Las dosis pequeñas de monóxido de carbono podrían ayudar a las víctimas de accidente cerebrovascular

Un estudio de ratones mostró que reducía el daño cerebral después del ataque

MARTES, 16 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Se trata de un gas potencialmente letal, pero pequeñas cantidades de monóxido de carbono (CO) podrían ayudar a prevenir el daño cerebral después de un accidente cerebrovascular, informan investigadores de la Johns Hopkins.

El CO, un gas incoloro e inodoro que puede causar daño orgánico y la muerte, se encuentra en emisiones de combustión, como las expedidas por sistemas de calefacción, de vehículos y de estufas. En lugares cerrados o semicerrados con poca ventilación, el CO se acumula y representa una amenaza grave.

El equipo de la Hopkins halló que bajas cantidades de monóxido de carbono inhalado redujeron el daño cerebral en hasta 62.2 por ciento en ratones con accidente cerebrovascular inducido al bloquear brevemente una arteria en un lado del cerebro. Los investigadores creen que el monóxido de carbono puede proteger las células nerviosas del daño.

"El cuerpo produce CO de forma natural y éste puede desempeñar una función protectora ante varias circunstancias. La idea de nuestro experimento era ver si el monóxido de carbono externo podía tener un efecto similar", explicó el autor del estudio Sylvain Dor, profesor asociado del departamento de anestesiología y medicina crítica, en un comunicado de prensa de la Hopkins.

Luego de la inducción de los accidentes cerebrovasculares en los ratones, éstos se expusieron a 125 partes por millón (PPM) de CO, a 250 ppm de CO, o al aire. Se evaluó a cada grupo de ratones para detectar el daño en la función cerebral después del accidente cerebrovascular, sobre todo observando los patrones cuando corrían y sus reacciones a ciertos estímulos.

El daño cerebral en el lado del cerebro donde se interrumpió el suministro de sangre fue de 49.9 por ciento entre los ratones que se expusieron solamente al aire, de 22.9 por ciento en los ratones expuestos a 125 ppm de CO, y de 18.8 por ciento en los ratones expuestos a 250 ppm de CO. En comparación con los ratones expuestos únicamente al aire, los que se expusieron al CO tenían puntuaciones de la función neurológica significativamente mejores.

El efecto protector fue evidente en los ratones tratados a la hora y a las tres horas después del accidente cerebrovascular. Éste es un punto importante, porque "muchas víctimas del accidente cerebrovascular no reciben tratamiento de inmediato", advirtió Dor.

Los investigadores dijeron que el efecto protector del CO se podría deber a:

  • Su capacidad para dilatar los vasos sanguíneos, lo que incrementa el flujo de sangre.
  • Sus propiedades antiinflamatorias, que previenen la muerte celular por inflamación.
  • Su capacidad para reducir el agua en el cerebro. El exceso de agua en el cerebro aumenta la presión intracraneal, lo que acaba con las células cerebrales.

El estudio fue publicado en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista Neurotoxicity Research.

Cada año en Estados Unidos, cerca de 700,000 personas tienen un accidente cerebrovascular. De estas, el 87 por ciento sufre un accidente cerebrovascular isquémico, causado por la obstrucción de una arteria.

Más información

La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. tiene más información sobre el monóxido de carbono.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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