El cambio climático ya está dañando a la salud humana, muestra una revisión

LA skyline in smog
LA skyline in smog

MIÉRCOLES, 16 de enero de 2019 (HealthDay News) -- El cambio climático ya está teniendo unos efectos claros en la salud humana, según una nueva revisión que describe la situación como una "emergencia de salud".

"Actualmente, el cambio climático provoca lesiones, enfermedades y muertes por las olas de calor, enfermedades infecciosas, inseguridad alimentaria y del agua, y cambios en la calidad del aire, entre otros resultados adversos para la salud", advirtió Kristie Ebi, una de las autoras del informe.

Ebi es directora del Centro de Salud y Medioambiente Global en la Universidad de Washington, en Seattle.

Según Ebi, "la ciencia es clara" respecto a que por cada aumento de una unidad en el calentamiento global, hay un aumento en esos amplios riesgos de salud. Esto es, señaló, si no se toman medidas para reducir las emisiones de gases de invernadero.

El dióxido de carbono, que permanece en la atmósfera durante siglos, es la principal emisión que impulsa al calentamiento global. En Estados Unidos, la fuente principal es la quema de combustibles fósiles para la electricidad, la calefacción y el transporte, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU.

Actualmente, la temperatura global promedio es 1 ºC más alta que en la época preindustrial, según la revisión. La mayor parte de ese aumento ha ocurrido desde los años 70.

Algunos de los efectos de salud relacionados con el cambio climático son intuitivos, como por ejemplo, unas olas de calor más frecuentes y más intensas que aumentan el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.

Pero otros efectos de salud son menos obvios.

La contaminación atmosférica relacionada con las emisiones de gases de invernadero puede exacerbar ciertas enfermedades crónicas, entre ellas la enfermedad cardiaca y las afecciones pulmonares, muestra la revisión. El cambio climático también puede fomentar la propagación de infecciones transmitidas por los insectos, como la enfermedad de Lyme y el Nilo Occidental, e incluso contribuir a la intoxicación alimentaria, al contribuir a las lluvias fuertes, el aumento en los niveles del mar y las inundaciones que pueden contaminar al suministro de alimentos.

Los "eventos climáticos", como las inundaciones y los incendios forestales, son una amenaza directa que provoca lesiones y muertes, anotaron Ebi y su colaborador, el Dr. Andy Haines. Pero también pueden tener otros efectos.

Como ejemplo, los investigadores registraron el impacto en la salud de un inmenso incendio forestal en Carolina del Norte en 2008. Encontraron que en los condados afectados por los incendios, las visitas al departamento de emergencias tanto por enfermedad cardiaca como por afecciones respiratorias se dispararon.

La revisión aparece en la edición del 17 de enero de la revista New England Journal of Medicine.

Muchas personas quizá no sean conscientes del alcance de los efectos de salud vinculados con la perturbación del clima, apuntó la Dra. Regina LaRocque, coautora de un comentario que se publicó con el estudio.

Y enfatizó que no se trata de un problema teórico al que las personas podrían enfrentarse en un futuro.

"Está sucediendo aquí y ahora", advirtió LaRocque, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital General de Massachusetts, en Boston.

"Es importante que la gente se dé cuenta", añadió. "Creo que en realidad los humanos no están diseñados para responder a una amenaza hasta que están en un peligro inminente".

En cuanto a la forma de responder, LaRocque dijo que los sistemas de atención de la salud tienen la responsabilidad de ser un "modelo". En Estados Unidos, anotó, el sector de atención de la salud conforma un 10 por ciento de todas las emisiones de gases de invernadero, debido a su tamaño y a la energía que conlleva el funcionamiento de los hospitales y otros centros las 24 horas del día.

Según LaRocque, algunos sistemas de salud han comenzado a hacer algo al respecto, al cambiar a fuentes de energía más ecológicas, como la energía solar o eólica, por ejemplo. Y esto debe seguir, enfatizó.

El público también puede hacer su parte, apuntó Ebi. Dio ejemplos como caminar o ir en bicicleta en lugar de conducir, comer menos carne y más alimentos vegetales, y desactivar las computadoras cuando no se estén usando.

Esas acciones también son saludables para los individuos, y les ahorran dinero, anotó Ebi.

Y respecto a los cambios políticos amplios, dijo, las personas pueden hacer una diferencia con el voto. "Si el clima es importante para usted, vote a políticos comprometidos con la acción", sugirió Ebi.

Las políticas de "mitigación" para combatir al cambio climático cuestan dinero. Pero Ebi añadió que los ahorros de evitar las hospitalizaciones y las muertes prematuras lo contrarrestan.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el cambio climático y la salud.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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