Los bebés estadounidenses están engordando, según plantea un estudio

Estudio halla que tienen 59 por ciento más posibilidades de exceso de peso ahora que en 1980

MIÉRCOLES 9 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Un estudio halla que los bebés estadounidenses tienen ahora más "grasa infantil" que nunca antes.

Los investigadores aseguran que los bebés son 59 por ciento más propensos al exceso de peso hoy que hace dos décadas.

"La epidemia de obesidad no tiene miramientos en cuanto al grupo de edad, afecta hasta a los más pequeñitos", aseguró el Dr. Matthew Gillman, investigador líder y profesor asociado de atención ambulatoria y prevención de la facultad de medicina de Harvard. "Los índices de sobrepeso están aumentando entre los niños pequeños y el nuestro es el primer estudio en demostrar que están aumentando en los bebés, además de los niños en edad preescolar y los que están aprendiendo a caminar", aseguró.

En el estudio de 120,680 niños menores de seis años, el equipo de Gillman halló que los niños, sobre todos los bebés, son más propenso ahora al exceso de peso. Al examinar los registros recolectados de pediatras que trabajan con una HMO de Massachusetts de 1980 a 2001, hallaron que la prevalencia de niños con exceso de peso ha aumentado de 6.3 por ciento a 10 por ciento durante esos 22 años. Además, la proporción de niños en riesgo de exceso de peso aumentó de 11.1 por ciento a 14.4 por ciento en general.

El informe fue publicado en la edición de julio de Obesity.

Los investigadores hallaron que los bebés están en un riesgo 59 por ciento mayor de tener exceso de peso y la cantidad de bebés con exceso de peso aumentó en 74 por ciento.

La información sugiere que la prevención de la obesidad tal vez tenga que comenzar antes de que nazcan los bebés, aseguró Gillman. Hay varios factores que parecen ser responsables por esta tendencia, anotó.

El primero es que las mujeres que quedan embarazadas pesan más de lo que han pesado nunca, aseguró Gilman, y "el índice de masa corporal de la madre es un factor determinante del peso del bebé en el momento del nacimiento y después".

Además, más madres están aumentando de peso durante el embarazo en comparación con las décadas anteriores, aseguró Gillman. "También hay un aumento en la diabetes tipo 2 y en la diabetes de la gestación entre las madres, cosas que determinan el peso del bebé al nacer y después", agregó.

La manera como se alimentan los bebés también podría tener que ver. "Los bebés amamantados tienden a aumentar de peso más lentamente que los que reciben leche de fórmula", aseguró el experto de Harvard.

Gillman aseguró que el aumento prematuro de peso puede tener consecuencias catastróficas para la salud a largo plazo. Estudios sugieren que aumentar de peso en exceso durante los primeros meses de vida se relaciona con el exceso de peso y con el desarrollo de la hipertensión años después. Otra información sugiere que los bebés que aumentan de peso exageradamente son más propensos a sufrir de respiración sibilante, lo que puede conducir al asma, anotó Gillman.

"Necesitamos pensar en prevenir la obesidad en las etapas iniciales de la vida", aseguró. "Las mujeres necesitan mantenerse exclusivamente lactando durante al menos 4 ó 6 meses, según lo recomienda la American Academy of Pediatrics", sostuvo.

Un experto consideró que el hallazgo no es más que otra faceta de la epidemia actual de obesidad.

"Estas noticias son perturbadores, pero no sorprendentes", aseguró el Dr. David L. Katz, profesor asociado de salud pública y director del Centro de Investigación Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. "Pasar de delgado a tener exceso de peso a estar peligrosamente obeso tiene lugar lentamente, un kilo a la vez. Los aumentos ampliamente publicitados en la obesidad infantil señalan que el aumento de peso está comenzando cada vez más pronto. Estos datos no hacen más que confirmar lo obvió", dijo.

Este mensaje es perturbador por varias razones, aseguró Katz. "A medida que el aumento de peso se convierte en algo problemático a una edad cada vez más temprana, se puede esperar que sea lo mismo para otras enfermedades crónicas. Si el exceso de peso se convierte en algún común entre los bebés, la enfermedad cardiaca bien podría convertirse en algo común entre los adolescentes, como ya lo es la diabetes tipo 2", agregó.

Esa tendencia también es preocupante porque la naturaleza del aumento de peso varía con la edad, sostuvo Katz. Los niños y los adolescentes son mucho más diestros en generar nuevas células de grasa que los adultos, explico, y la obesidad causada por una mayor cantidad de células de grasa es más difícil de revertir que la obesidad causada por células de grasa preexistentes.

"Por más difícil que sea controlar el peso para nosotros, es mucho más difícil y más duro de alcanzar para nuestros hijos", sostuvo.

"Los hallazgos sobre los que se informa aquí provienen de una sola HMO de una sola región del país, pero le agregan a una sobrecogedora cantidad de evidencia de que la obesidad infantil es una crisis por todos los EE.UU.", aseguró Katz.

Más información

Para más información sobre la obesidad infantil, diríjase a la American Obesity Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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