Nueva investigación halla que los empastes de mercurio son seguros

Otros en cambio sostienen que estos hallazgos no son la última palabra sobre el tema

MARTES 18 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Dos nuevos estudios que hallaron que los empastes de amalgama eran inofensivos confían en reavivar el debate sobre si los empastes de "plata" pueden afectar o no otras partes del cuerpo.

Aunque esta última investigación reportó niveles elevados de mercurio en la orina de los niños después de haber recibido empastes de amalgama, no hubo efectos perjudiciales estadísticamente significativos en la función renal de los niños o en sus capacidades neurológicas.

"No vimos diferencias observables en los resultados neuropsicológicos o renales. Me parece que los hallazgos deberían ser bastante reconfortantes", señaló el autor principal de uno de los estudios, David Bellinger, profesor de neurología y salud ambiental de la Facultad de Medicina de Harvard y asociado de investigación del Hospital Infantil de Boston.

Sin embargo, agregó, "no podemos rechazar la hipótesis de que existe un subgrupo sensible que podría tener un poco más de vulnerabilidad [a los empastes de mercurio]".

Los empastes de amalgama están compuestos en realidad de más mercurio que plata, ya que son casi un 50 por ciento de mercurio. Los expertos dentales sostienen que cuando el mercurio se adhiere a otros metales queda encapsulado y no representa un riesgo para la salud. No obstante, los grupos de consumidores, sostienen que el mercurio, una neurotoxina conocida, sí se escapa en forma de vapor de mercurio y penetra en el torrente sanguíneo.

Los resultados de estos últimos estudios aparecen en la edición del 19 de abril del Journal of the American Medical Association.

En el estudio de Bellinger participaron 534 niños entre 6 y 10 años al inicio del estudio. Los niños residían en el área de Boston o Maine. Ninguno de los niños tenía empastes de amalgama antes del estudio.

En promedio, los niños necesitaron la restauración de 15 superficies dentales. Eso no significa un promedio de 15 caries, ya que un diente puede tener múltiples superficies que necesiten reparación.

Los niños fueron asignados de manera aleatoria a dos grupos de tratamiento. La mitad recibió empastes de amalgama, y la otra mitad empastes con compuestos de resina.

Los investigadores hicieron un seguimiento a los niños durante cinco años, y evaluaron de forma periódica su coeficiente intelectual (CI) y función renal.

Después de cinco años no hallaron diferencias estadísticamente significativas en los dos grupos. Sin embargo, hubo un ligero descenso en la puntuación de CI en el grupo de amalgama.

El segundo estudio se realizó con 597 niños de Lisboa, Portugal, entre los 8 y 10 años. Como en el primer estudio, los niños fueron asignados de manera aleatoria para recibir empastes de amalgama o empastes de resina. En el grupo con amalgama, un promedio de 18.7 superficies dentales fueron restauradas y un promedio de 21.3 fueron reparadas en el grupo con compuestos de resina.

El estudio duró siete años y los investigadores midieron periódicamente la memoria, la atención, la concentración, así como las habilidades motoras y las velocidades de conducción nerviosa.

Estos investigadores no hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los los grupos.

"Estos son dos estudios muy bien realizados diseñados por científicos que no favorecían ningún resultado particular", señaló el Dr. Rod Mackert, profesor de materiales dentales en el Colegio de Medicina de Georgia y vocero de la American Dental Association. "Han observado de forma meticulosa este problema y mostraron que no hay efectos sobre los órganos objetivos en los niños sobre los que existen inquietudes. Podemos confiar en que la amalgama no causa efectos adversos sobre la salud".

Sin embargo, no todos están de acuerdo en que estos estudios constituyen la última palabra respecto a la seguridad de la amalgama.

En un editorial que aparece en la misma edición de la publicación, el Dr. Herbert Needleman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, señaló que desde que se sabe que el mercurio es tóxico en dosis más elevadas que las de los empastes, no es irrazonable sospechar que en bajas dosis podría todavía causar ciertos efectos adversos. Apuntó que los dentistas y asistentes dentales tienen deficiencias motoras y cognitivas que se correlacionan con el número de empastes que han puesto, y que algunos estudios han sugerido que el mercurio podría ser un factor de riesgo para la esclerosis múltiple y el Alzheimer.

"Aunque los estudios realizados por Bellinger et al y DeRouen et al ofrecen nuevos datos importantes sobre los efectos para la salud del mercurio contenido en los amalgamas dentales de los niños, existen, como plantean claramente los autores, límites a las inferencias que pueden deducirse de estos datos", escribió.

Needleman dijo que la duración de los estudios podría haber sido demasiado corta para detectar deficiencias neurológicas más sutiles.

Charlie Brown, consultor a nivel nacional de Consumers for Dental Choice, un grupo a favor de la prohibición de los empastes que contienen mercurio, dijo que los estudios tienen limitaciones significativas, y que no demuestran que los empastes de amalgama sean seguros. Por ejemplo, apuntó que el estudio realizado con niños en Lisboa no controló el nivel de mercurio en la dieta de estos niños. Dado que viven cerca del océano, es probable que el pescado, que a menudo contiene mercurio, formara una gran parte de su dieta.

Brown también manifestó preocupación de que los investigadores en los estudios portugueses ya habían asumido que la amalgama era algo seguro antes de iniciar el estudio. Dijo que el investigador principal ya había testificado ante la American Dental Association sobre la seguridad de los empastes de amalgama. "También se trató de un grupo seleccionado a dedo. Ya eran defensores de los empastes de mercurio", destacó.

Brown dijo que el uso de empastes de amalgama tiene que ver con el dinero y la conveniencia, y señaló que los "dentistas modernos no usan empastes de mercurio".

Mackert, sin embargo, destacó que los estudios mostraron que la amalgama tendía a durar más tiempo y era más resistente que los empastes con compuestos de resina.

La U.S. Food and Drug Administration anunció recientemente que mantendrá audiencias para evaluar la seguridad y la neurotoxicidad potencial de la amalgama dental. Estas audiencias están previstas para septiembre de 2006.

Más información

Para más información sobre los empastes de amalgama, visite los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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