Un estudio de escaladores del Monte Everest cuestiona el uso de oxígeno

Aún no está claro si el uso de bajos niveles de oxígeno para tratar a los pacientes de hipoxia en las salas de emergencia sería efectivo

MIÉRCOLES, 7 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Investigadores británicos fueron al laboratorio natural más alto del mundo, el Monte Everest, y encontraron que las reglas médicas establecidas sobre la cantidad de oxígeno que necesita el cuerpo bajo condiciones de estrés podrían ser erróneas.

"Algunas personas pueden tolerar niveles extremadamente bajos de oxígeno, mucho más bajos de lo esperado", dijo el Dr. Michael P.W. Grocott, del Colegio Universitario de Londres y autor principal de un informe que aparece en la edición del 8 de enero de la revista New England Journal of Medicine.

Su equipo determinó los hallazgos sobre la hipoxia, que consiste en bajos niveles de oxígeno, a partir de medidas tomadas a diez escaladores mientras ascendían o descendían el Everest, cuya altura máxima de 29,000 (8,840 metros) pies por encima del nivel del mar lo convierten en el punto más alto de la tierra.

El informe es el primero de un proyecto a larga escala "diseñado específicamente para entender las diferencias entre las personas y cómo éstas reaccionan a la hipoxia", dijo Grocott. Esas diferencias son difíciles de medir en laboratorios de hospitales ordinarios, pero el proyecto del Everest proporcionó un modo de "medir a individuos poco corrientes en un lugar insólito", agregó.

Los investigadores del Centro de medicina de ambientes extremos, altitud y del espacio del Instituto de Salud y Rendimiento Humano del Colegio Universitario de Londres, deseaban tomar medidas de la sangre en el mismo pico del Everest, pero las condiciones climáticas no lo permitieron. En cambio, tomaron las muestras en el nivel más alto posible, a una altitud de casi 27,559 pies (unos 8,400 metros). Las lecturas de oxígeno en la sangre a ese nivel "estaban, según nuestro conocimiento, entre las más bajas documentadas en humanos", escribieron los investigadores.

"No espero que los pacientes sobrevivan a los niveles de oxígeno observados en esos individuos", dijo Grocott. Aún así "todos funcionaban perfectamente bien", agregó.

El hallazgo del Everest puede conducir a un cambio en el tratamiento de la hipoxia observada a menudo en pacientes de las salas de emergencia, como los que sufren ataques cardiacos.

La primera regla ahora en tales casos es mantener altos los niveles de oxígeno a través de cualquier medio posible, apuntó Grocott. "Pero la respiración artificial puede ser perjudicial", dijo. "Puede causar inflamación en los pulmones. Mientras más suave sea el procedimiento, menor será el daño en los pulmones".

Los datos del estudio del Everest no son suficientes para que se pongan en práctica médicamente, dijo Grocott. "No estamos proponiendo un cambio en la práctica clínica", dijo. Aunque agregó que era suficiente para incentivar un ensayo clínico aleatorio sobre tratamientos de suministro de oxígeno menos agresivos en algunos casos.

"Actualmente estamos buscando financiamiento para tal ensayo en el Reino Unido", dijo. "Realizaremos el ensayo en personas con menor riesgo de hipoxia, no en los que sufren ataque cardiaco y accidente cerebrovascular. Sería en personas jóvenes sin enfermedad vascular y pacientes de lesiones traumáticas con pulmones lesionados".

Pero lo observado entre los escaladores del Everest podría no aplicar en la sala de emergencia, advirtió el Dr. Norberto C. Gonzalez, profesor de fisiología integral y molecular de la Universidad de Kansas, que ha realizado investigaciones sobre la hipoxia.

Los escaladores del estudio han pasado grandes cantidades de tiempo a altas altitudes, dijo Gonzalez. "Estas personas están aclimatadas", dijo. "Si usted y yo nos expusiéramos a ese nivel de oxígeno, probablemente no lo soportaríamos".

Aunque se maravillo de las medidas, "el nivel más bajo de oxígeno que se puede obtener y aún seguir con vida", Gonzalez expresó sus dudas de que los hallazgos observados entre escaladores profesionales se podrían extender a los tratamientos de hospitales ordinarios.

"No estoy tan seguro de que se pueda extrapolar lo que le ocurre a un individuo sano que se expone a una altitud extrema a alguien que tenga muchos problemas", apuntó.

Más Información

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y de Accidente Cerebrovascular de EE. UU. tiene más información sobre lo que la hipoxia puede hacer al cerebro.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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