Con el próximo inicio del año escolar, es necesario que sus hijos reciban las vacunas necesarias

Los padres se apresuran para mantener al día las inmunizaciones de sus hijos

JUEVES 12 de agosto (HealthDayNews/HispaniCare) -- Es agosto -- ¿Están sus hijos al día con las vacunas?

Con un nuevo año escolar que se acerca, ya hay que empezar a llamar la atención de pediatras y médicos de familia. Agosto es el Mes de Concienciación sobre Inmunización Nacional, una época para centrar la atención sobre la importancia de las inmunizaciones para las personas de todas las edades y el inicio de las prisas por obtener una cita médica para las vacunas de los niños.

"Eso es cuando los padres comienzan a pensar sobre mantener a sus hijos al día con las inmunizaciones para la incorporación escolar", indicó David Neuman, director ejecutivo de la National Partnership for Immunization.

La dificultad para completar los formularios de inmunización escolar puede servir para algo como una red de seguridad, al asegurar que más niños reciban las vacunas que necesitan para permanecer saludables, indican expertos de la salud. Pero los padres de bebés o niños en edad preescolar no deberían esperar por ese ritual anual de regreso a la escuela.

"Uno de los problemas con el ingreso escolar es que el niño puede no tener las inmunizaciones al día y sólo las recibe justo antes de entrar a la escuela", señaló el Dr. Joseph Bocchini, miembro del American Academy of Pediatrics' Committee on Infectious Diseases.

Es problemático, agregó, porque retrasar o saltarse las inmunizaciones presenta riesgos reales. Muchas vacunas son administradas en serie, necesitando dosis múltiples para ofrecer una inmunidad prolongada.

Pero hay noticias alentadoras: Las tasas de inmunización infantil son muy altas todo el tiempo tanto para las viejas como para las nuevas vacunas, de acuerdo con una encuesta del gobierno de EEUU publicada en julio.

La última encuesta del National Immunization Survey reveló que, en general, las tasas de vacunación pasaron de 74.8 por ciento en 2002 a 79.4 por ciento en 2003 en niños entre 19 y 35 meses de edad.

Esto incluye aumentos en las tasas de cobertura para la varicela y la neumonía neumocócica, que son las más recientes adiciones a la lista de vacunas.

Las vacunas evitan a miles de niños y adultos en los Estados Unidos cada año de enfermedades infecciosas devastadoras, afirma la National Network for Immunization Information.

Antes de 1963, cuando la primera vacuna contra el sarampión que fue autorizada para su uso en los Estados Unidos, por ejemplo, más de 3 millones de casos de sarampión y 500 muertes como consecuencia de la enfermedad fueron informados anualmente. Gracias a que la inmunización se ha generalizado, la incidencia de sarampión se ha reducido en un 99 por ciento.

El sólido registro de seguimiento de inmunización de la nación es responsable de la erradicación de la viruela, eliminación de la polio y reducción drástica de la Haemophilus Influenza Tipo b (Hib), lo que los U.S. Centers for Disease Control and Prevention consideran que fueron una vez las principales causas de meningitis bacterial entre niños menores de 5 años.

Los estadounidenses deben permanecer alertas con las vacunas, desde que muchos niños en países pobres y en desarrollo no están recibiendo la misma protección contra la enfermedad. Solo bastaría con que una persona entrara en el país procedente del extranjero para provocar un brote, señalan los expertos.

Algunos niños no reciben las vacunas, como los niños cuyas familias no tienen una relación con un proveedor de atención primaria o carecen de coberturas de seguros médicos.

Pero si carecen de recursos financieros es ya un problema, no debería ser una excusa para saltarse las inmunizaciones. El gobierno federal tiene una serie de programas que ofrecen vacunas sin ningún costo para las familias, afirmó Neuman.

Algunos padres expresan su preocupación sobre la seguridad de las vacunas, temiendo que las inmunizaciones puedan causar serios problemas médicos en sus niños. Otro rumor persistente relaciona la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola con autismo, por ejemplo. Pero un comité de expertos del Instituto de Medicina del gobierno federal concluyó en un informe a principios de año que afirma que no hay evidencia para avalar tal conexión.

"Las vacunas son mucho más seguras que dejar que el niño desarrolle la infección natural que la vacuna previene", indicó Bocchini, presidente de enfermedades infecciosas pediátricas del Louisiana State University Health Sciences Center en Shreveport.

Además, las vacunas pasan por un estudio extensivo sobre su efectividad y seguridad, apuntó. Los estudios de seguridad continúan incluso después de que una vacuna sale al mercado para asegurar que puedan identificar cualquier evento raro o adverso que ocurra.

El periodo pico para la vacunación es desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. No olvide vacunar a los adolescentes, quienes pueden necesitar ciertas inmunizaciones para ingresar al bachillerato o a la universidad, señala el National Partnership for Immunization. Muchos colegas ahora requieren o recomiendan la vacuna meningocócica para proteger contra la meningitis, una enfermedad mortal en el 10 por ciento de los casos, indicó el grupo.

Los adultos necesitan vacunaciones también, así que verifique con su médico. Por ejemplo, podría ser sujeto de una revacunación contra el tétanos o la difteria. Otras vacunas pueden ser útiles en la protección de enfermedades a las que pudiera estar expuesto ya sea en el trabajo o cuando viaje a otros países.

Y recuerde que el último invierno fue la estación de la gripe. Tal vez sea una buena idea de que reciba esa vacuna contra la influenza después de todo.

Los niños puede que no aprecien el hecho de que el número de vacunas que previenen enfermedades se ha expandido en los años recientes. Antes de 1995, casi todo el mundo desarrollaba un caso de varicela antes de la adultez. Hoy en día, la vacuna contra la varicela protege contra casos severos de las erupciones cutáneas altamente infecciosas y picantes.

Afortunadamente para los pequeños, investigadores están explorando el uso de parches en la piel, como esos utilizados para dejar de fumar, para la administración de vacunas, indicó Neuman.

Los científicos también están creando combinaciones de vacunas, que reducen la molestia de los pinchazos que muchas inyecciones requieren. En diciembre de 2002, la U.S. Food and Drug Administration aprobó Pediarix de GlaxoSmithKline, la primera vacuna cinco en una, que protege contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y polio en una serie de vacunación de tres dosis.

"La salud pública y las comunidades de investigación son muy sensibles al número de vacunas que los niños reciben durante los primeros años de su vida", indió Neumann. "Sin duda alguna, esta es una gran prioridad para la comunidad que desarrolla vacunas".

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