Trabajar con intensidad al comienzo de la vida podría ayudar a los niños autistas

Un estudio halla que las habilidades de lenguaje y sociales mejoran con programas especialmente diseñados

LUNES, 30 de noviembre (HealthDay News/DrTango) -- Un programa especial de intervención intensiva precoz para bebés que sufren de autismo tuvo éxito en aumentar el coeficiente intelectual (CI) junto con las habilidades de lenguaje y sociales de los niños, según muestra un estudio reciente.

"Cuando se hace de esta manera, muchos niños pueden aprender y realizar avances sorprendentes", aseguró Geraldine Dawson, autora principal del estudio que aparece en la edición en línea del 30 de noviembre de la revista Pediatrics y directora científica de Autism Speaks. "Al final del estudio, algunos de los niños asistían al preescolar normal y habían desarrollado el lenguaje y amistades con sus compañeros".

Los niños del estudio tenían entre un año y medio y dos años y medio de edad, pero la intervención, llamada Modelo de inicio temprano de Denver, fue diseñada para niños entre uno y cinco años de edad, apuntó Dawson.

"Esta es la primera vez que ha habido un estudio aleatorio y controlado de una intervención intensiva precoz para los bebés", añadió Dawson, quien era profesora de psicología y directora del Centro de Autismo de la Universidad de Washington en Seattle cuando se llevó a cabo el estudio. "Ha habido unos cuantos estudios de estrategias a corto plazo que mejorarían habilidades específicas como el lenguaje y la conducta social".

La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda actualmente que los niños sean evaluados incluso desde los 18 meses de edad para los trastornos del espectro autista, un conjunto de trastornos del desarrollo neural, a veces llamados trastornos generales del desarrollo, entre ellos déficits sociales y verbales.

Sin embargo, la edad del diagnóstico es por lo general entre los tres y cuatro años, dijo Dawson, simplemente porque las nuevas herramientas de evaluación no son de uso generalizado.

"Los sistemas que subyacen las conductas sociales tempranas, como el contacto visual y los balbuceos, se dan en los primeros meses de la vida, así que uno de los motivos de que intentemos movernos al diagnóstico precoz y la intervención temprana es para poder intervenir en un momento en que el cerebro está aún en desarrollo, de manera que podamos cambiar la trayectoria no sólo del desarrollo temprano sino también del desarrollo del cerebro", explicó.

Para el estudio, 48 niños de uno y medio a dos años y medio de edad, que tenían un trastorno del espectro autista, fueron asignados al nuevo programa del Modelo de inicio temprano de Denver, o se colocaron en programas generalmente disponibles en sus comunidades.

El Modelo de Denver "se dirige a todas las áreas del desarrollo, ya sea el lenguaje, la conducta social, las habilidades motrices, el juego o las habilidades de autoayuda, y la intervención es provista por paraprofesionales calificados que trabajan con el niño de manera individual en el hogar durante dos sesiones de dos horas cinco días a la semana", explicó Dawson. "También se entrena a los padres para que lleven a cabo estrategias de intervención y las usen en el contexto del momento del baño, durante la cena, o incluso en el parque".

"Las estrategias de este modelo se presentan en un contexto muy natural, basado en el juego y enfocado en las relaciones, en lugar de sentar al niño en una mesa y hacer ejercicios de práctica", agregó. "Se trata de un proceso lento, una labor de amor, enseñar a los niños todas estas habilidades paso a paso".

Dos años más tarde, los niños del grupo del Modelo de Denver habían mejorado en promedio 17.6 puntos en una escala estandarizada de aprendizaje de principios de la vida, frente a un aumento de 7 puntos en el grupo de comparación. Los niños del Modelo de Denver también observaron un aumento de 15.4 puntos en el CI, frente a un aumento de 4.4 puntos para los demás.

Los niños que participaron en el programa del Modelo de Denver también fueron más propensos a que su diagnóstico cambiara de autismo a trastorno generalizado del desarrollo, encontró el estudio.

Un manual que describe el método paso a paso será publicado en el próximo mes, aseguró Dawson. Los autores también trabajan en materiales de capacitación basados en web y otras maneras de lograr que el modelo esté disponible más ampliamente, apuntó.

Keith A. Young, vicepresidente de investigación del departamento de psiquiatría y ciencias conductuales del Colegio de medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, y presidente de la Junta de asesoría sobre tejidos de Autism Speaks, describió el estudio como "un trabajo críticamente importante".

"Crea el estándar para terapias adicionales que podrían surgir", comentó Young. "Este tratamiento se hizo de manera muy rigurosa en cuanto a la ciencia, y creo que... se convertirá en el estándar de lo que se necesita hacer para que estos niños funcionen mejor". "La magnitud del aprendizaje que se dio en los dominios que son deficientes en la gente que tiene autismo, y en particular en el lenguaje expresivo y la comunicación, fue realmente sustancial y los llevó al nivel en que realmente mejorará su calidad de vida", añadió.

Donna Murray, codirectora del Centro Kelly O'Leary de Trastornos del Espectro Autista del Centro médico del Hospital pediátrico de Cincinnati, dijo que el estudio "continúa respaldando la idea de que tenemos que ser capaces de proveer más intervención intensiva temprana" para los trastornos del espectro autista.

"Sabemos que hay estudios que sugieren que el análisis conductual aplicado [utilizado en el modelo de Denver] tiene resultados positivos con los niños autistas", apuntó Murray. "Se trata de un muy buen estudio para respaldar lo que más o menos sospechábamos".

Un segundo estudio publicado en la misma edición de Pediatrics encontró que el medicamento antipsicótico aripiprazole (Abilify) ayudó a controlar los berrinches, agresión y otras formas de irritabilidad en 98 niños y adolescentes con un trastorno del espectro autista. El estudio fue financiado por Bristol-Myers Squibb y Otsuka Pharmaceutical Co., que desarrollan y mercadean Abilify.

El fármaco es un antipsicótico usado más comúnmente para tratar la esquizofrenia y la manía asociada con el trastorno bipolar.

Más información

El Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. tiene más información sobre los trastornos del espectro autista.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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