La exposición a corto plazo al esmog podría aumentar las probabilidades de ataque cardiaco

Una gran revisión observó contaminantes como el monóxido de carbono y el ozono

MARTES, 14 de febrero (HealthDay News) -- La exposición a niveles más elevados de contaminación atmosférica durante incluso una semana podría aumentar el riesgo de ataques cardiacos, halla un estudio reciente.

Investigadores en Francia llevaron a cabo un metaanálisis, que combina los resultados de múltiples estudios, de 34 estudios recientes sobre la contaminación atmosférica y el ataque cardiaco. Los estudios fueron hechos en Estados Unidos, Europa, China, Japón y otros países desarrollados, y representaron a todos los continentes excepto África, según el autor del estudio, el Dr. Hazrije Mustafic, especialista en salud pública y cardiólogo de la Universidad de París Descartes.

Entre los contaminantes atmosféricos importantes incluidos en el análisis se hallaban el ozono, el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y la materia particulada con un diámetro de 10 micrómetros o menos (materia particulada grande) o de 2.5 micrómetros o menos (materia particulada fina).

Con la excepción del ozono, el análisis halló un aumento en el riesgo de ataque cardiaco en las personas expuestas a mayores niveles de cada contaminante durante la semana antes de un ataque cardiaco.

La nueva investigación aparece poco después de un estudio publicado a principios de esta semana, que halló que la exposición a la contaminación atmosférica a largo plazo podría contribuir al declive mental en las mujeres mayores.

En el último estudio, cada aumento de una unidad en la exposición al monóxido de carbono se asociaba con un incremento de 4.8 por ciento en el riesgo de ataque cardiaco. Cada aumento de diez unidades en la exposición al dióxido de nitrógeno se asociaba con un incremento de 1.1 por ciento en el riesgo de ataque cardiaco.

En cuando al dióxido de azufre, la materia particulada grande y la materia particulada fina, las tasas fueron de uno, 0.6 y 2.5 por ciento, respectivamente.

"Hallamos que la asociación con el ataque cardiaco fue significativa para todos los principales contaminantes, excepto el ozono", apuntó Mustafic. "Significa que cuando la concentración de contaminantes atmosféricos es más elevada, el riesgo relativo de infarto al miocardio (ataque cardiaco) es mayor".

El estudio aparece en la edición del 15 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.

Aunque el porcentaje de aumento en el riesgo es pequeño en comparación con el aumento en el riesgo de ataque cardiaco planteado por otros factores como fumar y la hipertensión, el aumento incremental en los niveles de exposición a la contaminación atmosférica cae dentro del rango de la exposición que sufren por lo general millones de personas, anotaron los investigadores.

Los expertos en contaminación atmosférica típicamente miden al monóxido de carbono en incrementos de unidades de un miligramo por metro cúbico. Los demás contaminantes se miden en 10 microgramos por metro cúbico.

Los investigadores observaron el aumento en el riesgo con cada aumento de una unidad en la exposición. Tan solo en Francia, el riesgo adicional por cada aumento incremental en la contaminación se traduce en un estimado de 20,000 ataques cardiacos adicionales al año, advirtió Mustafic.

Un motivo de la falta de asociación entre el ozono y los ataques cardiacos podría ser que los estudios sobre el tema no tomaron en cuenta el hecho de que el ozono tiende a subir en los días cálidos, mientras que los ataque cardiacos tienden a reducirse en los meses calientes, lo que podría haber ofuscado la asociación, señaló Mustafic.

Jennifer Weuve, profesora asistente del Instituto Rush para el Envejecimiento Saludable en Chicago, dijo que "realmente es un buen trabajo que resume un inmenso cuerpo de investigación que se ha estado llevando a cabo durante mucho tiempo".

Y aunque los investigadores no hallaron una asociación entre los niveles de ozono y los ataques cardiacos, muchas investigaciones anteriores han encontrado una asociación entre el ozono y la enfermedad respiratoria.

"Aunque para el ozono la evidencia no es tan convincente como para otros contaminantes, no significa que se deba descartar", advirtió Weuve. "Lo que el trabajo tampoco descarta es el impacto de la exposición a largo plazo".

Los aumentos por unidad que los investigadores utilizaron caen dentro del rango de la exposición típica de las personas, anotó. "Las exposiciones a estos contaminantes van desde casi cero a 40 o 50 microgramos por metro cúbico", comentó.

Añadió que "si redujéramos la exposición de todos incluso por una unidad, podríamos prevenir muchos ataques cardiacos".

En las últimas décadas, una montaña de pruebas ha mostrado que la contaminación atmosférica se asocia con problemas respiratorios, enfermedad cardiovascular y un mayor número de muertes.

Sin embargo, la asociación entre la contaminación atmosférica y el riesgo a corto plazo de ataque cardiaco no estaba clara. Algunos estudios han mostrado una asociación, mientras que otros no han hallado una asociación, o solo han encontrado una asociación con ciertos contaminantes, según la información de respaldo del artículo.

Aunque no se sabe cuál es el mecanismo exacto que subyace al vínculo entre ataque cardiaco y contaminación atmosférica, investigaciones anteriores han hallado que la contaminación atmosférica aumenta los niveles de marcadores de inflamación como la proteína C reactiva, que están asociados con los ataques cardiacos.

Otros estudios han hallado que la contaminación atmosférica podría dañar al sistema nervioso autónomo, que controla la tasa cardiaca. Estudios han mostrado que la contaminación atmosférica podría llevar a una tasa cardiaca más rápida y a que el corazón tenga una menor capacidad de responder a las condiciones cambiantes, según el estudio.

El tercer mecanismo posible es que se ha mostrado que la contaminación atmosférica aumenta el espesor de la sangre, lo que podría contribuir a la formación de coágulos y acelerar la ateroesclerosis.

Tampoco se sabe cuál es el efecto cumulativo para el corazón de los seis contaminantes más comunes en conjunto. Este trabajo los analizó de forma individual, pero la mayoría de personas se ven expuestas a más de uno, anotó Mustafic.

En el estudio que aparece en la edición del 13 de febrero de la revista Archives of Internal Medicine, Weuve y colegas de la Rush hallaron que las mujeres expuestas a materia particulada tanto fina como grande mostraban mayores declives en la memoria y en las habilidades de pensamiento que las mujeres menos expuestas a medida que envejecían.

Más información

La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. tiene más información sobre la contaminación atmosférica.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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