Consideran un medicamento para el Parkinson como tratamiento para la degeneración macular grave

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MIÉRCOLES, 16 de septiembre de 2020 (HealthDay News) -- Un medicamento que se utiliza hace mucho para tratar la enfermedad de Parkinson podría ser beneficioso para los pacientes con una forma grave de degeneración macular asociada con la edad (DMAE), sugiere un pequeño ensayo clínico.

Una de las principales causas de pérdida de la vista en las personas mayores es una afección conocida como degeneración macular seca. Más de un 15 por ciento de los estadounidenses de más de 70 años tienen DMAE, y de un 10 a un 15 por ciento de esos casos desarrollan la degeneración macular húmeda, que es más grave y que puede provocar una pérdida de la vista rápida y completa.

Típicamente, la DMAE húmeda se trata mediante inyecciones de medicamentos en los ojos. La mayoría de las personas necesitan varias al año para evitar que la enfermedad avance.

Pero este pequeño ensayo clínico en etapa inicial sugiere que pronto podría haber una alternativa: el principal medicamento que se utiliza para tratar la enfermedad de Parkinson, llamada levodopa.

El ensayo fue una extensión de un estudio de 2016 que encontró que los pacientes con Parkinson que tomaban levodopa eran menos propensos a desarrollar la degeneración macular.

"El estudio encontró una relación entre tomar levodopa y la regeneración macular", comentó el Dr. Robert Snyder, profesor de oftalmología de la Universidad de Arizona, en Tucson. "Retrasó el inicio de la degeneración macular tanto seca como húmeda, y redujo las probabilidades de desarrollar degeneración macular húmeda".

La degeneración macular afecta a la mácula, la parte del ojo que permite ver los detalles pequeños. La DMAE húmeda ocurre cuando unos vasos sanguíneos anómalos se desarrollan debajo de la mácula. Con frecuencia, esos vasos sanguíneos gotean sangre y fluidos, provocando un daño rápido.

Snyder y dos colaboradores iniciaron un ensayo clínico en 2017 para averiguar si la levodopa podría ayudar a prevenir ambas formas de DMAE.

En el primer ensayo participaron 20 pacientes recién diagnosticados con DMAE. Cada uno recibió una pequeña dosis diaria de levodopa durante un mes.

Un oftalmólogo los evaluó cada semana para determinar si también necesitaban una inyección ocular. Dado que el ensayo se basó en una investigación preliminar, los autores deseaban que los pacientes recibieran las inyecciones si era necesario, para asegurar que su afección no empeorara si la levodopa resultaba inefectiva.

"En lugar de ponerles inyecciones, que habría sido el estándar de la atención, los tratamos con levodopa y les dimos un seguimiento semanal para asegurar que no empeoraran", observó Snyder. "Y si empeoraban, los mandábamos a que les pusieran una inyección".

Tras un mes, todos los participantes se unieron a 11 nuevos inscritos en un segundo ensayo, para evaluar la seguridad y la efectividad de la levodopa a distintas dosis.

Aunque muchos participantes necesitaron una inyección durante el ensayo, requirieron menos inyecciones que las que se administrarían normalmente durante un periodo de un mes. Tomar levodopa también pareció retrasar la necesidad de una inyección, encontró el estudio.

Los autores reportaron que tomar levodopa en general mejoró la vista de los participantes. También redujo de forma significativa la acumulación de fluido en el ojo.

Se mostró que el fármaco era seguro y que se toleraba bien, señalaron los investigadores. Los pacientes que experimentaron efectos secundarios asociados con el medicamento, como náuseas y vista borrosa, fueron asignados a una dosis más baja.

Pero este tipo de "ensayo de etiqueta abierta" tiene ciertas limitaciones. No hubo punto de comparación, por ejemplo un placebo, y todos los participantes recibieron levodopa. Además, todos los investigadores y participantes sabían qué tratamiento se administraba, lo que podría introducir potencialmente un sesgo en los resultados.

El Dr. Raj Maturi, vocero clínico de la Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology), dijo que confirmar la seguridad y la efectividad del fármaco requerirá un ensayo clínico de mayor tamaño y más robusto.

Maturi también expresó preocupación sobre los efectos secundarios potenciales de la levodopa, sobre todo dada la edad de la población que se ve afectada por la degeneración macular.

"Se está hablando de una población de más de 70 y 80 años, a quienes ya les pasan otras cosas", advirtió Maturi. "Un medicamento sistémico oral adicional que tomarán durante el resto de sus vidas puede afectar de forma significativa a su calidad de vida. Siempre me preocupan los perfiles de efectos secundarios de los medicamentos orales que se deben tomar durante un periodo largo".

Aunque la segunda parte del ensayo todavía se está realizando, los resultados iniciales se publicaron en una edición reciente en línea de la revista The American Journal of Medicine. Snyder dijo que pronto habrá un estudio de mayor tamaño.

"Sentimos de forma bastante contundente que tuvimos un efecto positivo, y que tuvimos una prueba de concepto para continuar con un ensayo clínico de mayor tamaño y controlado con un placebo", añadió. "Será nuestro próximo paso".

Más información

Aprenda más sobre la degeneración macular húmeda en el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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