La contaminación del aire afecta a los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco

Según los investigadores, las partículas pueden entorpecer la función eléctrica del corazón

MARTES, 9 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Las minúsculas partículas de la contaminación del aire pueden hacer daño a las personas que tienen enfermedad arterial coronaria al entorpecer la capacidad del corazón para generar señales eléctricas, informan investigadores de la Universidad de Harvard.

Se ha demostrado que la contaminación de los vehículos y camiones, así como de las plantas industriales, provoca ataques cardiacos, pero no se sabe muy bien cómo lo hace, explican los investigadores.

"Hallamos que la elevación de las partículas finas generadas por el tráfico y otras fuentes así como el negro de humo, un marcador del tráfico, predijo una depresión en los niveles del segmento ST", señaló la investigadora principal, la Dra. Diane R. Gold, profesora asociada de medicina y salud ambiental. "Los efectos fueron más pronunciados durante el primer mes después de la hospitalización y en pacientes cardiacos durante su estancia hospitalaria o que padecían diabéticos".

El informe aparece en la edición en línea del 9 de septiembre de la revista Circulation.

Para el estudio, el equipo de Gold recopiló datos de 48 pacientes del área de Boston que tenían enfermedad arterial coronaria. Los investigadores monitorizaron a los pacientes durante 24 horas a través de máquinas portátiles de electrocardiograma para observar los cambios en la conductividad eléctrica del corazón llamada depresión del segmento ST. Esta disritmia puede indicar un flujo sanguíneo inadecuado al corazón o la inflamación del músculo cardiaco.

Todos los pacientes habían sido hospitalizados por ataque cardiaco, angina inestable o empeoramiento de los síntomas de la enfermedad arterial coronaria. El 40 por ciento había sufrido ataques cardiacos y el 25 por ciento tenía diabetes.

El grupo de Gold también analizó los niveles promedios de todos los agentes contaminantes de Boston en un periodo de 24 horas. Hallaron que estos niveles estaban por debajo de los umbrales aceptados o propuestos por el Estándar nacional de la calidad del aire.

Los investigadores hallaron que los altos niveles de un agente contaminante llamado PM 2.5 y negro de humo, que se encuentra en los gases expedidos por los vehículos, estaban relacionados con un incremento en la depresión del segmento ST.

Además, el dióxido de sulfuro, que es el producto de la combustión, pero no de los vehículos, también estuvo asociado con un incremento en la depresión del segmento ST.

Los incrementos en la depresión del segmento ST fueron más elevados en pacientes que se recuperaban de un ataque cardiaco en comparación con otros pacientes, informaron los investigadores.

"Si los cambios en el segmento ST asociados a la contaminación del aire representan una inflamación miocárdica o riesgo de isquemia, entonces es posible que reducir la contaminación del aire relacionada con el tráfico y otras fuentes distintas podría disminuir la incidencia de ataque cardiaco o el riesgo de isquemia, arritmias o insuficiencia cardiaca en pacientes de enfermedad arterial coronaria en el periodo ulterior a la hospitalización", especuló Gold.

Para los pacientes que han recibido el alta después de un ataque cardiaco, las directrices de la American Heart Association y del American College of Cardiology sugieren que deberían evitar el exceso de tráfico debido al estrés de conducir, señaló Gold.

"Nuestro estudio ofrece una razón más para evitar o reducir la exposición al exceso de tráfico después del alta, incluso para aquellos que no tuvieron un infarto del miocardio completo, ya que la exposición al tráfico conlleva a su vez la exposición a agentes contaminantes además del estrés", apuntó Gold.

El Dr. Byron Lee, cardiólogo de la Universidad de California en San Francisco, estuvo de acuerdo en que los pacientes que han tenido un ataque cardiaco reciente deberían evitar la contaminación del aire.

"Este estudio ofrece una evidencia bastante sólida de que la contaminación ambiental somete al corazón a un estrés añadido", advirtió Lee. "Los pacientes que recientemente han tenido un ataque cardiaco deberían probablemente hacer todo lo posible por evitar la contaminación. Esto implica permanecer en bajo techo los días que hay más humo o salir fuera de la ciudad".

El Dr. Samin Sharma, director de cardiología intervencionista del Centro médico Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, cree que los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco reciente y que viven en áreas en que los niveles de contaminación atmosférica son elevados, necesitan ser monitorizados más de cerca.

"Quizá estos pacientes necesitan un seguimiento más estrecho", apuntó Sharma. "Estos pacientes podrían necesitar aumentar sus medicamentos cardiacos o cambiar de medicamentos. Una terapia médica agresiva óptima así como la optimización de la atención médica podrían ser la respuesta para estos pacientes".

Más información

Para mayor información sobre la contaminación atmosférica y la enfermedad cardiaca, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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