VIERNES 6 de agosto (HealthDayNews/HispaniCare) -- En su próximo viaje a la piscina, lago, o playa, llévese una toalla, un protector solar y, además, el conocimiento de que comparte el agua con algo más que sus compañeros bañistas.
Los centros públicos de natación en los Estados Unidos están experimentando un incremento en el número de enfermedades relacionadas con el agua recreativa por la presencia de organismos microscópicos tales como cryptosporidium, giardia, shigella y Escherichia coli, de acuerdo con el U.S. Centers for Disease Control and Prevention.
La tendencia es preocupante ya que estos organismos pueden causar enfermedades serias e incluso la muerte. Y dado que los estadounidenses realizan 360 millones de visitas a áreas de aguas recreativas cada año, los CDC están estimulando a las personas a prestar más atención a la condición del agua en las que se bañan.
"Nadar es un gran ejercicio y queremos continuar con la promoción de sus beneficios", afirmó Michael Beach, un epidemiólogo en la división de los CDC para enfermedades parasitarias. "Pero lo cierto es que muchas de las piscinas de la nación y otros centros de aguas recreativas no reciben un buen mantenimiento, y el público se ha vuelto menos riguroso con la observación de prácticas que ayuden a mantener una buena calidad del agua".
Además, añade Beach que la aparición de patógenos resistentes como el cryptosporidium, aumenta el peligro y subraya la necesidad de que los bañistas tomen más responsabilidad por la limpieza del agua . Estima que cerca de la mitad de los brotes de enfermedades relacionados con la calidad del agua en los años recientes puede conducirnos a rastrear organismos que ya no son erradicados con facilidad por químicos convencionales.
"Es un mito que el cloro puede combatir todo tipo de patógenos peligrosos del agua", indicó Beach. "Incluso si las piscinas recibieran un buen mantenimiento, los bañistas y los padres de niños pequeños que utilizan la piscina juegan un rol importante para asegurar que desperdicios humanos, incluyendo la orina y las heces fecales, no sean introducidas dentro del agua".
Entre los microorganismos que causan enfermedades encontradas en desperdicios humanos están bacterias, virus, protozoos y lombrices, todos ellos sobreviven durante bastante tiempo para transmitirse a otros que comparten la misma agua recreativa.
Los CDC han difundido este aviso a bañistas y padres de pequeños nadadores en un conjunto de recomendaciones relativamente simples.
Para todos los bañistas:
Para los padres de los más jóvenes:
Derek Scherr, director de políticas acuáticas de Clean Wisconsin, una organización defensora del medio ambiente, dijo que tal recomendación también es aplicable a los adultos y niños que utilizan locales de aguas naturales, como ríos y riachuelos, especialmente a cuerpos de agua que no están en movimiento como charcas y lagos.
De hecho, apuntó Scherr, no se realizan pruebas de contaminación o polución en muchos hoyos de agua recreativa, por tanto, los bañistas necesitan ser muy cuidadosos en ingerir el agua o contribuir aún más con el peso biológico.
Aunque advirtió que los riachuelos, lagos y ríos que lucen o huelen mal deberían ser evitados, también indicó que era imposible de predecir si un cuerpo de agua era seguro para bañarse con tan solo mirarlo. Un hoyo de agua para bañistas que parece prístino, añadió, puede estar tan contaminado como la peor charca estancada.
"Las bacterias y otros organismos que causan enfermedades en humanos son demasiado pequeños para ser percibidos a simple vista", explicó Scherr. "Aunque el agua de la nación es mucho más limpia ahora que antes que la promulgación de la ley de Clean Water Act en 1972, todavía no llegamos al nivel en que toda nuestra agua sea apta para el consumo de los humanos o que puedan utilizarla con objetivos recreativos, tales como nadar".
Scherr observó que, en general, es mucho más seguro flotar, así como nadar en el agua clara y fresca, en vez de estar parados y nadar en aguas estancadas y cálidas. También, añadió, que son más populares las áreas de playa y orillas de lagos, riachuelos y del océano con una variedad de especies, tales como aves, con depósitos de materiales fecales y otros desperdicios a orillas del agua. Desafortunadamente, ése es el lugar donde los humanos tienden a congregarse.
Además, en los lugares donde los ríos desembocan en lagos o en el océano, los contaminantes tienden a establecerse cerca de las orillas y las playas, contribuyendo con microorganismos y otros agentes de contaminación en las áreas de baño más populares.
La U.S. Environmental Protection Agency (EPA) ofrece esta recomendación a los bañistas que tengan acceso a ambientes de aguas naturales:
Más Información
Para una lista completa de los parásitos que se esconden en el agua, visite el National Center for Infectious Diseases.