Enfriar a los recién nacidos podría ayudar a prevenir el daño cerebral

Un estudio sugiere que la hipotermia de cuerpo entero puede reducir los efectos de la falta de oxígeno

MIÉRCOLES 12 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Enfriar la temperatura del cuerpo entero de los bebés cuyos cerebros han sufrido pro la falta de oxígeno podría prevenir el daño cerebral o la muerte que con frecuencia ocurren como resultado de dicha carencia, sugiere un nuevo estudio.

Afortunadamente, la falta de oxígeno o privación de sangre no sucede con frecuencia en los bebés. Cuando sucede, se conoce como encefalopatía isquémica hipóxica (EIH), y el daño que resulta puede ser similar al de una apoplejía. De cada 1,000 nacimientos en los Estados Unidos, la EIH ocurre en alrededor de 1.5 nacimientos. Un bebé con encefalopatía moderada tiene un riesgo de 10 por ciento de muerte, y un riesgo de 30 por ciento de discapacidad.

Desafortunadamente, debido a que raras veces se conoce la causa de la EIH, no es mucho lo que se puede hacer para tratar el problema.

Sin embargo, la hipotermia médicamente inducida redujo el riesgo de muerte en 13 por ciento y el riesgo de parálisis cerebral en 11 por ciento, de acuerdo con un nuevo estudio que aparece en la edición del 13 de octubre del New England Journal of Medicine.

"El estudio se planificó porque sabíamos que el resultado de los bebés con encefalopatía de moderada a severa no era bueno", afirmó la coautora del estudio, la Dra. Seetha Shankaran, directora de medicina neonatal y perinatal en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit.

"Hay una alta tasa de mortalidad y una alta tasa de discapacidad entre los supervivientes. Aunque hemos mejorado la manera en que cuidados a los bebés enfermos, no teníamos un tratamiento que nos ayudara a reducir el riesgo de daño cerebral", apuntó.

Para el estudio, Shankaran y sus colegas enrolaron a 208 recién nacidos con EIH de moderada a severa. Los bebés provenían de diferentes centros médicos en todos los Estados Unidos, y todos tenían menos de 6 horas de nacidos.

A los bebés se les asignó aleatoriamente al grupo de hipotermia o al grupo de control.

A los bebés en el grupo de hipotermia se les colocó sobre sábanas para enfriar, y su temperatura corporal se redujo a alrededor de 92.3 grados Fahrenheit (33.5 grados Celsius) por 72 horas. Mientras eran enfriados, el ritmo cardiaco y la presión arterial de los bebés fueron vigilados continuamente. Los investigadores también revisaron los daños cutáneos.

Entre dieciocho y 22 meses más tardes, los bebés fueron reevaluados en cuanto a las discapacidades neurológicas.

El veinticuatro por ciento de los bebés en el grupo de hipotermia murió durante el estudio, en comparación con el 37 por ciento del grupo de control.

La incidencia de parálisis cerebral, una complicación potencial de la EIH, fue de 19 por ciento en el grupo de hipotermia, en comparación con el 30 por ciento en el grupo control. Hubo ceguera en el 7 por ciento del grupo de hipotermia, comparado con el 14 por ciento del grupo de control. Se presentó una discapacidad severa del oído en el 4 por ciento del grupo de hipotermia, en comparación con el 6 por ciento del grupo de control.

Según el estudio, no hubo efectos adversos significativos causados por la hipotermia.

Shankaran afirmó que los investigadores no saben exactamente por qué la hipotermia parece ser efectiva, pero anotó que ralentiza muchos de los procesos que pueden conducir a un daño cerebral permanente, tal como el metabolismo de la energía y la muerte celular en el cerebro.

La Dra. Lu-Ann Papile, neonatóloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México, afirmó que los resultados del estudio son "interesantes y promisorios" pero que se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos.

En un editorial en la misma edición del boletín, Papile apuntó que un estudio de la edición del 19 de febrero de 2005 de The Lancet evaluó el mismo tema, pero tuvo resultados diferentes. En ese estudio, sólo se enfriaron los cerebros de los bebés, aunque el enfriamiento se inició un poco después, y los bebés tal vez tenían daño más severo. Papile reconoció que esos factores tal vez eran responsables de los hallazgos diferentes. Aún así, dijo, estas diferencias apuntan a la necesidad de más investigación para ver si realmente hay un beneficio con el enfriamiento.

"Este estudio es promisorio, pero muy preliminar", apuntó Papile. "Mi preocupación es que las personas puedan pensar 'intentemos este tratamiento, podría ayudar'. Pero estos estudios se hicieron en ambientes muy cuidadosos". También añadió que hay un potencial de complicaciones por el tratamiento. La hipotermia puede inducir peligrosas irregularidades en el ritmo cardiaco, aumentar la presión arterial pulmonar, y causar daño directo a la piel, apuntó.

"La naturaleza de la neonatología es tratar de hacer algo", afirmó Papile. Pero este tratamiento simplemente no es algo que debería intentarse en hospitales comunitarios todavía, opinó.

Shankaran dijo que los investigadores produjeron directrices para el tratamiento que serán publicadas pronto.

"Es un tratamiento promisorio que puede ser ofrecido a las familias, pero sólo dentro de los mismos criterios que usamos para este estudio. No debe ser utilizado en ambientes de hospital en que no se pueda seguir el protocolo publicado", afirmó.

Más información

Si bien no hay manera de prevenir la encefalopatía isquémica hipóxica, los U.S. Centers for Disease Control and Prevention tienen información sobre medidas que pueden tomarse para tener un embarazo saludable.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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