VIERNES 24 de noviembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Casi todo el mundo se deja llevar por el espíritu consumista durante la época festiva, por lo que mucha gente agarra sus tarjetas de crédito y chequeras a medida que comienza la precipitada carrera hacia las tiendas el viernes.
Para la mayoría, gastar más de la cuenta algunas veces no representa un serio problema. Pero para uno de cada 20 adultos estadounidenses, comprar no es sinónimo de felicidad, y la época festiva puede convertirse en una tortura. Ese es el número de personas afectadas, señalan los expertos, por una necesidad imperiosa de comprar y gastar.
"[Los compradores compulsivos] lo tienen difícil todo el año", aseguró el Dr. Lorrin Koran, profesor emérito de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Universidad de Stanford, quien ha estudiado intensamente este tema. "[Pero] algunos compradores compulsivos hallan que este día de fiesta, marcado por el énfasis publicitario, la compra de regalos y la supuesta alegría por adquirir bienes materiales, es más difícil que el resto del año".
Algunos expertos, entre los que se encuentra Koran, creen que la compra compulsiva debería clasificarse como un trastorno mental y debería ser incluida en el manual para tratamiento psiquiátrico y psicológico usado en todo el mundo, llamado Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
En su estudio de más de 2,500 adultos, halló que el 6 por ciento de las mujeres y el 5.5 por ciento de los hombres eran compradores compulsivos.
Si compra de manera frecuente artículos que no necesita y que no se puede costear, compra en exceso y lleva objetos a casa por los que después no muestra ningún interés, o si su comportamiento consumista le causa problemas con su familia, trabajo o finanzas, usted podría tener un problema, agregó Koran.
Durante la época festiva, esos deseos imperiosos de comprar son más difíciles de ignorar. "Las personas pueden sentirse obligadas a obsequiar regalos", señaló Koran.
April Lane Benson, una psicóloga privada en la ciudad de Nueva York, agregó que "la gente cree que lo que gastan se correlaciona con cuánto quieren a los demás". Benson es fundadora de un sitio Web dedicado a "detener las compras excesivas".
Una actitud materialista más una baja autoestima pueden alimentar la tendencia de comprar en exceso, explicó Benson. Según Koran, otros desencadenantes comunes incluyen la depresión, la ansiedad, el aburrimiento y la ira.
Sin embargo, usted puede controlar su compra compulsiva aún en esta temporada de "compras sin límites", acordaron Koran y Benson. A continuación algunas sugerencias:
Más información
Para saber más sobre la compra compulsiva, vaya al Illinois Institute for Addiction Recovery.