Los gatos ayudan a proteger a sus dueños del ataque cardiaco

Un estudio encuentra una reducción del treinta por ciento en el riesgo cuando hay felinos en el hogar

JUEVES 21 de febrero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Ya sea un gatito juguetón o un atigrado rechoncho, un gato en el hogar puede ayudar a reducir el riesgo de ataque cardiaco en casi un tercio, según sugiere un estudio reciente.

El hallazgo proveniente de un estudio de diez años con más de 4,300 estadounidenses, sugiere que el alivio del estrés que las mascotas brindan a los humanos es saludable para el corazón.

Y los amantes de los perros no deberían sentirse excluidos. Aunque el estudio no encontró ese beneficio con el "mejor amigo del hombre", probablemente se deba tan sólo a que no habían suficientes dueños de perros en el estudio para sacar conclusiones firmes, dijeron los investigadores.

"Durante años, hemos sabido que el estrés y la ansiedad psicológicos se relacionan con los eventos cardiovasculares, sobre todo a los ataques cardiacos", anotó el autor principal del estudio, el Dr. Adnan Qureshi, director ejecutivo del Instituto del accidente cerebrovascular de Minnesota de la Universidad de Minnesota en Miniápolis.

Según Qureshi, la nueva investigación muestra que "esencialmente existe un beneficio en el alivio de esos factores incitantes suministrado por las mascotas".

Tenía planificado presentar los hallazgos el jueves en la Conferencia internacional sobre el accidente cerebrovascular de la American Stroke Association en Nueva Orleáns.

La relación entre el estrés y la enfermedad cardiovascular está bien documentada en la literatura científica. También se sabe que el afecto y el placer que las mascotas le brindan a los humanos acaban con el estrés. De hecho, un estudio presentado en una reunión de la American Heart Association en 2005 encontró que una sola visita de doce minutos a un perro mejoraba la función cardiaca y pulmonar de las personas que padecían insuficiencia cardiaca.

En el nuevo estudio, el equipo de Qureshi analizó datos sobre 4,435 estadounidenses entre los treinta y los 75 años de edad, que participaron en el segundo Estudio nacional de examen de salud y nutrición del gobierno federal, que se llevó a cabo entre 1976 y 1980. Según los datos de la encuesta, 2,435 de los participantes tenían un gato o lo habían tenido en el pasado, mientras que no era así con los 2,000 restantes.

El equipo de Qureshi dio entonces seguimiento a los índices de muerte por todas las causas, entre ellas las cardiacas y el accidente cerebrovascular.

Los dueños de gatos "parecían tener un menor índice de muerte por ataques cardiacos" durante el seguimiento de diez años, en comparación con la gente que no tenía felinos, afirmó Qureshi.

La magnitud del efecto, una reducción del treinta por ciento en el riesgo de ataque cardiaco, "fue algo sorprendente", añadió. "Ciertamente esperábamos un efecto, porque pensábamos que había un mecanismo biológicamente factible de por medio. Pero la magnitud del efecto era difícil de predecir".

Qureshi, orgulloso dueño de un felino llamado Ninja, enfatizó que los perros probablemente confieren a las personas el mismo beneficio, pero que el número de dueños de perros del estudio no fue suficientemente grande para tomarse en cuenta en las estadísticas.

Kathie Cole, enfermera clínica del Centro médico de la UCLA y de la Facultad de medicina, y autora principal del estudio sobre los perros y la insuficiencia cardiaca de 2005, dijo que los hallazgos de Minnesota no la sorprendían.

"Me inclinaría a pensar que cualquier animal que sea considerado importante para la persona de manera positiva tendría beneficios para su salud", afirmó Cole. Señaló que varios estudios han encontrado que la compañía animal "tiene un efecto calmante en cuanto a los factores estresantes mentales".

Ambos investigadores piensan que tener mascotas debería percibirse como una intervención médica de bajo costo y riesgo que puede salvar o extender vidas potencialmente, sobre todo entre los adultos mayores. "El problema en este momento es que tantos edificios u hogares de ancianos no permiten animales", dijo Cole. "Ese es el problema que veo desde el punto de vista comunitario".

Qureshi estuvo de acuerdo en que los gatos, los perros y otras mascotas podrían otorgar a sus dueños beneficios médicos tangibles.

"Esto abre toda una nueva avenida de intervención que no habíamos evaluado antes, una que puede llevarse a cabo a nivel público", dijo. Y a diferencia de los fármacos o la cirugía, tener mascotas "no parece conllevar ningún riesgo", añadió.

Más información

Para más información sobre cómo ser un dueño de mascotas de manera responsable, visite la American Veterinary Medical Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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