Los bloqueadores beta incrementan el riesgo de accidente cerebrovascular y muerte después de la cirugía

Los expertos anotan que las dosis de medicamentos para la presión arterial administrados en el estudio probablemente hayan sido demasiado altas

MARTES 13 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio canadiense reciente halló que los pacientes que recibieron bloqueadores beta para reducir la presión arterial luego de una cirugía que no fue del corazón estuvieron en mayor riesgo de morir o de sufrir un accidente cerebrovascular.

Sin embargo, los pacientes que recibieron medicamentos tuvieron menos probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, según el informe que aparece en la edición en línea del 13 de mayo de The Lancet.

"Ya ha pasado una década desde que hay directrices que establecen que se deben administrar bloqueadores beta para quienes se someten a cirugía no cardiaca", aseguró el Dr. P.J. Devereaux, investigador líder y profesor asistente del Departamento de epidemiología clínica y bioestadística de la Universidad McMaster de Hamilton, Ontario.

La razón para administrar bloqueadores beta es que la cirugía aumenta la necesidad de oxígeno del corazón y los bloqueadores beta ayudan a reducir la presión arterial y el ritmo cardiaco, lo que reduce la carga sobre el corazón, explicó Devereaux.

Alrededor del mundo, se calcula que 100 millones de personas se someten a cirugía no cardiaca cada año, por lo que los hallazgos podrían tener consecuencias graves para muchos pacientes, anotó Devereaux.

"En la década pasada, incluso si apenas el 10 por ciento de los pacientes que se sometieron a cirugía no cardiaca recibieron bloqueadores beta, es decir, 100 millones de personas los recibieron, lo que significa que 800,000 personas murieron de manera innecesaria y mucha gente sufrió un accidente cerebrovascular importante porque recibió un bloqueador beta", señaló Devereaux.

En el estudio, se asignó aleatoriamente a 8,351 pacientes de 190 hospitales de 23 países que estaban en riesgo de enfermedad aterosclerótica [endurecimiento de las arterias] y se estaban sometiendo a cirugía no cardiaca para que recibieran un bloqueador beta o un placebo. Se administró el bloqueador beta entre dos y cuatro horas antes de la cirugía y se continuó durante treinta días después del procedimiento.

Los investigadores hallaron que los pacientes que recibieron bloqueadores beta tenían 16 por ciento menos probabilidades de haber muerto de enfermedad cardiaca, en comparación con los que recibieron un placebo. Además, los que tomaron un bloqueador beta tuvieron un 27 por ciento menos probabilidades de sufrir un ataque cardiaco que los que recibieron un placebo.

Sin embargo, más personas que tomaron el medicamento murieron que las que tomaron un placebo. De hecho, los pacientes que tomaron un bloqueador beta tuvieron un riesgo 33 por ciento mayor de morir, en comparación con los pacientes que tomaron un placebo.

Además, hubo más accidentes cerebrovasculares entre quienes tomaron un bloqueador beta que entre los pacientes que recibieron un placebo. Los que recibieron el bloqueador beta tuvieron el doble del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con los pacientes que recibieron un placebo, informaron los investigadores.

La explicación más posible para el aumento en las muertes y el accidente cerebrovascular entre los que tomaron bloqueadores beta fue que estos pacientes podrían entrar en shock si su presión arterial fuera demasiado baja, una complicación definitivamente común de la cirugía, aseguró Devereaux. "Si estaban tomando bloqueadores beta estaban en grandes dificultades porque aumentó sus probabilidades de morir o de sufrir un accidente cerebrovascular", dijo.

Devereaux no considera que reducir el riesgo de ataque cardiaco justifique incrementar el riesgo de accidente cerebrovascular o muerte. "No me parece que la mayoría de los pacientes estén dispuestos a aceptar el aumento en las muertes y accidentes cerebrovasculares para prevenir un ataque cardiaco", dijo.

Usar un bloqueador beta para prevenir ataques cardiacos en estos pacientes no es la estrategia adecuada, señaló Devereaux. "Si estamos haciendo tanto daño para prevenir ataques cardiacos, necesitamos encontrar otra solución que evite esos eventos y no conlleve el mismo riesgo".

Un experto considera que las dosis de bloqueadores beta administradas en el ensayo fueron demasiado altas.

"El aumento en la hipotensión [baja presión arterial] y los accidentes cerebrovasculares resultantes podría ser el resultado de esta dosificación demasiado agresiva y no de la terapia perioperativa con bloqueadores beta en general", comentó el Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles.

"Aunque siguen haciendo falta más estudios sobre bloqueadores beta y regímenes de dosificación para uso perioperativo, el ajuste incremental a una dosis mayor de un régimen de bloqueador beta usado en este estudio debería evitarse", aseguró Fonarow.

Otro experto considera que si se administran cuidadosamente los bloqueadores beta, los peligros hallados en el estudio se pueden reducir sustancialmente.

"No queremos que la gente malinterprete este estudio", comentó el Dr. Lee A. Fleisher, presidente del Departamento de anestesiología y cuidado crítico de la facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania y autor de un editorial acompañante en la publicación. "El estudio no decía que quienes estén tomando bloqueadores beta deban suspenderlos".

Fleisher está de acuerdo en que comenzar con bloqueadores beta la mañana de la cirugía a dosis altas no es lo correcto. "Un protocolo así no es bueno", dijo.

Más información

Para más información sobre los bloqueadores beta, visite la American Academy of Family Physicians.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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