La mayoría de niños de EE. UU. recibe las vacunas recomendadas, según los CDC

Pero algunos no lo hacen, lo que constituye un 'grave riesgo', advierte experta

JUEVES, 9 de junio (HealthDay News/HolaDoctor) -- Aunque casi todos los niños estadounidenses reciben las vacunas recomendadas para prevenir enfermedades graves, muchos padres expresan inquietudes sobre las inmunizaciones, y un pequeño número se niega a que sus hijos sean vacunados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Alrededor del 95 por ciento de los padres afirmaron que sus hijos habían recibido o recibirían todas las vacunas, un récord histórico, encontró una encuesta de 2010. Pero cerca del cinco por ciento de los padres afirmaron que no aceptarían algunas vacunas, y dos por ciento dijeron que sus hijos no recibirían ninguna vacuna, señalaron los investigadores.

"Nos consuela que en general los padres están vacunando a sus hijos según la programación recomendada", dijo la investigadora líder Allison Kennedy, epidemióloga de la División de Servicios de Inmunización de los CDC.

"Pero sí hallamos que la mayoría de los padres tienen preguntas o inquietudes sobre las vacunas", comentó.

Kennedy planteó que unos mejores esfuerzos educativos podrían resolver dichas dudas. Los médicos necesitan información sobre el valor e historial de seguridad de las vacunas para poder ayudar a los padres a tomar una decisión informada.

Kennedy advirtió que brotes recientes de paperas, sarampión y tos ferina muestran que esas letales enfermedades siguen existiendo. "Debido a los exitosos programas de vacunación" muchos padres jóvenes no recuerdan la época en que esas enfermedades eran epidémicas, anotó.

El informe aparece en la edición de junio de la revista Health Affairs.

Para el estudio, el equipo de Kennedy usó datos de la encuesta anual HealthStyles, que recolectó información sobre las actitudes de los padres respecto a las vacunas infantiles en 376 hogares.

Mientras 23 por ciento de los padres dijeron que no tenían preocupaciones sobre las vacunas, la mayoría tenía al menos una inquietud, encontraron los investigadores.

Los padres mencionaron el dolor de las inyecciones, recibir demasiadas inyecciones a la vez y la seguridad de los ingredientes de las vacunas.

A algunos padres también les preocupa que las vacunas pudieran causar enfermedades, o que se administran para enfermedades que es poco probable que los niños contraigan, encontraron los investigadores.

Los padres que dijeron que sus hijos no se pondrían todas las vacunas recomendadas eran propensos a pensar que se administran demasiadas vacunas en los dos primeros años de vida, o que las vacunas causan dificultades de aprendizaje, sobre todo autismo. La teoría respecto al autismo se ha refutado ampliamente.

Uno de cada tres padres añadió que no están satisfechos con la información que reciben del médico de su hijo sobre la seguridad y necesidad de las vacunas.

Mucha de la información recibida por los padres sobre las vacunas proviene de su médico o de amigos, apuntó Kennedy. Una cuarta parte afirmó que sacaban su información de internet, el doble de la cifra observada en una encuesta distinta en 2009, apuntaron los investigadores.

El Dr. Paul Offit, jefe de la división de enfermedades infecciosas y director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, se siente preocupado (aunque no sorprendido) de que aún exista resistencia a las vacunas.

Offit, un entusiasta defensor de la vacunación, dijo que el movimiento contra las vacunas ha resultado en brotes de enfermedades que casi se desconocían hace apenas unos años.

"Intento calmar a los padres con la ciencia", dijo. Y les dice que una decisión contra las vacunas no carece de riesgos. "Es elegir tomar un riesgo distinto y más grave", explicó.

"Estamos viendo brotes de sarampión, papera y tos ferina a niveles que no hemos visto en los diez años anteriores. No vacunar es una decisión peligrosa, y francamente desinformada", advirtió.

Antes de las vacunas, la tos ferina mataba a 8,000 niños al año en EE. UU., la difteria era una causa común de muerte en jóvenes, y la polio causaba decenas de miles de casos de parálisis, señaló. El sarampión provocaba de 3,000 a 5,000 muertes, comentó Offit.

Aunque los datos que relacionaban a las vacunas con el autismo se han desacreditado, algunas personas aún creen en ellos, anotó.

"El miedo nos convence mucho más que la razón, y el miedo gana", lamentó Offit. "No tememos a las enfermedades, así que es muy fácil asustarnos con otras cosas", declaró.

Pero a medida que los brotes de enfermedades prevenibles se hagan más comunes, "llegaremos al nivel en que estaremos suficientemente asustados de las enfermedades que comenzaremos a vacunar de nuevo", apuntó Offit.

Más información

Para más información sobre las vacunas, visite vaccines.gov.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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