Una variante de un gen mantiene los triglicéridos en la sangre a bajo nivel

Investigación muestra que es mucho más común en los blancos que en los negros

LUNES 26 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Alrededor del 3 por ciento de los estadounidenses de origen europeo tiene mucha suerte, genéticamente hablando, en lo concerniente a mantener las grasas en la sangre llamadas triglicéridos a raya.

Una investigación reciente muestra que una variante poco común de un gen particular llamado ANGPTL4 parece ayudar a mantener estas grasas peligrosas en un bajo nivel, mientras aumenta los niveles de colesterol HDL "bueno".

Aunque el hallazgo no tiene implicaciones inmediatas para el tratamiento o la prevención de enfermedades cardiacas, sí ofrece a los científicos nuevos conocimientos sobre la salud arterial.

"Esto nos ayuda a entender la biología subyacente, lo que puede conducir a todo un conjunto de métodos diferentes para abordar el problema de los triglicéridos altos u otros factores", aseguró el Dr. Eric Rimm, profesor asociado de epidemiología y nutrición en la Facultad de salud pública de Harvard, que no colaboró en este estudio aunque sí ha hecho un trabajo similar. "Este gen es una pequeña pieza de un rompecabezas mucho más grande que nos podría ayudar a abordar no sólo el tratamiento, sino también consejos dietéticos o factores del estilo de vida de mejor manera".

El estudio, dirigido por Jonathan Cohen, del Centro médico de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, aparece en la edición del 25 de febrero de Nature Genetics.

Los triglicéridos son, en esencia, partículas microscópicas de grasa que flotan en el torrente sanguíneo. Con el tiempo, aseguró Rimm, atraviesan el hígado y se convierten en colesterol LDL "malo", así que mantener bajos niveles de triglicéridos es importante para la salud cardiovascular.

Sin embargo, algunas personas están bendecidas por una capacidad natural para llevar esto a cabo, y el equipo de Cohen se propuso entender por qué. Se centraron en el ANGPTL4, un gen del que ya se sospechaba que podía tener alguna relación con el metabolismo de los triglicéridos.

Mediante el uso de análisis genéticos de alta tecnología, compararon variantes particulares de este gen entre más de 3,500 participantes adultos inscritos en el Estudio Cardiaco de Dallas.

El equipo encontró 93 variantes individuales, pero notó que una en particular, la E40K, "estaba asociada con niveles significativamente más bajos en el plasma de triglicéridos y mayores niveles de colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL)", también conocido como colesterol "bueno".

Además, había más probabilidades de encontrar la variante E40K entre estadounidenses de origen europeo, cerca de cuatro veces la tasa observada en estadounidenses de raza negra, hallaron los investigadores. Estos hallazgos fueron también replicados en un estudio Danés.

El descubrimiento, aunque importante, no explica las desigualdades reconocidas desde hace tiempo entre negros y blancos con relación a la enfermedad cardiaca, señalaron los expertos.

"Existen probablemente muchos factores involucrados, y un sólo gen no va a responder todas nuestras preguntas", señaló el Dr. Daniel Fisher, cardiólogo del Centro médico de la Universidad de Nueva York.

Rimm estuvo de acuerdo con él. Destacó que las diferencias raciales en las enfermedades cardiacas es probable que se deban, en parte, a variantes de un gran número de genes, y no de uno en exclusiva. "Existen diferencias culturales también, por ejemplo en la forma en que vive la gente", señaló.

Y se mostró dudoso de que un beneficio clínico inmediato se desprenda del hallazgo de Dallas. Rimm destacó que, en este momento, el grupo de Cohen sólo puede especular sobre cómo la E40K podría reducir los niveles de triglicéridos.

Aún así, este tipo de investigación basada en ADN dará sus frutos a largo plazo, subrayó Rimm, cuyo equipo en Harvard también ha detectado una variante genética que parece proteger a los portadores contra la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiaca. Ese descubrimiento aparece en la edición de abril del año pasado de Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Es posible que en 15 ó 20 años, lleguemos a determinar un grupo de genes del que podamos decir, 'OK, las personas que tienen estas 15 variantes van a tener los triglicéridos altos, así que debemos centrarnos en dietas específicas o programas de capacitación para ellos'", especuló.

"Así, que tenemos esta visión similar a Star Trek en donde alguien con un escáner aparece y comenta 'Sí, usted necesita esto o lo otro'", señaló Rimm. "Con el tiempo, podríamos llegar a eso. Pero creo que por ahora sólo nos ayudará a entender los mecanismos que explican por qué una persona tiene altos o bajos niveles de triglicéridos".

Más información

Para saber más acerca de los triglicéridos, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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