Los científicos restauran la memoria en ratones que tenían una enfermedad parecida al Alzheimer

Usaron nuevos medicamentos y ambientes altamente estimulantes

DOMINGO 29 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- En un estudio reciente, se restauró la memoria de ratones que habían sido alterados para imitar las fallas de memoria de los pacientes de Alzheimer, ya fuera mediante su ubicación en ambientes altamente estimulantes o recibiendo un medicamento que se receta más comúnmente para combatir el cáncer.

Aunque la investigación sigue en sus primeras etapas, "realmente da esperanzas para los pacientes humanos, sobre todo para los que tienen demencia", afirmó la investigadora principal del estudio, Li-Huei Tsai, profesora de ciencias cerebrales y cognitivas del Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Su equipo publicó los hallazgos en la edición en línea del 29 de abril de la revista Nature.

La enfermedad de Alzheimer se está volviendo más común a medida que la población envejece. Actualmente, cinco millones de estadounidenses sufren de la enfermedad, según la Alzheimer's Association. Para 2050, a menos que se encuentren nuevas maneras de prevenir o tratar la enfermedad, el total podría llegar a los 16 millones.

Una de las características del Alzheimer es una pérdida gradual pero inexorable de la memoria, pero los neurocientíficos nunca han tenido claro si los recuerdos se pierden realmente o si simplemente se vuelven inaccesibles.

Según Tsai, los expertos han sospechado por largo tiempo que los llamados ambientes "enriquecidos" pueden mejorar al aprendizaje. ¿Pero pueden también ayudar a restaurar las memorias débiles?

"No creo que nadie haya estudiado esto a profundidad, porque hay sólo un número limitado de cosas que se puede hacer con los humanos", apuntó Tsai. "Y en términos de modelos animales, también ha sido difícil".

Sin embargo, hace unos años su equipo del MIT realizó una especie de avance al respecto. Modificaron mediante ingeniería biológica una cepa de ratones a los cuales se podía inducir en cualquier momento de su vida a imitar la pérdida constante de neuronas que ocurre con el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Esta destrucción constante de las neuronas puede llevar a graves deficiencias de memoria.

Trabajando con este modelo de ratones, el grupo de Tsai entrenó primero a una cantidad roedores para que realizaran una serie de tareas. Entonces, indujeron una pérdida neuronal parecida al Alzheimer que daña la memoria.

Sin embargo, los ratones a los cuales se mantuvo en un ambiente enriquecido (habitaciones llenas de anaqueles, perchas, material para anidar, túneles y, sobre todo, otros ratones) siguieron pudiendo usar su memoria y encontrar el camino en los laberintos que habían aprendido a circular semanas antes.

Al contrario, los ratones que permanecieron en ambientes no estimulantes por lo normal se perdían y no completaban las tareas. Parecía que esos roedores no podían recordar las tareas que habían aprendido antes, entre ellas circular los laberintos, apuntaron los investigadores.

¿Cómo podrían los ambientes estimulantes preservar o mejorar la memoria? "El enriquecimiento ambiental no parece recuperar las memorias perdidas, no creemos que sea ese el caso", dijo Tsai. "En cambio, pensamos que el enriquecimiento ambiental promueve el crecimiento de nuevas neuronas y la formación de nuevas sinapsis. Proponemos que en realidad es como un nuevo cableado para el cerebro".

Se observaron resultados similares cuando los ratones con pérdida de memoria inducida recibieron un nuevo tipo de medicamento conocido como inhibidor de histona deacetilasa (HDAC). Esos agentes ya están en uso como terapia contra el cáncer y parecen funcionar a nivel molecular para "liberar" genes que producen factores de crecimiento y proteínas vitales.

Los ratones a los que se suministró un inhibidor de la HDAC tenían muchas menos problemas de encontrar su camino en los laberintos y realizar otras tareas que dependían de la memoria, frente a los ratones que no recibían el medicamento, aseguró Tsai.

De nuevo, considera que los HDAC podrían haber estimulado genes cruciales para la memoria de aprendizaje en los cerebros de los roedores. Esto podría haber llevado a la formación de nuevas redes neurales que daban a estos ratones que tienen cerebros dañados un acceso renovado a memorias útiles.

El hallazgo sobre el inhibidor de la HDAC es "realmente interesante", señaló Paul Sanberg, director del Centro de excelencia para el envejecimiento y la reparación cerebral de la Facultad de medicina de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa.

"Especialmente porque estos medicamentos ya se usan en pacientes de cáncer, lo que significa que ya están clínicamente disponibles, tal vez se desarrollarían un poco más rápido para los pacientes de Alzheimer", aseguró.

Pero todavía quedan varias preguntas por responder. "¿Exactamente cuáles genes se están potenciando y cuáles son necesarios? No creo que de este artículo se puedan obtener esas respuestas", apuntó Sanberg.

Tsai estuvo de acuerdo en que se necesitan más estudios antes de que los HDAC sean evaluados en los pacientes de Alzheimer. "Ahora mismo, sólo mostramos los efectos beneficiosos en modelos animales. Antes de proceder con humanos, realmente necesitamos saber más", afirmó.

Pero ahora existen ambientes enriquecidos (que comprenden tanto estimulación mental como actividad física) para ayudar a la memoria de cualquiera.

"Creo que eso es tan importante y no sólo para los pacientes de Alzheimer", señaló Tsai. "Creo que todos debemos mantenernos ocupados y activos. Definitivamente es muy beneficioso para todo el mundo".

Más información

Para más información sobre la enfermedad de Alzheimer, vaya a la Alzheimer's Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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