El efecto de la quimioterapia sobre el cerebro está en debate

Una nueva investigación sugiere que los problemas mentales puede que ya existan antes de someterse a la terapia

LUNES 21 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Desde hace mucho tiempo, se ha creído que las mujeres que se someten a quimioterapia para combatir un cáncer de mama padecen "cerebro químico" o problemas de atención, concentración y memoria.

Sin embargo, un grupo de investigadores señala en la edición del 21 de junio de la publicación Cancer que la incidencia del "cerebro químico" quizás se haya exagerado.

Según afirman los autores del estudio, las anteriores investigaciones no tomaron en cuenta los déficits cognitivos de las pacientes antes de comenzar el tratamiento con quimioterapia. Además, estos estudios anteriores comparaban las funciones intelectuales de las pacientes después de someterse a quimioterapia con los estándares de mujeres de similar edad y nivel educativo, en vez de compararlos con las propias capacidades cognitivas de las pacientes antes de comenzar la terapia.

"Sin duda, la existencia del "cerebro químico" es un hecho controversial", afirmó el Dr. Carl Kardinal, jefe del Ochsner Cancer Institute de Nueva Orleans.

Lo que no quiere decir que el "cerebro químico" no exista. Sólo quiere decir que quizás no siempre se deba a la quimioterapia.

"La quimioterapia puede provocar descensos en el nivel cognitivo, de eso no hay ninguna duda. Sin embargo, algunas personas pueden tener problemas cognitivos a causa del cáncer antes de comenzar el tratamiento", señaló Christina A. Meyers, autora principal del estudio y profesora de neuropsicología del M.D. Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas en Houston.

"Algunos de los pacientes previamente evaluados que tenían este tipo de problemas quizás tuvieran déficits cognitivos con anterioridad y otros que anteriormente presentaban unas funciones cognitivas correctas sí tuvieron estos problemas después del tratamiento. No tomaban en cuenta a las personas en ambos puntos", afirmó.

"Los pacientes de cáncer son vulnerables a padecer síntomas adversos que pueden ser provocados por la enfermedad", añadió Meyers. "Algunos han afirmado que tenían problemas de fatiga y falta de concentración antes del diagnóstico, que ellos mismos atribuían al exceso de trabajo o que, a posteriori, se podría deber a su diagnóstico".

En su estudio, Meyers y sus colegas fueron los primeros en evaluar las capacidades cognitivas de los pacientes antes y después de la quimioterapia. Los investigadores realizaron evaluaciones neuropsicológicas completas de 84 mujeres con cánceres de mama no invasivos antes de comenzar con la quimioterapia.

Durante el periodo anterior a la quimioterapia, el 36 por ciento ya mostraban ciertas evidencias de problemas cognitivos, especialmente problemas con sus capacidades verbales y de memoria. En menor medida, las mujeres también presentaban problemas con la memoria no-verbal, la velocidad del procesamiento psicomotor y la atención, las tareas visuales y ciertas habilidades de motricidad fina.

Por tanto, los investigadores señalaron que, dado que casi un tercio de las mujeres presentaban signos de problemas cognitivos antes de someterse a quimioterapia, quizás no sea adecuado culpar a la terapia en sí misma de estos problemas cognitivos.

Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo con las conclusiones de esta nueva investigación.

Entre los críticos, se encuentra el Dr. Stewart Fleishman, director de servicios de apoyo al cáncer del Continuum Cancer Centers of New York, el Beth Israel Medical Center y el St. Luke's-Roosevelt Hospital Center de Nueva York, que ha trabajado en un importante estudio sobre el "cerebro químico".

"Los [autores del estudio] no trabajaron con personas sanas, [sólo evaluaron] a personas que ya tenían el cáncer de mama. Es mucho más complicado", apuntó Fleishman, añadiendo que un gran número de factores, incluyendo las hormonas, podría ser la causa de los cambios cognitivos.

Meyers señaló que, de todas maneras, la nueva investigación sólo revela lo que pasa, no las razones. "De dónde viene [el "cerebro químico"] es la parte que aún no conocemos", apuntó. "Lo único que hemos establecido es que ocurre. El siguiente paso es saber a quién le sucede y el porqué".

Dependiendo de cuáles sean las razones, podría haber un gran número de tratamientos, señaló Meyers.

"Si se trata de una respuesta inflamatoria, evaluaríamos la actividad inmunológica", señaló. "Si se trata de una susceptibilidad genética, deberíamos evaluar a la gente en este sentido y posteriormente ser muy proactivos a la hora de tratar los síntomas antes de comenzar".

Otras opciones de tratamiento serían varios medicamentos, intervenciones conductuales y estrategias compensatorias, como aprender a organizarse por sí mismo, la auto hipnosis y el ejercicio. "Podemos hacer muchas cosas para atenuar los síntomas y hacerlos más manejables", afirmó Meyers.

Lo más importante es no negar que el "cerebro químico" existe, apuntó.

"Es real, sucede y debería tratarse de forma tan agresiva como el propio cáncer", añadió Meyers. "Los médicos deberían ser conscientes de que si alguien se queja sobre esta área, deberían prestarle atención porque se pueden hacer varias cosas al respecto".

Más Información

La American Cancer Society tiene más información sobre la quimioterapia para el cáncer de mama.

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