Las radiografías dentales podrían relacionarse con tumores cerebrales benignos

Un estudio halló un aumento en el riesgo, pero la conexión no fue concluyente

MARTES, 10 de abril (HealthDay News) -- Las personas que se han sometido a radiografías dentales frecuentes en el pasado, antes de que se redujeran las dosis de radiación, podrían estar en mayor riesgo de una forma de tumor del revestimiento del cerebro que por lo general es benigna, sugiere un estudio reciente.

La investigación no relaciona de forma definitiva las radiografías con los tumores, que afectan a alrededor de uno por ciento de las personas. También es posible que las radiografías dentales, que ahora se administran con una dosis más baja de radiación, no tengan nada que ver con los tumores.

Pero el estudio sugiere que las radiografías dentales podrían ser un factor de riesgo de los tumores, llamados meningiomas, apuntó la autora del estudio, la Dra. Elizabeth Claus, neurocirujana del Hospital Brigham and Women's de Boston y profesora de epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. Los hallazgos sugieren que los pacientes deben hablar con sus dentistas sobre los peligros posibles de las radiografías, y tener en cuenta las recomendaciones nacionales respecto a su uso, planteó.

"No creo que la gente esté consciente de esas directrices", dijo. "Muchas personas se someten a ellas cada seis meses o cada año, cuando la Asociación Dental Americana (American Dental Association) recomienda una cada dos o tres años". (Esa es la recomendación para los pacientes que nunca han tenido caries, o solo un pequeño número de empastes, y no están en mayor riesgo de caries).

Los meningiomas afectan el revestimiento del cerebro y de la médula espinal. Más del 90 por ciento se clasifican como benignos, no malignos. Pero en algunos casos pueden alcanzar el tamaño de una pelota de béisbol y afectar el funcionamiento del cerebro, llevando a problemas con la vista, dolores de cabeza, pérdida auditiva y de memoria, y convulsiones.

Con frecuencia, los neurocirujanos intentan extirparlos en los casos más graves.

"Provocan problemas tan pronto alcanzan cierto tamaño, porque el cráneo no cuenta con el espacio para acomodar el tumor. Cualquier tumor de más de un par de centímetros puede resultar en síntomas", explicó la Dra. Isabelle Germano, directora del Programa Integral de Tumores Cerebrales de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

La radiación se relaciona con varios tipos de tumores, entre ellos los meningiomas. En el nuevo estudio, los investigadores buscaban determinar si las radiografías dentales se relacionaban con los meningiomas que afectan específicamente el recubrimiento del cerebro.

Los investigadores examinaron a un grupo de más de 1,400 pacientes entre los 20 y los 79 de edad que fueron tratados por los tumores entre 2006 y 2011, y los compararon con un grupo similar de 1,350 personas que no desarrollaron tumores. La edad promedio en ambos grupos era de 57 años.

Los que sufrían de tumores tenían más del doble de probabilidades que los demás de reportar haberse hecho radiografías de aleta de mordida (en cualquier momento) y radiografías panorámicas (sobre todo a una edad joven) más frecuentes.

Las radiografías de aleta de mordida permiten ver la parte trasera de los dientes. Durante las radiografías, los pacientes muerden una lengüeta. Las radiografías panorámicas permiten mostrar toda el área dentro y alrededor de la boca, desde debajo de la nariz hasta el mentón.

El diseño del estudio no permitió a los investigadores especificar el nivel de aumento en el riesgo de tumor al que una persona que se ha sometido a radiografías dentales podría posiblemente enfrentarse. Sin embargo, sí parece que el aumento en el riesgo sería bajo, apuntó Claus.

En total, más del 92 por ciento de las personas del estudio reportaron haberse sometido a por lo menos una radiografía de aleta de mordida.

El Dr. Matthew Messina, dentista de Cleveland y vocero de la Asociación Dental Americana, dijo que un punto débil del estudio es que las memorias de las personas sobre sus radiografías no es clara. "Es difícil precisarlo", señaló, sobre todo sin expedientes dentales.

Messina añadió que la cantidad de radiación en las radiografías dentales se ha reducido significativamente con los años, gracias a factores como una mejor velocidad en la película radiográfica y la llegada de las radiografías digitales.

El estudio también fue observacional, o sea que puede mostrar una asociación pero no causalidad.

Entonces, ¿qué deben hacer los pacientes?

Los pacientes adultos y los padres de niños deben hablar con el dentista sobre las radiografías, aconsejó Germano. "Siempre es importante discutir en qué consiste una radiografía y cuál es su ventaja. Suponer que las radiografías son un procedimiento benigno no es buena idea", enfatizó.

Messina se mostró de acuerdo. "Siempre es bueno que los pacientes hablen con el dentista sobre por qué se hacen una radiografía, y qué se hace para proteger al paciente".

En general, los dentistas intentan equilibrar los posibles peligros de la radiación con la utilidad de las radiografías, afirmó. "Tomamos radiografías porque intentamos asegurar que una persona esté sana o diagnosticar qué le sucede".

El estudio aparece en la edición de abril de la revista Cancer.

Más información

Para más información sobre los tumores cerebrales, entre ellos los meningiomas, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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