La música tiene magia para aumentar el CI de los niños

Las lecciones de piano y de voz le pueden dar una ventaja intelectual a los niños de 6 años

MARTES 13 de julio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Sonará como música en los oídos de los padres: Una nueva investigación muestra que, después de nueve meses de entrenamiento en piano o en voz, el CI de los jóvenes estudiantes subió casi tres puntos más que sus compañeros que no recibían lecciones.

El estudio canadiense provee apoyo a la idea de que el entrenamiento musical podría hacer más por los niños que simplemente enseñarles las escalas. Ejercita partes de sus cerebros útiles en matemáticas, la inteligencia espacial y otros empeños intelectuales.

"Debido a que hay tantas facetas diferentes involucradas (como memorización, expresión de la emoción, aprendizaje sobre el intervalo musical y los acordes), con las lecciones de música, la naturaleza multidimensional de la experiencias podría estar motivando el efecto [en el CI]", afirmó el autor del estudio, E. Glenn Schellenberg, de la Universidad de Toronto en Mississauga.

Hace una década, investigadores liderados por Frances Rauscher de la Universidad de Wisconsin, encontraron que simplemente escuchar a Mozart producía un aumento temporal en la inteligencia espacial.

Si bien el "Efecto Mozart" ha sido difícil de replicar en estudios subsecuentes, la idea de que la música o el entrenamiento musical podrían aumentar el CI se arraigó en la comunidad científica.

En su estudio, que será publicado en la edición de agosto de Psychological Science, Schellenberg ofreció lecciones gratuitas de piano o de voz a 12 niños de 6 años del área de Toronto una vez a la semana en el Conservatorio Real de Música, descrito por Schellenberg como el "más prestigioso conservatorio de música" en Canadá.

Eligió a niños de 6 años de edad porque sus cerebros en desarrollo aún retienen un gran grado de "plasticidad", definida como "la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a los estímulos ambientales".

Por otro lado, los niños de menos de 6 años se consideraron como no apropiados "porque también se desea que las lecciones sean suficientemente rigurosas y no se puede comenzar un entrenamiento musical serio con niños de 4 años", afirmó.

Schellenberg también quería separar el efecto del CI en el entrenamiento musical en sí, del entrenamiento en artes en general. Para lograr esto, proveyó a un tercer grupo de niños de 6 años con clases de drama gratuitas semanales. Un cuarto grupo de niños de 6 años no recibió ninguna clase durante el periodo del estudio.

Los CI de los niños se evaluaron con antelación usando la prueba de inteligencia Weschler completa, la cual evalúa varios aspectos de la función intelectual en 10 áreas separadas. Schellenberg explicó que todos los niños "vinieron a mi laboratorio en el verano antes del primer grado y se les aplicó toda la prueba, la cual toma alrededor de tres horas".

Luego de la evaluación inicial, los niños "fueron al primer grado y a los cuatro grupos diferentes a los que fueron asignados. Luego, entre el primer y segundo grado, volvieron al laboratorio a ser evaluados nuevamente".

Cuando fueron evaluados nuevamente, todos los estudiantes (aún los que no estaban en clase de música o drama) mostraban aumentos en el CI de por lo menos 4.3 puntos en promedio, dijo Schellenberg. "Esa es simplemente una consecuencia común de ir a la escuela", apuntó.

Enfocándose primero en los niños que tomaban clases de drama, Schellenberg encontró que "no diferían [en CI aumentado] del grupo que no tomaba ninguna lección". Sin embargo, los niños que tomaban clases de actuación tendieron a puntuar más alto en aspectos de sociabilidad que los otros niños, probablemente debido a la naturaleza cooperativa de montar una obra de teatro.

El único impulso añadido en el CI vino de los niños a quienes se enseñaba piano o voz. De acuerdo a Schellenberg, los niños en los grupos de música "tenían aumentos en el CI ligeramente mayores al del grupo de control", con un promedio de ganancia de 7 puntos en el CI respecto a las puntuaciones del año anterior, 2.7 mayor que los niños en los grupos de drama o en ningún grupo.

Este aumento en el CI se considera pequeño pero significativo, y se evidenció en todo el amplio espectro de la inteligencia medido por la prueba Weschler, dijo Schellenberg.

Haciendo un comentario sobre el estudio, Rauscher dijo que "ciertamente confirma muchas investigaciones que hemos realizado en el pasado". Los resultados del investigador canadiense se desvían de su propio trabajo, dijo, "en haber encontrado este efecto para la inteligencia general".

El trabajo de Rauscher ha tendido a concentrarse en el efecto de la música sobre la inteligencia espacial, o sea, la habilidad para pensar en rompecabezas tridimensionales sin usar el modelo real.

Aunque sigue siendo una teoría, especuló que "comprender la música, particularmente aprender a traducir símbolos musicales en sonido, podría transferirse a otras habilidades, porque comparten vías neuronales similares".

Tanto Schellenberg como Rauscher estuvieron de acuerdo en que, idealmente, las lecciones de música deben estar disponibles para los niños como parte de su educación.

"No tenemos ninguna evidencia de que la música sea exclusiva en este aspecto", apuntó Schellenberg, "pero por otro lado ciertamente no es mala para uno. Nuestros estudios sugieren que las actividades extracurriculares son enriquecedoras para el desarrollo".

Desafortunadamente, los adultos que se sientan animados a tomar una guitarra o usar sus habilidades vocales podrían no recibir el mismo beneficio en su poder cerebral.

"Realmente pienso que se encontrará los efectos más fuertes en niños jóvenes", dijo Rauscher. "Eso no quiere decir que no se encontrará nada en adultos, pero pienso que será mucho más difícil y que tomaría mucho más tiempo".

Más Información

Para obtener más información sobre el aprendizaje precoz, visite la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

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