El descubrimiento de un gen podría cambiar el cuidado psiquiátrico

El ADN podría explicar las distintas reacciones a los antidepresivos

JUEVES 8 de julio (HealthDayNews) -- Por primera vez, investigadores que trabajan con ratones han identificado una mutación genética natural que afecta los niveles de serotonina en el cerebro, un neuroquímico asociado con la depresión, la ansiedad y otras condiciones psiquiátricas.

El hallazgo podría ayudar a explicar por qué algunos pacientes se sienten mucho mejor luego de tomar antidepresivo que alteran la serotonina, como Paxil, Prozac y Zoloft, y por qué otros no.

Los hallazgos "sugieren que hay diferencias hereditarias en la manera como el cerebro fabrica o sintetiza la serotonina", afirmó el Dr. Jerrold Rosenbaum, jefe de psiquiatría en el Hospital General de Massachusetts en Boston.

"Esto nos da toda una nueva línea de investigación, tanto en el tratamiento personalizado y para entender cómo funcionan los tratamientos, como para saber por qué hay diferencias en las respuestas", sostuvo.

La serotonina es un neurotransmisor, parte de los circuitos químicos del cerebro responsables por organizar el pensamiento, las emociones y los actos, lo que modela el comportamiento humano. En los individuos sanos, la serotonina y otro neurotransmisor, la dopamina, trabajan juntos en cierto "equilibrio químico" para ayudar a que el ánimo y las emociones se mantengan relativamente estables.

Cuando el equilibrio se pierde, sin embargo, pueden ocurrir condiciones como la depresión crónica. Los medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) mantienen los niveles de serotonina en concentraciones elevadas para reestablecer el equilibrio y mejorar el ánimo en el proceso.

Sin embargo, durante años los psiquiatras han notado que los ISRS como Celexa, Paxil, Prozac y Zoloft no siempre funcionan como se espera en cada paciente.

De hecho, "apenas entre el 30 y el 40 por ciento de las personas que reciben ISRS realmente tienen una respuesta de buena calidad" al medicamento, advirtió Rosenbaum. "Hay mucha gente que tiene una respuesta parcial o incompleta, o hasta ninguna".

Para entender mejor las diferencias en las concentraciones de serotonina de individuo a individuo, los investigadores liderados por Marc G. Caron, profesor de biología celular de la Universidad de Duke, utilizaron ratones para analizar de cerca los genes responsables de producir una enzima cerebral llamada hidroxilasa triptofán-2 (Tph2).

Se sospecha que la Tph2 es el principal instigador químico de la producción de serotonina en el cerebro. Cuando el equipo de Duke se enfocó en los genes responsables de la creación de Tph2, encontraron diferencias sorprendentes de ratón a ratón.

En un informe que aparece en la edición del 9 de julio de Science, los investigadores dijeron que una variante genética del Tph2 está relacionada con niveles normales de producción de serotonina en el cerebro del ratón.

Por otro lado, otro gen de Tph2, cuya diferencia con el primero era apenas una unidad de ADN, fue asociado con las reducciones en las concentraciones de serotonina en el cerebro de entre 50 y 70 por ciento.

Caron advirtió que todavía no se ha comprobado que las mismas diferencias genéticas existan en los seres humanos. "Esperemos, de todos modos, que los resultados de nuestro estudio nos den una pista, una insinuación de las potenciales diferencias entre individuos".

Pero como los seres humanos tienden a mostrar mucha mayor divergencia genética que los ratones de laboratorio, Caron dijo que cree que pueda haber más variantes de Tph2 en humanos, no menos. Los estudios que se enfocan en las diferencias entre el ADN humano ya están siendo realizados en Duke, aseguró.

Caron recalcó que el descubrimiento del gen de Tph2 marca la primera vez que los científicos han logrado identificar una variante genética "funcional" relacionada con la serotonina, una variante que afecta directamente los niveles de este neurotransmisor en el cerebro.

Aunque este estudio está en sus inicios, el hallazgo es "muy emocionante", dijo, porque puede que algún día nos pueda a ayudar a entender "por qué cada paciente tiene una sensibilidad distinta a diferentes medicamentos o por qué tienen susceptibilidades variables a condiciones psiquiátricas específicas".

Rosenbaum dijo que entender mejor las vulnerabilidades genéticas de cada paciente también puede llevar a lo que se conoce como farmacogenética psiquiátrica, "donde se puede monitorear la presencia o ausencia de un código genético para alguna de estas enzimas. Si hay diferencias en cada persona, los médicos podrán predecir con anticipación quien responderá a un medicamento que aumente la serotonina y quién no, para poder evitar que los segundos sufran pruebas inútiles o efectos secundarios".

"Es algo que siempre hemos esperado poder hacer", dijo. "Ajustar el tratamiento racionalmente a cada paciente individual".

Más Información

Para aprender más sobre la depresión, visite el National Institute of Mental Health.

Traducido por HispaniCare

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