Un implante cerebral permite comunicarse a una paciente con ELA que está 'enclaustrada'

Las señales enviadas a la mano emergen como mensajes escritos en una computadora tipo tableta, según unos investigadores
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LUNES, 14 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- Un implante de alta tecnología ha permitido a una mujer paralizada con un estado tardío de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) comunicarse a través de señales cerebrales, según los investigadores.

La enfermedad degenerativa dejó a Hanneke De Bruijne, de 58 años, sin ningún control muscular voluntario, incluyendo la capacidad de hablar, mientras que dejó su mente intacta.

Pero un programa experimental con un software implantado permite a la mujer holandesa "enclaustrada" escribir palabras sin ayuda.

El implante cerebral "le permite el control remoto de una computadora con su cerebro, en casa, sin la ayuda de los investigadores", dijo el coautor del estudio, Nick Ramsey.

"Puede escribir dos palabras por minuto", dijo Ramsey, profesor de neurociencia cognitiva en el Centro Médico de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos. De este modo, puede expresar sus necesidades a sus cuidadores, dijo.

Se estima que 30,000 estadounidenses podrían tener la ELA, según la Asociación de la ELA (ALS Association). También se llama enfermedad de Lou Gehrig en homenaje al legendario jugador de béisbol que falleció del trastorno letal en 1941. Las personas con la enfermedad pierden finalmente la capacidad de tragar y respirar.

Ramsey explicó que el equipo puntero permite a la paciente "hacer clics cerebrales con los que selecciona las letras en un teclado que aparece en la pantalla de una computadora, y de ese modo escribir letra por letra".

Un especialista en el cerebro aplaudió los resultados del estudio.

El equipo holandés "ha conseguido de forma maravillosa un objetivo que era sencillo a propósito, pero importante", dijo el Dr. Leigh Hochberg, neurólogo y neuroingeniero en el Hospital General de Massachusetts y el Centro Médico VA de Providence.

"Se trata de una gran investigación, no solamente por su enfoque meditado en un solo objetivo, sino como otro paso importante hacia la creación de sistemas neuroprotésicos totalmente implantados y potentes que ayuden a las personas con parálisis y con el síndrome de enclaustramiento", planteó Hochberg.

Con un diagnóstico desde 2008, De Bruijne quedó en un estado de parálisis con enclaustramiento, excepto por un método de comunicación: la capacidad de usar movimientos de ojos y el parpadeo para indicar "sí" o "no" de forma diferenciable por parte de la tecnología de rastreo ocular estándar.

No todos los pacientes con ELA mantienen ni siquiera esta capacidad. Pero el equipo del estudio eligió específicamente a esa paciente para tener algunos medios de verificar la precisión de una interfaz entre la computadora y el cerebro.

En octubre de 2015, investigadores implantaron cuatro placas de electrodos en una región cerebral que tiene la tarea de controlar los músculos de la mano derecha. El objetivo era usar la actividad nerviosa que todavía funciona, generada cada vez que De Bruijne intenta mover la mano.

Estas señales se trasfieren luego, a través de unos sensores, a un amplificador y un transmisor implantado debajo de su clavícula. Luego esto transmite de forma inalámbrica la actividad nerviosa relacionada con la mano a una tableta Microsoft Surface Pro 4.

En otras palabras, cada vez que intenta mover la mano, llega una señal a la tableta que se traduce en un "clic cerebral" y, en última instancia, una instrucción para el teclado.

"Esperamos que el sistema funcione en otros participantes además de esta primera", dijo Ramsey. Para Ramsey, este esfuerzo es "un primer paso en una serie de mejoras en las capacidades de los dispositivos que finalmente devuelva también a las personas con una parálisis menos grave algunas de sus habilidades motoras perdidas, como los problemas con el habla o de movilidad después de un accidente cerebrovascular".

Ahora, después de un año, la paciente de la prueba está "muy contenta" con el dispositivo, dijo Ramsey, y añadió que le permite comunicarse con sus cuidadores en situaciones en que hay poca luz y el rastreo ocular no es efectivo. "El implante siempre funciona y la hace sentir segura", dijo.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 12 de noviembre de la revista New England Journal of Medicine.

Más información

Para más información sobre la ELA, diríjase al Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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