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Una clase de fármacos que se receta habitualmente podría aumentar el riesgo de demencia

LUNES, 24 de junio de 2019 (HealthDay News) -- Los médicos recetan anticolinérgicos para varias afecciones. Pero un nuevo estudio sugiere que podrían aumentar el riesgo de demencia de los pacientes mayores.

Entre estos medicamentos se incluyen desde el Benadryl (difenhidramina) hasta ciertos antipsicóticos y fármacos para el Parkinson. Se usan para tratar una amplia variedad de afecciones distintas, entre ellas la depresión, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la vejiga hiperactiva, las alergias y los trastornos gastrointestinales.

Los anticolinérgicos ayudan a contraer y relajar los músculos, y funcionan al bloquear la acetilcolina, una sustancia que transmite mensajes en el sistema nervioso.

Pero un nuevo estudio británico encontró que las personas de a partir de 55 años que tomaron anticolinérgicos fuertes a diario durante tres años o más presentaban un aumento del 50 por ciento en el riesgo de demencia.

"Nuestro estudio amplía las evidencias de los riesgos potenciales asociados con los anticolinérgicos potentes, sobre todo los antidepresivos, los antimuscarínicos para la vejiga, los antiparkinsonianos y los antiepilépticos", señaló la autora del estudio, Carol Coupland, de la división de atención primaria de la Universidad de Nottingham.

Se sabe que los anticolinérgicos provocan efectos secundarios a corto plazo (incluyendo confusión y pérdida de la memoria), pero no está claro si el uso a largo plazo aumenta el riesgo de demencia.

Para averiguarlo, el equipo de Coupland examinó los expedientes médicos de casi 59,000 pacientes con demencia en Reino Unido, y además de un grupo de control de más de 225,000 pacientes sin demencia. Todos los pacientes tenían a partir de 55 años de edad. El promedio de edad de los pacientes con demencia era de 82 años.

En general, el estudio encontró un aumento en el riesgo de demencia entre los que tomaban anticolinérgicos. Tras tomar en cuenta otros factores de riesgo de la demencia, los investigadores concluyeron que los anticolinérgicos fuertes se asociaban con un incremento en el riesgo de demencia.

No hubo un mayor riesgo de demencia entre los pacientes que tomaban otros tipos de anticolinérgicos, como los antihistamínicos (Benadryl) y los medicamentos gastrointestinales.

Entre uno y 11 años antes del diagnóstico de demencia o su equivalente en los controles, a casi un 57 por ciento de los pacientes con demencia y a un 51 por ciento de los del grupo de control les recetaron al menos un anticolinérgico fuerte, con un promedio de seis recetas entre los pacientes de demencia y de cuatro entre los del grupo de control.

El estudio aparece en la edición en línea del 24 de junio de la revista JAMA Internal Medicine.

Los investigadores anotaron que se trató de un estudio observacional, de forma que no puede probar que los anticolinérgicos provocaran la demencia. Por ejemplo, es posible que los medicamentos se recetaran a los pacientes con demencia para ayudar a tratar los síntomas muy iniciales de la enfermedad.

Pero si los anticolinérgicos ayudan a causar demencia, alrededor de un 10 por ciento de los casos de demencia podrían ser atribuibles a esos fármacos, apuntaron los autores del estudio.

Como mínimo, "este estudio ofrece más evidencias de que los médicos deben tener cuidado al recetar ciertos medicamentos con propiedades anticolinérgicas", comentó en un comunicado de prensa de la Nottingham el coautor del estudio, Tom Dening, director del Centro de Demencia de la universidad.

Pero enfatizó que "es importante que los pacientes que toman medicamentos de este tipo no los interrumpan de repente, dado que eso podría ser mucho peor. Si los pacientes tienen inquietudes, deben hablar al respecto con el médico para considerar las ventajas y desventajas de los tratamientos que reciben".

Y Coupland enfatizó que "los profesionales de la atención de la salud deben sopesar cuidadosamente los riesgos de este tipo de medicamento junto con los beneficios cuando los receten". En algunos casos, "se deberían considerar tratamientos alternativos cuando sea posible, por ejemplo otros tipos de antidepresivos o tipos alternativos de tratamientos para las afecciones de la vejiga", planteó.

Coupland añadió que "encontramos un riesgo más alto entre las personas diagnosticadas con demencia antes de los 80 años, lo que indica que los anticolinérgicos se deberían recetar con precaución a las personas de mediana edad, y también a las personas mayores".

La Dra. Gayatrii Devi es una neuróloga que se especializa en trastornos de la memoria en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Cree que muchas personas recurren demasiado fácilmente a los anticolinérgicos, sobre todo para los problemas del sueño.

"Hay una epidemia creciente de dependencia de los medicamentos para dormir, desde las benzodiacepinas como Ambien y Xanax hasta anticolinérgicos usados con frecuencia en muchos somníferos de venta libre, para poder dormir de noche", dijo.

Devi cree que hay otras formas conductuales de recuperar un buen sueño nocturno.

"Idealmente, lo que debemos hacer es volver a algo en lo que somos expertos desde nacer, dormir, sin ningún somnífero", añadió Devi.

Más información

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE. UU. tiene más información sobre la demencia.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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