El estrés marital se relaciona con la enfermedad cardiaca

Una investigación afirma que las parejas que tienen relaciones problemáticas experimentan endurecimiento de las arterias coronarias

MARTES 23 de octubre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Cuando las parejas casadas pierden el control el uno con el otro, esto podría también representar una carga para sus corazones, según hallan los investigadores.

Aún más, el daño causado podría depender de cómo pierden el control, según el líder del estudio, Tim Smith, profesor de psicología de la Universidad de Utah.

Para las mujeres, la hostilidad parece ser responsable. Las esposas que eran hostiles en sus desacuerdos con sus cónyuges eran más propensas a tener ateroesclerosis, que con frecuencia se conoce como endurecimiento de las arterias, según descubrieron Smith y sus colegas. Los niveles de calcificación eran particularmente elevados entre las mujeres cuyos maridos también eran hostiles.

Entre los maridos, la ateroesclerosis era más común cuando ellos o sus esposas actuaban de manera controladora, afirmó el equipo de investigación.

Aún no se sabe con certeza si se trata de acondicionamiento social o de algún otro factor que cause que las mujeres reciban la influencia de la hostilidad y los hombres de los problemas de control, apuntó Smith. Separar los procesos biológicos, psicológicos y socioculturales es difícil, explicó, pero el acondicionamiento social "ciertamente tendría algo que ver".

Smith y sus colegas presentaron su investigación por primera vez en una reunión de la American Psychosomatic Society.

"Hay diferencias bien documentadas en la manera en que los hombres y las mujeres se comunican y relacionan entre sí, así que encontrar diferencias en el sexo relacionadas con los riesgos cardiacos tiene sentido para mi", afirmó Janice Kiecolt-Glaser, profesora y directora de la División de psicología de la salud del Colegio de medicina de la Universidad del estado de Ohio.

Ella y su marido, Ronald Glaser, profesor de virología molecular, inmunología y genética médica de la estatal de Ohio, han colaborado en una serie de estudios durante varios años, que examinan las maneras en que el estrés puede afectar el sistema inmunitario humano. Parte de su trabajo se ha enfocado en la capacidad del organismo para sanarse de heridas después de la exposición a situaciones estresantes.

Por ejemplo, un estudio encontró que la discusión típica de una pareja casada puede retrasar la curación de una herida en al menos un día. Las parejas altamente hostiles sanaban con índices sesenta por ciento más bajos que los que tenían menores niveles de hostilidad. Las muestras de sangre tomadas de esas parejas altamente hostiles mostraban un incremento de ciertas "citoquinas", o proteínas, entre ellas la interleuquina 6, que estimula el proceso de curación pero que también se ha relacionado con la inflamación a largo plazo.

"Y los niveles sostenidos de citoquinas proinflamatorias se han relacionado con varias enfermedades relacionadas con el envejecimiento, entre ellas la enfermedad cardiovascular, así que nuestros datos apoyan los hallazgos [de Smith y sus colegas]", afirmó Kiecolt-Glaser.

En el estudio de Smith participaron 150 parejas casadas saludables entre los cincuenta y los setenta años de edad, a quienes se les pagó $150 para participar y que recibieron escanografías gratuitas por TC de sus arterias coronarias para evaluar cualquier calcificación que pudiera llevar a un riesgo futuro de ataque cardiaco. Las parejas fueron reclutadas a través de anuncios en el periódico y una empresa de investigación.

Las parejas fueron grabadas mientras discutían un tema sensible de su matrimonio, como el dinero, los hijos, las vacaciones o las tareas del hogar. Luego, estudiantes de postgrado codificaron esas conversaciones para reflejar qué tan amigables u hostiles habían sido las parejas, y qué tan sumisas o controladoras.

Dos días después de las discusiones, las parejas recibieron escanografías por TC que ofrecían una puntuación para cada persona, la cual indicaba la cantidad de acumulación de placa en las arterias que llevan sangre al corazón.

El hallazgo fue que "en nuestros datos, [la discordia matrimonial] fue un efecto tan grande [como la ateroesclerosis], estadísticamente, como los factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo, el colesterol, la presión arterial, el nivel de actividad, entre otros, pero más pequeño que el efecto de la edad y el sexo", señaló Smith.

Así que, hay que añadir el estrés matrimonial a los factores de riesgo de los que las personas deben ser conscientes para considerar su riesgo general de enfermedad cardiaca, explicó Smith.

"Además de todos los factores de riesgo usuales, y muy importantes, tanto biomédicos como conductuales, las personas deben considerar, al evaluar su nivel de riesgo, y cualquier posible plan para reducirlo, el estrés crónico y las emociones negativas", aconsejó.

Más información

Para más información sobre el estrés y la enfermedad cardiaca, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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