El Botox puede aliviar los síntomas de la inflamación de próstata

Otro estudio relaciona los altos niveles de testosterona con un aumento del riesgo de contraer cáncer de próstata

MIÉRCOLES 12 de mayo (HealthDayNews/HispaniCare) -- El Botox, que ya había demostrado su valía a la hora de combatir las arrugas y las migrañas, emerge ahora como un posible tratamiento para los problemas de próstata.

Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh afirman que el Botox puede ayudar a aliviar los síntomas de la inflamación de próstata, una enfermedad conocida como hiperplasia prostática benigna (HPB). Presentaron su descubrimiento el 11 de mayo en la reunión anual de la American Urological Association celebrada en San Francisco.

Durante otra presentación realizada en la misma reunión, los investigadores confirmaron que los altos niveles de la denominada testosterona "libre" estaban relacionados con un aumento del riesgo de padecer cáncer de próstata.

Los científicos de la Universidad de Pittsburgh inyectaron Botox en las próstatas de 11 hombres de entre 50 y 82 años. Todos padecían inflamación de próstata, que provoca síntomas como micción frecuente, incapacidad de vaciar por completo la vejiga e infecciones del tracto urinario.

Todos habían probado tratamientos con alfa bloqueadores y no habían respondido a la terapia.

En un plazo de entre tres y siete días de inyecciones, los resultados mostraron una disminución del 62 por ciento de media en los síntomas de la inflamación de próstata y un aumento en la calidad de vida de los pacientes de un 57 por ciento.

"Hemos completado una serie de estudios que han demostrado que las inyecciones de Botox son un tratamiento eficaz y seguro para enfermedades del tracto urinario inferior", afirmó durante su declaración el Dr. Michael Chancellor, profesor de urología y ginecología. "En este estudio, hemos demostrado que las inyecciones de Botox también se pueden utilizar para combatir los casos de inflamación de próstata".

En el estudio de testosterona, los investigadores descubrieron que los altos niveles de ésta estaban asociados con un aumento de riesgo del cáncer de próstata.

Uno de los autores del estudio, el Dr. J. Kellogg Parsons, afirmó que los investigadores querían comprobar si los altos niveles de testosterona estaban relacionados con un aumento en la incidencia del cáncer de próstata porque la terapia de reemplazo de testosterona es cada vez más común.

"En este grupo de hombres evaluados, comprobamos una importante asociación entre el índice de testosterona en suero y el cáncer de próstata", afirmó Parsons, profesor de urología de la Escuela de Medicina Johns Hopkins.

Afirmó que los hombres cuyos niveles de testosterona los colocaban en un valor del percentil 75, tenían un riesgo un 88 por ciento más alto del cáncer de próstata que los hombres en el percentil 25. Añadió que los hombres en el grupo de menor al percentil 25 tenían niveles de testosterona libre considerados clínicamente bajos.

Cada año, más de 230,000 hombres son diagnosticados con cáncer de próstata, según la American Cancer Society (ACS). Según la ACS, el cáncer de próstata afecta a uno de cada seis hombres. Casi 30,000 hombres estadounidenses mueren anualmente a causa de esta enfermedad.

En sus primeras etapas, el cáncer de próstata a menudo no presenta ningún síntoma. A medida que avanza, puede provocar impotencia, la aparición de sangre en la orina y un dolor pélvico o coxal.

Para el estudio de la testosterona, Parsons y sus colegas estudiaron muestras de sangre de 794 hombres de mediana edad y de la tercera edad, incluyendo 114 que sufrían de cáncer de próstata. Las muestras fueron recogidas durante un periodo de 40 años como parte de otro estudio. La edad media de diagnosis para los hombres con cáncer de próstata fue de 75 años.

Los niveles totales de testosterona no se asociaron con un aumento en el riesgo de padecer cáncer, afirmó Parsons, pero los altos niveles de testosterona "libre" sí. Parsons explicó que la testosterona libre es diferente de otras formas de testosterona porque no está relacionada con ninguna proteína y puede ocupar cualquier tejido del cuerpo, incluyendo las células de la próstata.

Parsons señaló que es importante puntualizar que esta investigación no significa que la testosterona provoca cáncer de próstata.

"Nuestro estudio lanza la pregunta de si los altos niveles de testosterona pueden aumentar potencialmente el riesgo de cáncer de próstata", explicó Parsons.

El Dr.. Simon Hall, presidente del departamento de urología del Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York, afirmó que no cree que este estudio cambie el tratamiento de los hombres con bajos niveles de testosterona. Apuntó que por cada estudio que muestra un aumento potencial de riesgo, aparece otro que afirma lo contrario. Además, existen importantes estudios que no han encontrado una correlación entre los niveles de testosterona y el cáncer de próstata, afirmó.

"No creo que esto debiera alterar la forma en que alguien tome una decisión" respecto a las terapias de testosterona, añadió Hall. Si tiene bajos niveles de testosterona, "debería ser tratado y someterse a un seguimiento de cualquier manera. Debería someterse a una prueba de PSA y un examen rectal antes de comenzar la terapia y si aparece alguna anomalía después de comenzar la terapia debería someterse a una nueva evaluación y detener el tratamiento hormonal".

Más Información

Para más información sobre el cáncer de próstata, visite el National Cancer Institute o la American Cancer Society.

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