Las donaciones de sangre frecuentes son seguras para algunos, pero no para todos

En algunos donantes, la deficiencia de hierro quizá tendría que ser atendida a largo plazo, según un estudio
blood sample
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JUEVES, 21 de septiembre de 2017 (HealthDay News) -- Algunas personas podrían donar sangre de forma segura con una frecuencia de hasta cada 8 semanas, pero eso quizá no sea saludable para todos, según un estudio reciente.

El estudio fue realizado en el Reino Unido, donde los expertos recomiendan que los donantes de sangre esperen entre 12 y 16 semanas antes de donar de nuevo.

Esto contrasta con Estados Unidos, donde ya se permiten las donaciones de sangre en intervalos de 8 semanas.

El estudio, un ensayo clínico de gran tamaño que contó con más de 45,000 donantes de sangre, se realizó para responder a una pregunta fundamental: ¿Las personas que donan con frecuencia sufren algún efecto negativo para su salud?

La respuesta, según los investigadores, tuvo "matices".

No hubo evidencias de que donar con frecuencia provocara "efectos adversos importantes", como puede ser dejar a los donantes sin energía física, reducir su agudeza mental o dañar su calidad de vida en general.

En este ensayo, "con frecuencia", significó cada 8 semanas para los hombres y cada 12 semanas para las mujeres, a lo largo de dos años.

Por otra parte, una cuarta parte de las personas que donaban con frecuencia desarrollaron una deficiencia de hierro a los dos años. Y algunos se quejaron de síntomas como la fatiga, el mareo y la dificultad para respirar.

Los resultados del estudio aparecen en la edición en línea del 20 de septiembre de la revista The Lancet.

¿Qué quiere decir todo esto? Según los investigadores, el informe sugiere que el uso estratégico de las donaciones de sangre frecuentes podría funcionar.

"Este estudio sugiere que la donación de sangre más frecuente es una opción factible y segura para los donantes del Reino Unido", dijo el investigador principal, el Dr. John Danesh, profesor en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.

Podría ser una buena "opción a corto plazo" en los momentos en que se reduce el suministro de sangre donada, o cuando la demanda aumenta, planteó Danesh en un comunicado de prensa de la revista.

Por otra parte, donar con frecuencia de forma rutinaria podría ser innecesariamente arriesgado, según un experto que no participó en el estudio.

"El intervalo más corto entre las donaciones probablemente no sea ideal", dijo el Dr. Edward Murphy, investigador en el Instituto de Investigación de los Sistemas Sanguíneos, en San Francisco.

Los donantes de sangre dan aproximadamente una pinta (473 ml) de sangre cada vez, explicó Murphy, que fue el coautor de un editorial publicado con el estudio. Eso les quita entre 200 y 250 miligramos de hierro, dijo. Y el donante promedio requiere de unos 6 meses para recuperar completamente esas reservas de hierro, si no se usan complementos.

Ese periodo se reduce a unos 90 días si un donante toma una pastilla de hierro estándar al día, según Murphy.

Sin embargo, los intervalos de donación de sangre recomendados en la actualidad no reflejan eso.

En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ha establecido un mínimo de 8 semanas para hombres y mujeres. En Francia y en Alemania, los hombres pueden donar cada 8 semanas, y las mujeres cada 12, mientras que el Reino Unido tiene unos periodos de espera más largos.

¿Por qué? En realidad, las evidencias científicas ofrecen un "respaldo pobre" a las recomendaciones, dijo Murphy.

E históricamente ha habido preocupaciones prácticas (como el hecho de mantener un suministro de sangre donada adecuado) que han entrado en escena, dijo.

El nuevo estudio es el primer ensayo clínico que realiza pruebas sobre los efectos de los distintos intervalos en las donaciones. "Esa es la innovación de esta investigación", dijo Murphy.

Danesh y sus colaboradores asignaron al azar a más de 45,000 donantes del Reino Unido a distintos intervalos: Los hombres donaron cada 12, 10 u 8 semanas a lo largo de dos años; las mujeres donaron cada 16, 14 o 12 semanas.

A los dos años, los donantes realizaron pruebas estándares de memoria, atención y otras habilidades mentales. También rellenaron cuestionarios sobre sus hábitos de actividad física y la calidad de vida.

En general, encontró el estudio, a las personas que donan sangre con frecuencia les fue igual de bien en esas mediciones que a los otros donantes.

Pero eran más propensas a decir que presentaban síntomas que podrían deberse a las donaciones, incluyendo la fatiga, el mareo y las "piernas inquietas" (sensaciones incómodas en las piernas y una urgencia irresistible de moverlas). Esos problemas afectaron a una minoría de donantes en general.

Pero no hubo una correlación entre esos síntomas y la reducción de las reservas de hierro.

"Eso es parte del problema", dijo Murphy. Los donantes no pueden confiar en los síntomas para saber si sus reservas de hierro se han reducido demasiado.

Murphy dijo que algunos bancos de sangre de EE. UU. han empezado a medir los niveles de hierro de los donantes, y pasan a unos intervalos de donación más largos para las personas que tengan una deficiencia de hierro. Otra solución sería proporcionar a los donantes complementos de hierro, sugirió.

El donante de sangre típico probablemente done 2 o 3 veces al año, dijo Murphy.

"Pero", añadió, "hay personas que regresan religiosamente, 6 o 7 veces al año".

Sugirió que las personas que donan con frecuencia hablen con su banco de sangre sobre el riesgo de tener una deficiencia de hierro, y que decidan si deberían hacerse pruebas y/o donar con menos frecuencia.

Más información

La Cruz Roja Americana tiene más información sobre la donación de sangre y los niveles de hierro.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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