Los veteranos de la guerra de Irak tienen algunas dificultades mentales

Un estudio encuentra efectos en la atención, el aprendizaje verbal y la memoria

MARTES 1 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Los soldados de los EE.UU. que sirven en Irak son propensos a ligeros problemas mentales y emocionales cuando regresan a casa, según un nuevo estudio.

Tanto los como las soldados desplegados en Irak tuvieron menores puntuaciones en medidas de lo que se conoce como "habilidades neuropsicológicas", como atención sostenida, aprendizaje verbal y memoria visuoespacial, en comparación con soldados que prestaban servicio en otros lugares.

El servicio en Irak también se asoció con mayores niveles de confusión y tensión, reportaron los investigadores.

"Los cambios fueron tanto positivos con negativos, en ambos casos bastante ligeros", apuntó la autora del estudio, Jennifer J. Vasterling, psicóloga clínica del Sistema de Atención de Salud de Veteranos del sureste de Luisiana.

Pero sólo citó un cambio positivo. Los soldados que prestaron servicio en Irak tuvieron tiempos de reacción más rápidos que los que no lo hicieron, lo que se puede comprender en personas que esperaban ser atacadas en cualquier momento.

El estudio aparece en la edición del 2 de agosto del Journal of the American Medical Association.

Los investigadores realizaron pruebas en 961 soldados activos que sirvieron en Irak y un grupo de comparación de 307 soldados que no prestaron servicio en el extranjero. Los resultados se ajustaron para tomar en consideración factores que incluían depresión y lesiones en la cabeza.

"Los cambios fueron ligeros, principalmente dentro de los límites normales, así que no estamos sugiriendo un trastorno o disfunción neurológica graves", apuntó Vasterling.

El Dr. Andrew Saxon, profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Universidad de Washington afirmó que "En general, lo que esto sugiere es que los efectos del despliegue son bastante serios. Tendrán un efecto sobre la función mental".

Sin embargo, esos efectos son "relativamente leves y circunscritos", apuntó Saxon. "Si alguien vuelve a un trabajo en una línea de ensamblaje, no se vería muy afectado. Pero si trabaja en una oficina y tiene que dar seguimiento a mucha información, podría afectar su rendimiento".

Es importante saber si los cambios persistirán, señaló Saxon. "Se necesita más seguimiento para determinar las consecuencias a largo plazo", afirmó.

Vasterling apuntó que se están realizando estudios de seguimiento. Las primeras pruebas se hicieron en un promedio de 73 días después de que los soldados regresaron de Irak. Las nuevas pruebas se harán en cualquier momento entre 9 y 14 meses después, dijo.

"La pregunta es qué tan temporales son estos hallazgos y si hay un subgrupo en que los problemas persisten", añadió Vasterling. "Tenemos que saber quién sigue funcionando y quién no".

Más información

Usted puede aprender más sobre el estrés de combate en Veterans of Foreign Wars of the United States.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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