La resistencia a la insulina podría ser una señal precoz de enfermedad cardiovascular

Los adolescentes que la sufren podrían padecer problemas de presión sanguínea de adultos

LUNES 11 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Los adolescentes que tienen resistencia a la insulina podrían tener más probabilidades de sufrir de presión sanguínea alta de adultos, según sugiere una nueva investigación.

Dado que la alta presión sanguínea se conoce como un riesgo de enfermedad cardiovascular, el hallazgo podría ayudar a detectar niños que se enfrentan a un mayor riesgo de problemas del corazón más adelante en sus vidas, informaron los investigadores de la Universidad de Minnesota.

"Encontramos que la resistencia a la insulina como predictor de riesgo se inicia a los 13 años de edad", afirmó el autor del estudio, el Dr. Alan Sinaiko, profesor de pediatría en la Universidad de Minnesota. Presentó sus hallazgos el 10 de octubre en la reunión anual sobre investigación de la presión sanguínea alta de la American Heart Association en Chicago.

"Muchos de los esfuerzos para predecir el riesgo cardiovascular en la niñez se ha dirigido a la obesidad, pero estos resultados muestran que además de la obesidad, tal vez deberíamos empezar a buscar la resistencia a la insulina en los programas preventivos en desarrollo", apuntó.

Sin embargo, Sinaiko añadió que no hay una prueba sencilla para evaluar la resistencia a la insulina, de manera que la aplicación clínica de su investigación no llegará hasta dentro de algunos años.

"La mayoría de adolescentes no son evaluados por factores de riesgo del corazón, y este estudio nos dice que los pediatras y practicantes de atención general necesitan comenzar a encontrar a las personas que tendrán ataques del corazón para cuando estén en sus 40", afirmó el Dr. Laurence Sperling, director médico de cardiología preventiva en la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta. "Cuando son más jóvenes, podemos hacer mucho más al respecto".

La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda al cuerpo a usar o almacenar la glucosa de la sangre que obtiene de los alimentos. Sinaiko explicó que la resistencia a la insulina se desarrolla cuando las células no pueden absorber la cantidad apropiada de glucosa, dejando altos niveles de azúcar en la sangre. Cuando esto sucede, puede tener efectos adversos en los procesos que controlan la presión sanguínea.

Para el estudio, Sinaiko y sus colegas dieron seguimiento a 357 niños a medida que avanzaban por su adolescencia, sometiéndolos a pruebas tres veces, a los 13, 15 y 19 años de edad, para evaluar cómo sus cuerpos respondían a la insulina. Todos los adolescentes eran niños saludables reclutados a través del sistema escolar de Miniápolis.

A los 13 años de edad, ninguno de los niños tenía presión sanguínea alta (la presión sanguínea promedio era de 107/56). Pero el 2 por ciento llenaban los criterios adultos para otros riesgos cardiovasculares, como sobrepeso, niveles altos de triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL (el "bueno").

Para los 19 años de edad, la presión sanguínea de los niños había aumentado, lo que es normal a medida que maduran, pero los investigadores notaron un mayor aumento en la presión sanguínea asociado con un aumento en la resistencia a la insulina. Por cada unidad de resistencia a la insulina a los 13, la presión sanguínea sistólica a los 19 había aumentado en un 0.42 mm/Hg., apuntó Sinaiko.

Además, los investigadores encontraron que para los 19 años de edad, se había dado un aumento del 7 por ciento en la cifra de jóvenes que llenaban los criterios adultos para riesgo cardiovascular, a 9 por ciento.

Sinaiko afirmó que no podía evaluar la prevalencia del síndrome de resistencia a la insulina en su estudio, pero otros investigadores han estimado que 4 por ciento de los niños entre los 11 y los 19 años de edad, y el 30 por ciento de los niños obesos en ese grupo de edad, tienen síndrome de resistencia a la insulina.

"Este estudio muestra claramente que el riesgo cardiovascular comienza temprano en la vida, y que necesitamos estudiar esos riesgos más intensivamente", apuntó Sinaiko.

El Dr. Robert Rapaport es director de la división de pediatría, endocrinología y diabetes en la Universidad de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. Afirmó que "esta [investigación] es muy interesante e importante, ya que confirma estudios que tenemos de otro grupo de niños nacidos precozmente respecto a su desarrollo gestacional que tienen resistencia a la insulina y una tendencia la presión sanguínea alta".

Más Información

Para más información sobre los niños y la presión sanguínea alta, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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