Un implante espinal podría ser un avance para los pacientes paralizados

Jered Chinnock standing
Jered Chinnock standingJered Chinnock standing

LUNES, 24 de septiembre de 2018 (HealthDay News) -- Un hombre parapléjico recuperó la capacidad de mover las piernas y caminar con ayuda, gracias a un electrodo implantado que estimula su médula espinal, afirman investigadores de la Clínica Mayo.

Los cirujanos implantaron el electrodo debajo del nivel de la lesión de la médula espinal de Jered Chinnock, de 29 años de edad. Un choque en un motonieve en 2013 dejó a Chinnock con una pérdida completa del control motor y de la sensación por debajo de la espalda media.

Pero tras la nueva terapia, "pudo recuperar el control voluntario del movimiento de las piernas", dijo el coinvestigador principal, el Dr. Kendall Lee, neurocirujano y director de los Laboratorios de Ingeniería Neural de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. Explicó que "la mente o los pensamientos del propio Chinnock pudieron dirigir el movimiento en las piernas".

También se reportaron resultados similares el lunes en pacientes que recibieron el mismo tipo de tratamiento en un estudio realizado en la Universidad de Louisville.

Al describir el caso de Chinnock, los investigadores dijeron que ahora puede caminar alrededor de la longitud de un campo de fútbol americano, más o menos una 111 yardas (unos 101 metros).

"Pudimos lograr que se pusiera de pie de forma independiente y que pudiera dar sus propios pasos", apuntó Lee. "La cantidad de pasos que podía dar fue bastante significativa".

Nuevos conocimientos sobre la médula espinal

Los investigadores no están seguros de por qué esta estimulación eléctrica permite al cerebro recuperar el control de las piernas, señaló Lee.

Anotó que el electrodo se coloca "muy por debajo del nivel de la lesión", y que estimula el tejido nervioso que sigue conectado con los músculos de las piernas.

Es posible que, a pesar de la lesión, siga habiendo algunas fibras nerviosas residuales intactas capaces de transmitir señales cerebrales a las piernas, dijo Kristin Zhao, coinvestigadora principal y directora del Laboratorio de Tecnología de Asistencia y Restaurativa de la Clínica Mayo.

Si es así, es probable que el cerebro envíe señales a los nervios, que se han vuelto a estimular en un nivel más bajo de la médula espinal, que están vinculados específicamente con caminar, dijo el Dr. Brian Kopell, neurocirujano y director del Centro de Neuromodulación en el Sistema de Salud Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

"Comenzamos a comprender que hay circuitos específicos y programados relacionados con caminar en la médula espinal misma", comentó Kopell, que no participó en el estudio. "El cerebro trabaja en conjunto con esos sectores locomotores en la médula espinal para crear la conducta que conocemos como caminar".

Cómo funciona

El estudio comenzó en 2016, cuando Chinnock recibió el implante del electrodo tras 22 semanas de fisioterapia.

Se ubicó en el espacio epidural que cubre a la médula espinal, dijo Lee. Está conectado con un generador de pulsos implantado justo debajo de la piel de su abdomen.

Los investigadores pueden programar inalámbricamente al generador de pulsos para proveer una estimulación eléctrica específica a la médula espinal, dijo Lee.

Tras recuperarse de la cirugía, Chinnock recibió 43 semanas de fisioterapia intensa que implicaron 113 visitas a la Clínica Mayo, apuntó Zhao.

Con el tiempo, recuperó la capacidad de caminar en el suelo usando un andador con ruedas centrales, y en una cinta caminadora con los brazos en barras de soporte para ayudar con el equilibrio.

Al final del periodo del estudio, Chinnock había aprendido a utilizar su cuerpo completo para transferir el peso, mantener el equilibrio e impulsarse hacia adelante, dijeron los investigadores.

Pero sus piernas se mueven solo cuando el generador de pulsos está activado, indicó Lee.

"La estimulación tiene que estar encendida, absolutamente", dijo Lee. "Encontramos que hay que administrar un tipo muy específico de estimulación. Una estimulación aleatoria no funciona".

Chinnock todavía no puede sentir nada por debajo del lugar de la lesión en su médula espinal, añadió Lee.

Todavía no puede caminar de forma independiente fuera del laboratorio, pero sí realiza ejercicios de pierna regulares en casa mientras está de pie o sentado, dijo Zhao.

La meta es una independencia completa

Chinnock dijo que el implante también lo ha ayudado con uno de sus pasatiempos favoritos, la caza con arco.

"El equilibrio cuando estoy sentado ha mejorado mucho. Puedo disparar el arco mejor porque puedo apoyar, tengo más respaldo del tronco y cosas así", dijo en un video publicado por la Mayo.

Chinnock dijo que su meta es hacerse "completamente independiente, llegar a necesitar un andador sin necesitar que nadie más me ayude. Es decir, esa es una de las metas, pero la meta principal es no necesitar nada".

El estimulador eléctrico que tiene está diseñado para el dolor nervioso. El equipo de la investigación recibió la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para usarlo de esta nueva forma.

Ahora, los investigadores planifican dar un paso atrás y volver a diseñar el dispositivo para que se dirija específicamente a la parálisis, enfatizó Lee.

También planifican más estudios para averiguar exactamente qué sucede en el cerebro y en la médula espinal que permite a un paciente recuperar el control de sus piernas, dijo Zhao.

El informe más reciente del estudio aparece en la revista Nature Medicine.

En un estudio similar pero independiente publicado en la edición de esta semana de la revista New England Journal of Medicine, investigadores de la Universidad de Louisville reportaron que dos de cuatro pacientes paralizados pudieron caminar de nuevo tras recibir un dispositivo de estimulación implantado y una fisioterapia intensa.

Susan Harkema, una profesora de cirugía neurológica que participó en esa investigación, describió el resultado como "fenomenal" en una entrevista en CNN.

"Este nuevo conocimiento nos brinda las herramientas para desarrollar nuevas estrategias y herramientas para la recuperación de las personas con lesiones crónicas en la médula espinal", aseguró.

Harkema y sus colaboradores implantaron los estimuladores epidurales en 14 pacientes paralizados a lo largo de varios años. Gracias a los dispositivos, los 14 pudieron moverse y tener una mejor función intestinal y de la vejiga, dijo.

"Esto debería cambiar nuestras ideas sobre las personas con parálisis", planteó Harkema.

Más información

La Universidad de Columbia ofrece más información sobre la neuromodulación.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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