nueva Orleáns. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Los hallazgos se basan en tres estudios a largo plazo sobre la salud de un total de casi 104,000 profesionales de la salud en EE. UU.

Todos comían carne, y no tenían ni hipertensión ni ninguna enfermedad cardiaca al inicio del estudio, cuando ofrecieron información detallada sobre sus dietas y hábitos de estilo de vida. A lo largo de los 12 a 16 años siguientes, más de 37,000 de los participantes del estudio desarrollaron hipertensión.

Resultó que el riesgo fue más alto entre los que preferían la cocción a altas temperaturas o la carne bien hecha, dijo Liu.

Las personas que cocinaban la carne a la parrilla, la asaban o la rostizaban más de 15 veces al mes tenían un riesgo un 17 por ciento más alto de hipertensión, frente a las personas que utilizaban esos métodos de cocción menos de cuatro veces al mes. La "carne" incluía a la res, las aves y el pescado.

Los hallazgos fueron similares cuando los investigadores compararon a las personas que preferían la carne bien hecha con las que usualmente consumían su carne poco hecha.

Por último, el equipo de Liu estimó la ingesta de AHC de las personas, según los detalles de su dieta. Y los que estaban en el 20 por ciento superior respecto a la ingesta de AHC tenían un riesgo un 17 por ciento más alto de hipertensión que los del 20 por ciento inferior.

Por supuesto, podría haber otras diferencias entre las personas que prefieren la carne bien hecha y las que la prefieren poco hecha.

Pero Liu dijo que su equipo tomó muchos de esos factores en cuenta, incluyendo la dieta general, los hábitos de ejercicio, el tabaquismo y el peso corporal.

Entonces, ¿cómo se debe cocinar la carne?

Según Liu, saltear y hervir (a "unas temperaturas y una duración moderadas") parecen ser unas opciones más saludables.

Van Horn concurrió en que evitar la carne chamuscada es una medida prudente. Pero también enfatizó que la dieta general y los hábitos de estilo de vida son esenciales para tener una presión arterial sana.

"Tenemos muchas recomendaciones para reducir la presión arterial que los estudios han mostrado que son efectivas", comentó Van Horn. "Reduzca el consumo de sodio. Coma muchas frutas y verduras. Haga ejercicio con regularidad. Mantenga un peso saludable.

"Limitar la carne bien hecha es solo una medida más entre muchas", añadió.

Más información

La Asociación Americana del Corazón ofrece más información sobre el estilo de vida y la presión arterial.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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