La diabetes podría ser una amenaza aún peor de lo que se pensaba

Una encuesta canadiense encuentra que los índices de 2005 sobrepasaron los niveles estimados para 2030

JUEVES 1 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- El año pasado, el número de personas con diabetes en Ontario, Canadá, ya había sobrepasado el índice predicho para 2030 por la Organización Mundial de la Salud.

La noticia es bastante mala para Canadá, pero aún peor para el resto del mundo, que puede ahora esperar que muchas más personas de lo anticipado previamente sucumban a esta dolencia crónica, informan los investigadores.

Aún así, el hallazgo no sorprendió a muchos.

"Lamento confesar que no me sorprendió", afirmó el Dr. Larry Deeb, presidente de medicina y ciencia en la American Diabetes Association. "Todos los cálculos que he visto en cuanto a la prevalencia se han sobrepasado la próxima vez que se hacen observaciones. Es bastante alarmante".

Ahora, la pregunta es cómo prepararse para el desafío.

"Nuestro artículo indica que la magnitud del problema es tal que los sistemas de atención de salud de todo el mundo tendrán una creciente dificultad para gestionar el aumento continuo en la diabetes", señaló la Dra. Lorraine Lipscombe, autora principal del estudio y becaria de investigación en el Instituto de ciencias de la evaluación clínica, en Toronto. "Realmente tenemos que comenzar a adoptar métodos de prevención más agresivos. De otra manera, los índices continuarán en aumento, y esto será inmanejable".

La diabetes tipo 2, una afección en la que el cuerpo no produce suficiente insulina o las células la ignoran, es una de las enfermedades más costosas y aparatosas de la actualidad. Si no se trata, puede resultar en enfermedad cardiaca, ceguera, amputaciones y daño nervioso y renal.

Según los más recientes cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con diabetes en todo el mundo aumentó de 30 millones en 1985 a 171 millones en 2000. Actualmente, del 4 al 6 por ciento de los adultos a partir de los 20 años están afectados. Los países desarrollados tienden a tener una mayor prevalencia, pero los países en desarrollo están alcanzándolos rápidamente.

Y según un informe publicado el año pasado, el número de casos nuevos de diabetes tipo 2 entre los estadounidenses de mediana edad se ha duplicado durante las últimas tres décadas, impulsado principalmente por el aumento en las tasas de obesidad. Se estima que actualmente dos terceras partes de los estadounidenses adultos son obesos o tienen sobrepeso.

Para el reciente estudio, que aparece en la edición del 3 de marzo de The Lancet, los investigadores usaron datos basados en la población de Ontario para determinar la prevalencia y la tasa de mortalidad de la diabetes de 1995 y 2005, y la incidencia de 1997 a 2003 para los adultos a partir de los 20.

Hubo un aumento de 69 por ciento (de 5.4 a 8.8 por ciento) en la prevalencia de la diabetes de 1995 a 2005, excediendo el cálculo de la OMS de un aumento global del 60 por ciento entre 1995 y 2030, y de 39 por ciento entre 2000 y 2030. En Canadá, se preveía que la prevalencia de la diabetes creciera 65 por ciento entre 1995 y 2030.

En Ontario, se observó un aumento del 27 por ciento en tan sólo cinco años. Si esto continúa, más del 10 por ciento de la población adulta de la provincia será diagnosticado con diabetes antes de 2010, aseguraron los investigadores.

"La OMS predijo que, en los países desarrollados, el 8.4 por ciento de la población tendría diabetes para 2030, pero ya vimos en Ontario que el 8.8 por ciento de la población ya tiene la enfermedad", señaló Lipscombe, quien es también profesora asistente en la Universidad de Toronto.

Las predicciones de la OMS se basaban en la suposición de que los índices de obesidad permanecerían constantes, algo que no ha sucedido, añadió Lipscombe. La obesidad podría ser uno de los factores que impulsan la explosión en la diabetes.

Otro factor podría ser la llegada de inmigrantes a Ontario de regiones del mundo cuyas poblaciones están en alto riesgo de diabetes una vez se introducen a una dieta y estilo de vida occidentales, afirmó.

"Nuestra base de datos no nos permite observar el origen étnico, pero sabemos que Ontario ha experimentado un aumento del 50 por ciento en la inmigración desde ciertos países con mayor riesgo, como ciertas naciones del sur de Asia", apuntó Lipscombe. "También sabemos, por investigaciones anteriores, que la distribución de los casos de diabetes en Ontario no es uniforme y que hay mayores índices en las áreas que tienen más poblaciones inmigrantes con mayor riesgo, así que es posible que ese factor contribuya".

"Esta es una población que incluye muchos inmigrantes que vienen a un lugar en que se provee una dieta rica en calorías y carbohidratos simples, y muchísima menos actividad que en sus países natales", agregó el Dr. Stuart Weiss, profesor clínico asistente de medicina en la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York. "Si a alguien que está acostumbrado a consumir muy pocas calorías y a hacer más ejercicio se le provee este tipo de estilo de vida, es probable que aumente de peso y desarrolle diabetes".

Más información

Para más información, visite la American Diabetes Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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