Un tratamiento de extracción de sangre podría ayudar a algunos pacientes cardiacos

Al parecer reduce la acumulación peligrosa de hierro, sobre todo en personas jóvenes

MARTES 13 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Reducir los niveles de hierro mediante la extracción de sangre o sangría parece tener un efecto beneficioso en personas con enfermedad arterial periférica (EAP), que es la obstrucción parcial o total de una arteria, generalmente en un brazo o una pierna.

Sin embargo, el tratamiento de extracción de sangre sólo es efectivo contra la EAP si el proceso de reducción del hierro comienza a una edad relativamente joven, señalaron los investigadores.

Los hallazgos, publicados en la edición del 14 de febrero del Journal of the American Medical Association, reavivan el debate respecto al hierro y la enfermedad cardiovascular. Pero también sugieren algunas medidas prácticas que la gente puede tomar, tales como prestar atención a la ingesta de hierro a través de alimentos y complementos.

"No creo que podamos hacer recomendaciones categóricas [para la eliminación del hierro] tomando en cuenta estos datos", señaló el Dr. Leo R. Zacharski, autor principal del estudio e investigador médico del Centro médico de Asuntos de veteranos en White River Junction y la Escuela de Medicina de Dartmouth. "Sin embargo, este estudio plantea muchas cuestiones prácticas para la vida cotidiana".

"El tema del hierro es uno al que necesitamos prestar atención", agregó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga del Instituto cardiovascular del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. "Sabemos que las mujeres presentan enfermedades cardiacas tarde en la vida después del cese de la menstruación, mientras que los hombres mantienen una reserva elevada de hierro a lo largo de la vida. Para los hombres, es muy importante tomar un multivitamínico que no contenga hierro. Las mujeres necesitan el hierro mientras tienen la menstruación, pero después de la menopausia, no es necesario".

Se cree que la acumulación excesiva de hierro en el organismo es un factor de riesgo para la enfermedad cardiaca coronaria. Por tanto, según esa teoría, al reducir las reservas de hierro también se reduce el riesgo cardiovascular.

Esta hipótesis se basó en el hecho de que las mujeres premenopáusicas (que pierden hierro a través de la menstruación) tienen una menor incidencia de enfermedad cardiaca coronaria, mientras que los hombres y las mujeres posmenopáusicas (que no eliminan el hierro) tienen un mayor riesgo. También, se encontró que los hombres que donaban sangre tenían menos problemas cardiacos que los hombres que no lo hacían. Otros estudios, en cambio, han mostrados resultados mezclados.

"Existe evidencia de que el hierro se acumula con el tiempo. No hay duda al respecto", enfatizó Zacharski. "No tenemos forma de eliminar el hierro y, a medida que se acumula en el sistema, produce estrés oxidativo, lo que a su vez causa daños a los tejidos. Esto ha sido correlacionado con el riesgo de enfermedad".

Para demostrar la hipótesis del hierro, estos investigadores asignaron de forma aleatoria 1,277 pacientes con EAP sintomática pero estable a un grupo que se sometía a una flebotomía (sangría) cada seis meses o a un grupo de control que no se hacía el procedimiento.

Se optó por la flebotomía porque, de acuerdo con Zacharski, "no requiere medicamentos o dispositivos, y es totalmente segura". Los investigadores pudieron medir también la cantidad de sangre necesaria para reducir los niveles de hierro (resultó ser algo menos que una unidad de sangre cada seis meses).

No hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a la mortalidad por todo tipo de causas, o en la muerte más ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares no mortales.

Sin embargo, se observaron diferencias cuando los participantes se estratificaron por edades. En el grupo de eliminación de hierro, los pacientes más jóvenes (entre 43 y 62 años) tuvieron 54 por ciento menos muertes debido a todas las causas y 57 por ciento menos muertes después de ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares no mortales. Los fumadores y los individuos sin diabetes que se sometieron a la flebotomía también parecieron lograr mejores resultados.

"Si tomamos el cohorte total, no hay un efecto, pero si observamos a las personas jóvenes o a los fumadores, parece que sí existe", señaló Zacharski. "Al parecer algunos factores que interactúan prematuramente en la vida de una persona contribuyen a la morbilidad y mortalidad posteriores, [por tanto] mientras más temprano sea la intervención, mejor será el resultado".

Más información

Para saber más acerca de la EAP, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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