Los paseos cortos después de las comidas podrían reducir el riesgo de diabetes

Andar durante 15 minutos tres veces al día resultó mejor para el nivel de azúcar en sangre que un paseo de 45 minutos, según un pequeño estudio

MIÉRCOLES, 12 de junio (HealthDay News) -- Un estudio reciente muestra que las personas mayores con riesgo de contraer diabetes que dieron paseos de 15 minutos después de cada comida mejoraron su nivel de azúcar en sangre.

Los tres paseos después de comer funcionaron mejor para el control del nivel de glucemia que un paseo de 45 minutos por la mañana o al anochecer, afirmó la investigadora principal, Loretta DiPrieto, catedrática de la Facultad de Salud Pública y Servicios de Salud de la Universidad George Washington en Washington D.C.

"Y lo que es más importante, el paseo después de comer fue mucho mejor que las otras dos recetas de ejercicio a la hora de reducir el nivel de glucosa después de cenar", añadió DiPrieto.

El periodo después de la cena es un momento especialmente vulnerable para las personas mayores con riesgo de diabetes, indicó DiPrieto. La producción de insulina se reduce, y podrían acostarse con un nivel de glucosa en sangre muy alto, lo que aumenta sus probabilidades de contraer diabetes.

Aproximadamente 79 millones de estadounidenses están en riesgo de diabetes tipo 2, en la que el cuerpo no crea la suficiente insulina o no la usa de manera eficiente. Tener sobrepeso y llevar un estilo de vida sedentario aumentan el riesgo. La nueva investigación de DiPrieto, aunque se probó solo en 10 personas, sugiere que los paseos cortos pueden reducir ese riesgo si se producen en el momento adecuado.

No obstante, el estudio no demostró que fueran los paseos los que provocaron la mejora del nivel de glucemia.

"Este es uno de los primeros estudios que realmente abordan la importancia del momento en que se realiza ejercicio con respecto al beneficio en el control del azúcar en sangre", señaló. En el estudio, los paseos empezaron media hora después de terminar cada comida.

La investigación fue publicada el 12 de junio en la revista Diabetes Care.

Para llevar a cabo el estudio, DiPrieto y colegas pidieron a 10 personas mayores, con un promedio de 70 años de edad, que realizaran tres rutinas de ejercicio diferentes con una separación entre ellas de cuatro semanas. Al principio del estudio, los hombres y mujeres tenían en ayunas un nivel de azúcar en sangre de entre 105 y 125 miligramos por decilitro. Un nivel de glucosa en sangre de 70 a 100 en ayunas se considera normal, según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

Los hombres y mujeres permanecieron en el centro donde se realizó la investigación y se les supervisó de cerca. Se monitorizó su nivel de glucemia durante las 48 horas.

El primer día, los hombres y las mujeres no hicieron ejercicio. El segundo día sí lo hicieron, y se comparó el nivel de glucemia con el del primer día.

Los hombres y mujeres fueron clasificados como obesos, en promedio, con un índice de masa corporal (IMC) de 30. Los hombres y mujeres anduvieron en una cinta a una velocidad de unas 3 millas (4.8 KM) por hora (una milla cada 20 minutos, que DiPrieto describió como la forma más lenta dentro de una velocidad moderada).

Los paseos después de las comidas fueron los que más redujeron el nivel de glucosa durante las 24 horas al comparar el día sedentario con el día de ejercicio.

Un paseo de 45 minutos por la mañana fue lo segundo que funcionó mejor.

Caminar después de la cena fue mucho mejor para la reducción del nivel de glucosa en sangre que hacerlo por la mañana o la tarde, descubrió DiPrieto.

Empezar a caminar media hora después de las comidas permite hacer primero la digestión, afirmó DiPrieto. Tras esa media hora, afirmó, "la glucosa empieza a inundar la sangre. Se usan los músculos activos a fin de ayudar a eliminar la glucosa del torrente sanguíneo". El ejercicio "ayuda a un páncreas perezoso a que haga su trabajo, que consiste en secretar insulina para eliminar la glucosa", explicó.

El ejercicio más corto y más frecuente podría también sonar más factible a las personas mayores con un estilo de vida sedentario, añadió. "Comprometerse a hacer esto con alguien sería lo mejor", señaló DiPrieto. "Se puede combinar con cosas como sacar a pasear al perro o ir a hacer los recados".

Los hallazgos tienen sentido desde un punto de vista fisiológico, afirmó el Dr. Stephen Ross, médico adjunto en el Centro Médico de la UCLA en Santa Mónica, California.

"Si hace ejercicio justo después de haber comido, eso hará que se reduzca el nivel de azúcar en la sangre debido a que más glucosa irá a los músculos para ayudarles con su metabolismo", explicó.

Los paseos cortos, dijo Ross, podrían también ayudar a una persona a programarlos mejor.

DiPietro advirtió, sin embargo, de que "hay que hacerlo todos los días" para obtener un beneficio. No es una receta para ponerse en forma físicamente, sino simplemente para reducir el riesgo de diabetes, añadió.

El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., el Instituto Nacional del Envejecimiento de EE. UU. y el Centro de Investigación sobre la Nutrición Humana Beltsville del Departamento de Agricultura de EE. UU.

Más información

Para más información sobre el riesgo de diabetes, visite la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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