Dejar de fumar puede elevar el riesgo de diabetes

Sin embargo, las intervenciones pueden mantener la enfermedad a raya, según los expertos.

LUNES, 4 de enero (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio reciente halla que los fumadores que dejan el hábito tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes en los próximos años.

El hallazgo no fue una sorpresa, ya que los fumadores ganan generalmente peso cuando dejan de fumar y ese aumento de peso está asociado con la diabetes, explicó la autora del estudio Hsin-Chieh Yeh, profesora asistente de medicina interna general y epidemiología de la Facultad de medicina de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore.

Además, el hallazgo no debería usarse como excusa para seguir fumando, apuntó Yeh, debido a que los beneficios de no fumar superan por mucho al riesgo observado en el estudio. De igual manera, se pueden tomar medidas sencillas para reducir las probabilidades de la diabetes.

"El mensaje principal que queremos transmitir es que dejar de fumar es bueno", señaló. Sin embargo, "cuando una persona deja de fumar, el médico debe prestar más atención al control y a la medición del peso".

El estudio aparece en la edición del 5 de enero Annals of Internal Medicine.

Yeh y sus colegas estudiaron más de 11, 000 personas de mediana edad que no tenían diabetes al inicio del estudio. En un periodo de nueve años, 1,254 personas desarrollaron diabetes tipo 2, una afección en la que el cuerpo pierde de forma gradual la capacidad para mantener los niveles apropiados de azúcar en sangre.

Entre los 380 participantes que dejaron de fumar, la incidencia de desarrollo reciente de diabetes fue 70 por ciento más alta en comparación con los que nunca habían fumado. Los que continuaron fumando también tuvieron un mayor riesgo de desarrollar diabetes durante este período, que era 30 por ciento más alto que el de los no fumadores.

"El riesgo elevado entre los fumadores que dejaban de fumar se observó a lo largo de seis años", destacó Yeh. "Después de diez años, el riesgo se atenuaba y desaparecía".

El incremento en el riesgo se relacionó directamente con la cantidad de peso ganada entre los ex fumadores, señaló Yeh. En los primeros tres años después de haber dejado de fumar, la ganancia media de peso entre los ex fumadores fue de 8.4 libras (3.8 kilos), con un incremento promedio de 1.25 pulgadas en la circunferencia de la cintura.

Además de prestar atención al peso, "recomendamos que los médicos que atiendan a personas que han dejado de fumar examinen sus niveles de glucosa con más frecuencia como medio de detección temprana de la diabetes", aseguró Yeh.

Desde luego, lo mejor es no haber fumado nunca, ya que fumar también es un factor de riesgo establecido para la diabetes, apuntó el Dr. Richard Bergenstal, director ejecutivo del Centro Internacional para la Diabetes de Miniápolis y presidente recién electo de ciencia y medicina de la American Diabetes Association. Agregó que para las personas fumadoras, "dejar el hábito es una decisión de importancia crítica".

"Los que están en riesgo de diabetes que dejan de fumar deben controlar los niveles de azúcar en sangre sobre una base regular y deben recibir orientación con respecto al aumento de peso", destacó Bergenstal. "Si detecta diabetes, se debe tratar de forma efectiva, de acuerdo con las directrices de la American Diabetes Association".

El tratamiento efectivo comienza con medidas del estilo de vida tales como una dieta apropiada y actividad física para evitar la obesidad, incluso con medicación si es necesario, apuntó.

"Vamos a eliminar los factores de riesgo", incluido el tabaquismo, dijo Bergenstal. "Si los niveles de azúcar en sangre se elevan, también tenemos tratamiento para ello".

Más información

Más información sobre la prevención de la diabetes en la American Diabetes Association.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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