Las personas no hacen caso a las advertencias sobre la vitamina E

Muchos toman dosis altas a pesar de la evidencia de que podría ser perjudicial
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MARTES 19 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- Muchos estadounidenses todavía toman dosis diarias altas de vitamina E a pesar de la creciente evidencia de que la vitamina no ofrece ningún beneficio para la salud y podría ser dañina, encuentra un nuevo estudio.

Los investigadores encontraron que un poco más del 11 por ciento de los adultos estadounidenses consume rutinariamente 400 UI de vitamina E a diario. Otro 26 por ciento de adultos estadounidenses toman complementos que incluyen cantidades menores de la vitamina.

En un informe que aparece en la edición del 19 de julio de Annals of Internal Medicine, los autores se refirieron a una variedad de estudios recientes que sugerían que los complementos de vitamina E en dosis iguales o mayores a 400 UI podrían aumentar el riesgo de muerte prematura debido a enfermedades como la enfermedad cardiaca y el cáncer.

"Básicamente, lo que estamos tratando de hacer es informar a la gente que muchos estadounidenses todavía consumen demasiada vitamina E y que ese exceso realmente no es tan bueno", afirmó el coautor Ali H. Mokdad, del Centro de Enfermedades Crónicas de los Centers for Disease Control and Prevention de Atlanta.

Los complementos de vitamina E en el rango de las 400 UI excedían por mucho la directriz de dosis diaria recomendada (DDR) preparada para reflejar las necesidades diarias de nutrición de la mayoría de los hombres, las mujeres y los niños sanos. Según los National Institutes of Health (NIH), la DDR de vitamina E es de 22.5 UI para los adultos.

Los NIH apuntan que la deficiencia de vitamina E es poco común, y anotan que el nutriente se encuentra de manera natural en muchas fuentes alimenticias como los aceites vegetales (incluido el aceite vegetal y la margarina), las verduras de hoja verde, los cereales integrales, el hígado, las yemas de huevo, la leche, las nueces, las semillas y la mantequilla.

Mokdad y sus colegas analizaron datos sobre la complementación de vitamina E entre más de 4,600 hombres y mujeres adultos de raza blanca, negra y de origen mexicano, que habían sido incluidos en la National Health and Nutrition Examination Survey de 1999 y 2000.

Todos los participantes habían completado entrevistas y cuestionarios sobre su ingesta diaria, todos se sometieron a pruebas de sangre y evaluaciones neurológicas, de forma física y de salud oral.

Los investigadores encontraron que las rutinas de ingesta diaria de vitamina E por encima de las 400 UI eran similares para los hombres y para las mujeres, y que tal complementación aumentaba con la edad, particularmente entre los adultos blancos mayores de 60 años.

En general, los adultos blancos también eran más propensos a tomar complementos de vitamina E, al igual que aquellos pacientes con un historial de enfermedad cardiaca, apoplejía o diabetes.

Aquéllos que tomaban complementos de vitamina E regularmente también eran más propensos a ingerir complementos que incluyeran vitamina C y beta caroteno. Los investigadores sugirieron que esta combinación de complementos añadía aún más a los potenciales efectos secundarios relacionados a ingerir altas dosis de vitamina E.

Los autores concluyeron que la complementación de vitamina E en dosis altas es común y que las preocupaciones sobre la práctica deben ser comunicadas por los profesionales de la atención sanitaria, quienes podrían aconsejar a sus pacientes sobre los potenciales riesgos de salud.

Sin embargo, anotaron que los hábitos peligrosos de complementación son tan comunes que los médicos mismos están a veces practicando rutinas de complementación similarmente arriesgadas, lo que complica los esfuerzos de promover información exacta de salud pública sobre la vitamina E.

Tanto Mokdad como su colega, el Dr. Umed A. Ajani, dijeron que el mecanismo exacto mediante el cual la complementación de vitamina E en altas dosis representa riesgos para la salud aún no se comprende completamente. Sin embargo, enfatizaron, el peligro es real.

"Sabemos que hay un aumento en el riesgo y, en este momento, esto afecta a una proporción cuantiosa de la población de los EE.UU.", afirmó Ajani.

Mokdad sugirió que investigaciones ahora desacreditadas que habían sido ampliamente publicitadas hace más de una década habían llevado a muchas personas a concluir erróneamente que la complementación con vitamina E era beneficiosa y protectora, y que mientras más, mejor.

"Había una teoría de que los antioxidantes como la vitamina E llevarían a menos bloqueo en las arterias", explicó Mokdad. "Pero ha habido varios ensayos clínicos desde entonces que muestran que, en realidad, eso no es verdad. Desafortunadamente, hubo mucha atención de los medios sobre la teoría de los antioxidantes y parece que las personas no se han mantenido al día con los datos más recientes que mostraron que de hecho, podría hacer un poco de daño".

Tanto Mokdad como Ajani concurrieron en que, en general, la complementación con vitaminas es fácil de abusar y pobremente comprendida.

"No es algo controlado, está fácilmente asequible, y hace que las personas se sientan bien porque están haciendo algo por sí mismas", apuntó Mokdad. "Desafortunadamente, se piensa que es una solución fácil para un importante problema con dietas pobres. Y por eso estamos tratando de hacer llegar este mensaje de salud pública, que hay que dejar de pensar que una pastilla resolverá nuestros problemas".

"Puede que halla algunos complementos en el mercado que sean buenos para las personas de vez en cuando", añadió Ajani. "Pero en el caso de la vitamina E, la investigación no apoya ningún beneficio y podría de hecho hacer daño".

El Dr. Jay Brooks, director de hematología y oncología de la Ochsner Clinic Foundation de Nueva Orleáns, concurrió.

"Todo el mundo piensa que tomar vitaminas y complementos es perfectamente correcto", afirmó Brooks. "Pero se trata de medicamentos activos y todavía no comprendemos completamente qué hacen. Entonces, no recomiendo a ninguno de mis pacientes que tomen dosis adicionales de vitaminas, a menos que estén involucrados en un estudio de investigación".

"No conozco ninguna enfermedad . . . que pueda ser prevenida o tratada tomando vitamina E", agregó Brooks. "Entonces, personalmente no la tomo para prevenir el cáncer de próstata u otras enfermedades. Simplemente no sabemos si funciona y en realidad podría ser dañina".

Más información

Para más información sobre la vitamina E, diríjase a la Oficina de complementos Dietéticos de los National Institutes of Health.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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