Importantes grupos médicos piden un impuesto a los refrescos

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LUNES, 25 de marzo de 2019 (HealthDay News) -- Dos grupos médicos han declarado la guerra a los refrescos y las bebidas energéticas, al pedir impuestos para lo que se ha convertido en la principal fuente de azúcar en las dietas de niños y adolescentes.

En una nueva declaración conjunta de política, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) y la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) también recomendaron varias políticas públicas más, todas con el objetivo de reducir el consumo de las bebidas malsanas.

Esta es la primera vez que la AAP ha propugnado un impuesto de este tipo.

"Las bebidas azucaradas conforman más de la mitad de la ingesta de azúcar en las dietas de los niños, y no tienen ningún valor nutricional que las redima. Básicamente son agua con azúcar", comentó la Dra. Natalie Muth, pediatra y autora principal de la declaración de política.

El exceso de azúcar en las dietas de los niños y adolescentes ha contribuido a una epidemia de obesidad y diabetes tipo 2 infantiles, lamentó Avigdor Arad, director del Mount Sinai PhysioLab, en la ciudad de Nueva York.

También aumenta el riesgo de caries, enfermedad cardiaca, enfermedad del hígado graso y muerte entre los niños y adolescentes, según la declaración.

"El niño promedio ingiere unas 30 libras (13.6 kilos) de azúcar en las bebidas azucaradas al año, lo que es suficiente para llenar una tina pequeña", dijo Muth, pediatra en California y presidenta de comunicaciones de la Sección de Obesidad de la AAP. "No estamos hablando de un problema pequeño, ni de una pequeña ingesta a partir de las bebidas. Se trata de una cantidad enorme".

Las evidencias han mostrado que los impuestos añadidos reducirían el consumo de un producto, dijo Muth, y apuntó lo bien que han funcionado los impuestos al tabaco y el alcohol para reducir el consumo.

Además, algunos lugares de Estados Unidos y otros países ya han implementado impuestos a las bebidas endulzadas con azúcar, y han experimentado declives dramáticos en el consumo.

Berkeley, California, introdujo el primer impuesto a los refrescos del país en 2014, y en cuestión de meses, las compras de bebidas azucaradas se redujeron en un 21 por ciento, según un informe publicado en febrero en la revista American Journal of Public Health. Tres años más tarde, había ocurrido una reducción del 52 por ciento en las ventas de las bebidas azucaradas, y el consumo de agua había aumentado en un 29 por ciento.

"Se acumulan las evidencias de que algunas medidas de política pueden ser bastante efectivas para reducir la ingesta de azúcar, así que pensamos que había llegado el momento de contar con un mensaje y una política que realmente defendieran esas medidas", enfatizó Muth.

La declaración de política de la AAP/AHA recomienda que:

  • Las autoridades locales, estatales y nacionales piensen en aumentar el precio de las bebidas azucaradas, ya sea mediante impuestos sobre el consumo u otros medios.
  • El gobierno federal y los gobiernos estatales respalden los esfuerzos por bloquear el mercadeo de las bebidas azucaradas dirigido a niños y adolescentes.
  • Los menús infantiles y las máquinas expendedoras ofrezcan agua, leche y otras bebidas saludables por defecto.
  • Los programas federales de asistencia nutricional se enfoquen en el acceso a alimentos y bebidas saludables, y que disuadan el consumo de bebidas azucaradas.
  • Se mejore el acceso a la información nutricional en las etiquetas, los menús de restaurantes y los anuncios.
  • Los hospitales sirvan como modelos del rol al establecer políticas para limitar o disuadir la compra de bebidas azucaradas.

Arad se mostró de acuerdo en que es muy probable que los impuestos a los refrescos y a las bebidas endulzados con azúcar funcionen.

"Hace años funcionó con el tabaco", dijo Arad. "Creo que vamos por buen camino".

Los grupos médicos se enfocaron en las bebidas azucaradas porque ha resultado más difícil estudiar los efectos de salud del azúcar añadido en los productos alimenticios, apuntó Muth.

"Los alimentos tienden a contener otros nutrientes", dijo Muth. "Las evidencias no son tan firmes sobre el impacto en la salud general como para las bebidas azucaradas. Las evidencias eran más fuertes y el problema más grave con las bebidas, con lo que tenemos que trabajar en este momento".

En general, los consumidores no parecen pensar en las bebidas como una fuente de calorías, señaló Arad.

"La gente no piensa sobre las bebidas como comida", añadió. "Las consumen rápidamente y en grandes cantidades".

Se recomienda a los estadounidenses no consumir más de 3 cucharaditas de azúcar añadido al día, dijo Arad.

Pero la lata promedio de refresco endulzado con azúcar contiene entre 7 y 10 cucharaditas de azúcar, según la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard. Las bebidas deportivas pueden tener entre 7 y 12 cucharaditas de azúcar, los ponches de fruta de 8 a 14 cucharaditas, y el té helado hasta 8 cucharaditas.

"El cuerpo en realidad no está hecho para manejar esas cantidades de azúcar puro", indicó Arad.

La AAP y la AHA anotaron que los impuestos a los refrescos han reducido exitosamente el consumo en Berkeley y en Filadelfia, y los ingresos adicionales son usados en lugares como San Francisco y Seattle para financiar servicios de salud, programas para ayudar a las personas con ingresos bajos a comprar alimentos saludables, y subsidios escolares para aumentar las porciones de frutas y verduras.

La declaración de política fue publicada en línea el 25 de marzo en la revista Pediatrics.

Más información

La Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard ofrece más información sobre las bebidas azucaradas.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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