La diabetes tipo 1 se puede prevenir en ratones

Un grupo de investigadores consigue corregir un defecto en el sistema inmune

LUNES 7 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Un grupo de investigadores ha podido prevenir la diabetes tipo 1 en ratones que habían sido programados genéticamente para desarrollar la enfermedad.

Aunque los ratones, tanto los de laboratorio como los de campo, son muy diferentes de los humanos, este avance mantiene la esperanza a la hora de encontrar una prevención y un tratamiento.

"Está muy, muy lejos de la adaptación humana, pero es un gran avance en términos de entender dónde se puede intervenir de una forma específica", afirmó la Dra. Bonita H. Franklin, profesora asociada clínica de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.

Este estudio aparece en la edición del 7 de junio del Journal of Experimental Medicine.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que ciertas células del sistema inmune del cuerpo atacan por error y destruyen las células beta del páncreas que producen insulina. El trasplante de células insulares es un método sobre el que los científicos han puesto muchas esperanzas para tratar la enfermedad. Aunque este método permite que el cuerpo vuelva a producir insulina, no resuelve la disfunción subyacente del sistema inmune, por lo que los afectados deben consumir medicamentos inmunosupresivos tóxicos.

Una de las claves para prevenir y tratar la diabetes tipo 1 sería dar un paso atrás para corregir las deficiencias subyacentes del sistema inmune. Esto sería especialmente útil para aquellos que tienen antígenos, pero que todavía no han desarrollado la enfermedad. "Encontrar antígenos es el método más predictivo, pero después ¿qué?" Se preguntó Franklin. "¿Qué se debe hacer si sabemos que alguien está en peligro?"

Hace poco tiempo, los científicos descubrieron que un cierto tipo de células T del sistema inmune tiene una función regulatoria específica, lo que significa que desactivan las células "asesinas". Cuando hay suficientes células supresoras y funcionan de forma correcta, aseguran que el cuerpo no se ataca a sí mismo.

Sin embargo, en las personas con diabetes tipo 1 y otras enfermedades autoinmunes, este balance se ha descompensado. "Parece que las células T regulatorias son deficientes o disfuncionales, cuantitativa o cualitativamente anormales, en personas con enfermedades autoinmunes", afirmó el Dr. Richard Insel, vicepresidente ejecutivo de investigación de la Juvenile Diabetes Research Foundation de Nueva York, que subvencionó parte del estudio.

Los autores del estudio intentaron restituir este balance ampliando y activando las células T regulatorias en ratones, utilizando células dendítricas. Las células dendítricas controlan básicamente los antígenos del cuerpo y les dicen al resto de células del sistema inmune cómo responder.

"Son como un código. Ven los antígenos y determinan si se trata de algo foráneo o propio", explicó Insel. "Controlan o filtran, después envían señales al sistema inmune, diciendo, 'Responde agresiva o destructivamente, o esto es algo que deberíamos tolerar y no responder'".

Resulta que estas células dendítricas se pueden utilizar para "educar" las células T regulatorias.

"Un informe realizado en nuestro laboratorio hace más o menos un año mostró que en ratones normales, las células dendítricas darían las señales necesarias para que estas células [regulatorias] proliferen", afirmó la autora del estudio Kristin Tarbell, becaria posdoctoral del Rockefeller University's Laboratory of Cellular Physiology and Immunology de Nueva York. "En este estudio, utilicé las células dendítricas para expandir las células regulatorias, utilizadas después para bloquear la diabetes".

Las células T reprogramadas fueron esencialmente capaces de desactivar las células atacantes, por lo tanto preservan las células beta y protegen contra la diabetes.

"Nuestra idea consiste en extraer sangre de un individuo al que le acaban de diagnosticar la enfermedad y, de esa sangre, hacer células dentítricas, aislar las células T regulatorias y después juntarlas con los antígenos insulares para conseguir más células regulatorias y volver a ponerlas en el paciente", afirmó Tarbell. "El concepto es que cambiaríamos el balance de la respuesta inmune y frenaríamos la autoinmunidad".

Aunque este estudio se centraba específicamente en la prevención, esta técnica también tiene un potencial para tratar la enfermedad.

"Este estudio es importante porque lleva a un paso atrás extra antes de que el páncreas se destruya", afirmó Franklin. "Si se pudiera hacer, sería muy específico. La autoinmunidad sólo se evitaría sólo donde uno quisiera prevenir. El resto del sistema inmune funcionaría perfectamente".

Más Información

La Juvenile Diabetes Research Foundation tiene más información sobre los temas fundamentales de la diabetes tipo 1.

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