Después de una cirugía cardiaca, los riesgos de los corazones solitarios se acumulan

older man in a hat
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LUNES, 4 de noviembre de 2019 (HealthDay News) -- La soledad se puede cobrar un alto precio a los pacientes cardiacos, incluyendo un riesgo más alto de morir en el año posterior a la hospitalización, encontraron unos investigadores.

"Este estudio confirma lo que también han indicado investigaciones anteriores sobre las graves consecuencias de la soledad para la salud", advirtió la investigadora principal, Anne Vinggaard Christensen, del Hospital de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.

"La soledad se debe considerar un factor de riesgo grave en los pacientes con enfermedad cardiaca, y se debe incluir en la evaluación del riesgo de los pacientes", añadió Christensen, que trabaja en el centro cardiaco del hospital.

Pero los investigadores daneses advirtieron que sus hallazgos no pueden probar que la soledad provocara la muerte de las personas, solo que la soledad y el riesgo de muerte parecen estar conectados. Pero no se pueden explicar las diferencias en la mortalidad entre los que se sentían solitarios y los que no tan solo mediante su condición médica, señalaron.

La soledad es una experiencia subjetiva, angustiante y desagradable, anotaron los investigadores.

La conexión entre la soledad y la salud es compleja, dijo Christensen.

Las personas que están solas o socialmente aisladas tienden a tener unos estilos de vida más malsanos. Fuman más, es menos probable que sean físicamente activas, y no toman sus medicamentos, comentó.

"Tener una red social ayuda a motivar a las personas a elegir unas opciones más saludables", aseguró Christensen. "Una red social puede actuar como amortiguador contra el estrés".

También se ha encontrado que las personas solitarias tienen unos niveles más altos de las hormonas del estrés y una función inmunitaria más baja, añadió.

"Esas distintas vías están interconectadas, y nos ayudan a comprender por qué las personas que se sienten solas o socialmente aisladas experimentan una peor salud", dijo Christensen.

James Maddux es profesor emérito en el departamento de psicología de la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia. Al revisar los hallazgos, criticó la metodología del estudio.

"Mi principal preocupación con la metodología es que su medida de la soledad es más bien floja, y no es coherente con la mayoría de los estudios sobre la soledad con los cuales estoy familiarizado", apuntó Maddux. Explicó que la pregunta utilizada para medir la soledad no logró capturar la soledad "como una sensación profunda de aislamiento y desconexión de los demás, acompañada por tristeza y un deseo de estar con los demás. En otras palabras, la soledad es dolorosa".

Pero incluso con sus fallas, el nuevo estudio "amplía la creciente investigación sobre los peligros del aislamiento social en las personas en general, y entre los adultos mayores de 60 años en particular", dijo Maddux. "Estos resultados ayudan a reafirmar lo que hemos averiguado hasta ahora sobre lo malsano que el aislamiento social puede ser".

En el estudio, Christensen y sus colaboradores recolectaron los datos de más de 13,400 pacientes cardiacos después de que salieran del hospital entre 2013 y 2014. En promedio, estaban a mediados de la sesentena.

Los participantes completaron cuestionarios sobre su salud, bienestar psicológico, calidad de vida y niveles de ansiedad y depresión.

En comparación con las personas que no se sentían solas, las que dijeron que estaban solas tenían casi tres veces más probabilidades de sentirse ansiosas y deprimidas y de tener una calidad de vida más baja, encontraron los investigadores.

Un año más tarde, el equipo de Christensen encontró que sentirse solo tuvo un impacto significativo en la salud de los participantes.

Independientemente de otros factores, las mujeres solitarias tenían casi tres veces más probabilidades de morir que las mujeres que no se sentían solas, y los hombres solitarios tenían más del doble de probabilidades de morir, encontraron los investigadores.

Pero vivir solo no necesariamente equivale a sentir soledad, y se vinculó con un riesgo más bajo de depresión y ansiedad que vivir con otras personas.

Pero entre los hombres, vivir solo se vinculó con un riesgo un 39 por ciento más alto de tener una mala salud. Esto podría deberse a que los hombres tienden a no tener una red amplia de respaldo después del divorcio o de la muerte de su cónyuge, en comparación con las mujeres, anotaron los investigadores.

"La soledad puede tener muchas causas y puede ocurrir incluso si uno está rodeado de gente", dijo Christensen.

En algunas personas, tener a un familiar que recuerde preguntarles cómo les está yendo y que esté preparado para escucharlas podría ayudar, aseguró.

"Otras quizá necesiten ayuda con las cosas prácticas, y para algunas la oportunidad de hablar con otros pacientes que han pasado por lo mismo es útil", indicó Christensen.

También enfatizó que los efectos de la soledad no se limitan a la enfermedad cardiaca. "También es [nociva] para los individuos que no sufren de una enfermedad. La soledad puede ser dañina para la salud pase lo que pase", advirtió Christensen.

El informe aparece en la edición en línea del 4 de noviembre de la revista Heart.

Más información

Para más información sobre la soledad y la salud, visite el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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