Un gen podría ser el responsable de que los niños se sientan atraídos por la comida basura

Un estudio sugiere que algunos niños tienen una propensión genética a ingerir más calorías

MIÉRCOLES, 10 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Es posible que algunos niños tengan una propensión genética a elegir los alimentos más ricos en calorías, según sugiere un estudio.

En la edición del 11 de diciembre de la New England Journal of Medicine, investigadores británicos informan que los niños que tienen una variación genética en particular tienden a comer alimentos más densos en energía, es decir con más calorías por peso. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna diferencia en el metabolismo entre los niños que portaban la variación genética y los que no.

"Lo que este estudio muestra de manera efectiva es que las personas que tienen variantes relevantes del gen tienen un atributo que los impulsa a comer más alimentos que engordan y poco saludables", dijo en un comunicado de prensa el autor principal del estudio Colin Palmer, presidente de farmacogenómica del Instituto de investigación biomédica de la Universidad de Dundee. "Me atrevo a enfatizar que se trata de una particularidad y no de una ocurrencia absoluta".

El Dr. Goutham Rao, director clínico del centro de bienestar y gestión del peso del Hospital Infantil de Pittsburgh y del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, dijo que cree que estos hallazgos son "esperanzadores" porque los investigadores no encontraron ninguna diferencia en el metabolismo.

"La forma en que los genes influyen en la obesidad es a través del comportamiento y no del metabolismo. Lo que significa que es algo sobre lo que se puede actuar. Y la buena noticia es que muchos niños que portaban el gen no tenían sobrepeso", dijo.

En estos momentos, más del 16 por ciento de los niños estadounidenses son obesos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. A medida que estos niños crecen, las estadísticas se tornan aún más sombrías: el 35 por ciento de los adultos son obesos, de acuerdo con los CDC.

El nuevo estudio se basa en investigaciones anteriores que identificaron una variante en el gen FTO que está asociada con la obesidad. Los investigadores midieron la estatura y el peso de 2,726 niños escoceses entre los 4 y 10 años. También realizaron una prueba genética a las muestras de saliva de los niños para evaluar si tenían o no la variante del gen FTO.

Los investigadores hallaron que tener la variante del gen FTO estaba asociado con mayores puntuaciones del índice de masa corporal y del peso.

En el grupo más grande, los investigadores estudiaron los hábitos alimenticios de 97 niños. También midieron cuánta energía gastaban estos niños, y no encontraron ninguna diferencia en la tasa de gasto de energía en reposo de los niños que tenían la variación genética en comparación con los que no la tenían.

Lo que sí encontraron fue una diferencia en el número de calorías consumidas. A los niños se les dio varias opciones para comer, tales como jamón, queso, pasas, uvas, pepinos, zanahorias, chocolate, agua, jugo de naranja y panecillos. Los investigadores midieron lo que los niños consumían en tres ocasiones diferentes.

Los niños que portaban la variante del gen consumían cerca de 100 calorías por comida, aunque el peso de los alimentos consumidos era casi el mismo. Aunque 100 calorías parecen no ser muchas, esas calorías adicionales por comida se traducen en una libra (casi medio kilo) extra de peso más o menos cada 12 días.

"Estos hallazgos no cambian las recomendaciones dietéticas y para el estilo de vida, como comer de manera saludable y hacer ejercicio con regularidad", subrayó Palmer. "Pero estos hallazgos también refuerzan la hipótesis de que el aumento de la obesidad observado en los niños en los últimos años se puede atribuir ampliamente a la disponibilidad generalizada de alimentos altamente calóricos y económicos, que resultan más atractivos para una gran proporción de la población que porta esta variante genética", apuntó.

Rao señaló que el mensaje importante del estudio es que la prevención es clave. "Si tiene un hijo, independientemente de que tenga sobrepeso o no, si tiene predilección por la comida basura, usted debe intervenir. El énfasis se debe hacer en el control de las porciones. Si restringe la comida por completo, el mensaje que recibe el niño es que hay algo especial en ese alimento, y buscará la forma de sobrepasarse en cuanto tenga acceso a él".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más consejos sobre qué hacer para que su hijo mantenga un peso saludable.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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