Los jugadores de fútbol americano universitarios tienen las arterias más rígidas, según un estudio

Pero no está claro lo que eso significa para la salud cardiaca en el futuro, afirman los investigadores

MIÉRCOLES, 2 de abril de 2014 (HealthDay News) -- Los jugadores de fútbol americano universitarios de primer año muestran señales de tener los vasos sanguíneos más rígidos que sus iguales más delgados que no juegan al fútbol americano, según una investigación reciente.

No está claro qué significa esto exactamente para la salud cardiaca de los jugadores más adelante.

"Los jugadores de fútbol americano de nuestro estudio ya presentaban una rigidez arterial mayor, aún no anómala, pero sí significativamente mayor", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Jonathan Kim, miembro clínico en enfermedades cardiovasculares de la Universidad de Emory, en Atlanta.

Las arterias rígidas y menos flexibles pueden llevar a una mayor presión arterial y finalmente a una enfermedad cardiaca o un accidente cerebrovascular, porque la sangre no puede circular libremente a través de los vasos sanguíneos, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los EE. UU.

Kim, que presentó los hallazgos en la recién concluida reunión anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) en Washington, D.C., afirmó que la investigación no muestra que el fútbol americano sea perjudicial. "Pero sí hemos observado esto, de modo que deberíamos centrarnos en los jugadores con un riesgo alto y comprobar su presión arterial con mayor frecuencia que al deportista promedio y hacer un seguimiento de la misma", señaló.

Las investigaciones anteriores han mostrado que los jugadores de fútbol americano profesionales son más propensos a tener hipertensión o una presión arterial más alta de lo normal. Kim y sus colaboradores deseaban ver cuándo y dónde podrían empezar a producirse los cambios.

"Examinamos a los jugadores que ni siquiera habían jugado al fútbol americano universitario todavía. La rigidez de las arterias se produjo mientras jugaban en secundaria", dijo Kim.

Para realizar el estudio, los investigadores reclutaron a 50 jugadores de fútbol americano universitarios de primer año que acaban de empezar a jugar y los compararon con un grupo de 50 estudiantes de primer año de la misma edad y raza que no jugaban al fútbol americano. Los jugadores de fútbol americano eran más altos y tenían un índice de masa corporal (IMC, una proporción de la estatura y el peso) más alto que el de sus iguales que no eran jugadores.

El IMC promedio de los jugadores de fútbol americano era de 29.2, frente al 23.7 del de los que no jugaban. Hasta 24.9, el nivel del IMC se considera un peso normal. De 25 a 29.9 se considera sobrepeso, y a partir de 30 se considera obesidad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Los jugadores de fútbol americano también hacían más entrenamientos con pesas: un promedio de 5.4 horas a la semana, en comparación con 2.4 horas a la semana de los que no jugaban, según el estudio.

Aunque los que no jugaban tenían mayores niveles de presión arterial en general que los jugadores de fútbol americano, éstos tenían una mayor rigidez de los vasos sanguíneos cuando se midió su rigidez arterial con una medida conocida como velocidad de la onda del pulso.

"Los jugadores de fútbol americano tenían una velocidad de la onda del pulso más alta. Si esto sirve para predecir o no [la hipertensión] en este grupo, no lo sabemos. Este estudio halló una asociación, no una relación de causalidad", señaló Kim.

Probablemente hay muchas razones por las que los jugadores de fútbol americano son más propensos a tener una rigidez de los vasos sanguíneos más alta, dijo Kim. "Seguramente, el que estos jugadores tengan un mayor tamaño tiene algo que ver con eso. Los cambios extremos de peso podrían ser un factor", indicó. Tener una apnea del sueño (un trastorno del sueño vinculado con la hipertensión) sin diagnosticar, los medicamentos que toman o "algo en la forma en que se entrenan" también podrían ser factores, sugirió Kim.

El Dr. John Erwin III, un cardiólogo que jugó al fútbol americano en la universidad, afirmó que no está seguro de que este estudio demuestre que el fútbol americano sea un problema para la salud de los vasos sanguíneos tanto como lo es el peso. Los no jugadores eran significativamente más delgados que sus contrapartes jugadores, de modo que Erwin mantiene que el estudio realmente mostró una asociación entre una masa corporal más alta y la rigidez de los vasos sanguíneos.

"[Pero] sí que creo que los jugadores de fútbol americano deberían preocuparse un poco sobre su futura salud, sobre todo los que intentan (o a los que les instan a) subir mucho de peso", añadió Erwin, vicepresidente de medicina interna en el Instituto Cardiaco y Vascular Scott & White en Temple, Texas. "Esto no solamente puede llevar finalmente a complicaciones cardiovasculares, sino que se cobra un alto precio en las articulaciones".

Los padres pueden ayudar, dijo, proporcionando comidas nutritivas y poniendo objeciones a "la presión de los chicos o de los entrenadores para que ganen más peso del que su constitución puede soportar de un modo saludable". También deberían animar a sus hijos a que sigan haciendo otras actividades físicas que pueden disfrutarse toda la vida y que ayudan a mantener la salud, aconsejó Erwin.

Kim reconoció que se necesitan más investigaciones. "Todavía tenemos mucho que aprender", comentó.

Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Más información

Para más información sobre el peso y la salud cardiaca, visite el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

logo

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com