Casi todos los jugadores de la NFL a los que se realizaron autopsias mostraron una enfermedad cerebral vinculada con los traumatismos

Parece que ninguna posición en el campo de fútbol americano ofreció protección, según un estudio
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MARTES, 25 de julio de 2017 (HealthDay News) -- Un 99 por ciento de los ex jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League, NFL) que donaron sus cerebros a la ciencia al final tenían una encefalopatía traumática crónica (ETC), un devastador trastorno, según un informe reciente.

Los investigadores encontraron evidencias del trastorno cerebral en 110 de 111 jugadores fallecidos de la NFL, dijo el coautor del estudio, el Dr. Daniel Daneshvar, investigador en el Centro de ETC de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.

"Una proporción sorprendente de deportistas que jugaron al nivel más alto desarrollan una enfermedad neurodegenerativa", advirtió Daneshvar. "Esto es increíblemente preocupante, dada la abrumadora cantidad" de hombres que han jugado a nivel profesional en algún momento.

También se encontraron evidencias de ETC en un 91 por ciento de los cerebros donados por jugadores de fútbol americano universitario, en un 88 por ciento de los jugadores de la Liga Canadiense de Fútbol Americano (Canadian Football League), y en un 21 por ciento de los cerebros donados por jugadores de secundaria, encontraron los investigadores.

Según el Dr. Gil Rabinovici, profesor asociado de neurología en el Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California, en San Francisco, "también se pudieron detectar los cambios de la ETC en algunos individuos que jugaron a nivel universitario e incluso de escuela secundaria, lo que sugiere que unos niveles más bajos de exposición podrían ser suficientes para conducir a una lesión cerebral".

El informe incluye los resultados de las autopsias de 202 cerebros; se diagnosticó la ETC en 177 cerebros.

Daneshvar anotó que "en este estudio, multiplicamos por más de dos el número total de casos de ETC en la literatura mundial".

La ETC tiende a ocurrir en personas que experimentan traumatismos cerebrales repetitivos. Aparece en una autopsia como grupos aberrantes de proteínas y otras señales de daño cerebral, según la Concussion Legacy Foundation, una organización sin fines de lucro.

Estudios anteriores han sugerido que tanto las conmociones en toda regla como los golpes que no llegan a ser conmociones (que son golpes fuertes en la cabeza, pero no conmociones en sí) pueden contribuir al riesgo de sufrir la ETC, dijo Rabinovici.

Las personas con el trastorno experimentan problemas con el pensamiento y la memoria, trastornos del estado de ánimo y problemas conductuales, dijo Daneshvar. La falta de control de los impulsos, la agresividad, la depresión, el deterioro del juicio, la pérdida de memoria, la paranoia, la confusión y la demencia progresiva son algunos de los síntomas que pueden ocurrir.

Investigaciones anteriores han descubierto la ETC en docenas de ex jugadores de la NFL. Entre ellos se encontraban el centro Mike Webster de los Pittsburgh Steelers; Junior Seau, apoyador de los San Diego Chargers; Ken Stabler, mariscal de campo de los Oakland Raiders; y Frank Gifford, corredor de los New York Giants.

Los resultados del nuevo estudio se publicaron el 25 de julio en la revista Journal of the American Medical Association.

Los investigadores encontraron que, entre los pacientes con una ETC grave, un 89 por ciento experimentaron problemas conductuales o del estado de ánimo, un 95 por ciento tenían dificultades de pensamiento y razonamiento, y un 85 por ciento mostraban señales de demencia.

La gravedad de la ETC encontrada en el cerebro de un jugador varió según su nivel de juego, de acuerdo con el nuevo informe.

La mayoría de los cerebros de los jugadores de niveles avanzados mostraron señales de ETC grave, incluyendo un 86 por ciento de los jugadores profesionales y un 56 por ciento de los jugadores semiprofesionales o universitarios.

Por otra parte, todos los jugadores de secundaria diagnosticados con la ETC mostraban señales leves de la enfermedad, encontraron los investigadores.

"Cada vez está más claro que probablemente haya una relación entre la exposición a golpes repetitivos en la cabeza y el desarrollo de la ETC", dijo Daneshvar.

Aunque el estudio no prueba una relación causal directa, dijo que las diferencias en esta muestra tienden a respaldar la idea de que hay una asociación entre jugar fútbol americano y el desarrollo de una enfermedad neurodegenerativa.

Además, ninguna posición en el campo pareció ser más segura que cualquier otra respecto a la ETC, explicó Daneshvar.

"Entre los jugadores de la NFL y los universitarios, tenemos una amplia variedad de ellos que han jugado en todas las posiciones en el campo y que desarrollan la ETC", comentó Daneshvar. "No está claro que hubiera una posición que un deportista pudiera jugar en la que no desarrollaría la ETC".

Daneshvar y Rabinovici anotaron que las cifras de este informe no pueden aplicarse a todos los jugadores de fútbol americano en general, dado que estos cerebros se donaron de forma específica para examinar la ETC.

"Es una muestra bastante sesgada", dijo Rabinovici, autor de un editorial que acompañó al artículo. "Casi todos los pacientes tuvieron discapacidades en vida. Las familias cuyos seres queridos enfermaron en vida son intuitivamente más propensas a comprometerse a donar el cerebro, en parte para conseguir una explicación sobre qué provocaba los síntomas de su ser querido", explicó.

"Además, el estudio contenía muchos más ex jugadores profesionales y relativamente pocos pacientes jugaron a nivel de secundaria o inferior", siguió Rabinovici. "Observamos una muestra de algunos de los individuos más enfermos que probablemente se expusieron a una carga muy alta de lesión cerebral traumática".

Ahora, la ETC solo se puede diagnosticar tras el fallecimiento. Para comprender el alcance completo del problema, los médicos deberían ser capaces de detectar la ETC en personas vivas, dijo Rabinovici.

"Dadas las limitaciones de un estudio basado en autopsias, en realidad no sabemos qué tan común es la ETC en la NFL, y mucho menos en los millones que juegan a un nivel inferior, o que participan en otros deportes de contacto", señaló Rabinovici.

Aunque se está trabajando en nuevos métodos de diagnóstico, "todavía no hay nada listo para el protagonismo", dijo.

Más información

Para más información sobre la ETC, visite la Concussion Legacy Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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