La televisión en la habitación no es el mejor amigo de un adolescente

Un estudio halla que los equipos personales interfieren con el tiempo familiar, las calificaciones escolares y la nutrición

LUNES 7 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- Aunque su hijo adolescente podría rogarle de modo conmovedor que es el único niño en Estados Unidos que no tiene una televisión en la habitación, los expertos en salud recomiendan que los padres deben ser firmes y mantener la televisión fuera de la habitación.

Al parecer hay buenas razones para ello. La última investigación, publicada en la edición de abril de la publicación Pediatrics, muestra que tener televisión en la habitación no sólo conduce a verla más, sino que también hace que los jóvenes pasen menos tiempo con la familia, menos tiempo dedicados al ejercicio, a que consuman menos frutas y verduras, a que consuman más bebidas dulces y a que tengan calificaciones más bajas en la escuela.

"La moraleja que se desprende del estudio es que hay que sacar la televisión de la habitación de los niños. Esto podría tener un efecto positivo sobre su salud", dijo la autora principal del estudio, Daheia Barr-Anderson, becaria posdoctoral del Programa de capacitación en investigación para la protección de la salud de los adolescentes de la Facultad de medicina de la Universidad de Minnesota en Miniápolis.

Los profesionales de la salud han estado advirtiendo durante años que la gente joven ve demasiada televisión y, sobre todo, que tienen un fácil acceso a este aparato. Pero las investigaciones anteriores sugieren que muchos padres no están haciendo caso a ese aviso. Alrededor del 68 por ciento de los jóvenes estadounidenses tiene televisión en la habitación, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics.

Un estudio a gran escala halló que los niños entre 8 y 18 años pasan más de tres horas cada día frente a la tele. Varios estudios han evaluado el efecto de la televisión sobre los niños pequeños, pero las investigaciones que se han realizado sobre la televisión en la habitación y los adolescentes mayores son escasas, de acuerdo con el estudio actual.

Barr-Anderson y sus colegas reunieron información sobre la presencia de la televisión en la habitación y las características sociodemográficas, conductuales y personales por medio de un cuestionario que se envío a 781 adolescentes de edad promedio de 17.2 años.

Los resultados fueron semejantes a los de estudios anteriores. Casi las dos terceras partes de este grupo tenían televisión en la habitación. Tener una televisión personal duplicaba el riesgo de que un adolescente viera de forma regular más de cinco horas de televisión todos los días, en comparación con los adolescentes que no tenían televisión en la habitación.

Las adolescentes que tenían televisión en la habitación veían un promedio de 20.7 horas cada semana, cerca de cinco horas más que las adolescentes que no tenían televisión en la habitación (15.2 horas). En cuanto a los adolescentes que tenían televisión, 22.2 horas era lo que pasaban frente a la pantalla, en comparación con 18.2 horas para los adolescentes que no tenían televisión.

Tanto las chicas como los chicos que tenían televisión en la habitación asistían a menos cenas familiares, alrededor de una por semana, que los niños que no tenían televisión propia. Las niñas que tenían televisión consumían un poco menos de verduras cada día, mientras que los niños con televisión consumían menos frutas.

Las adolescentes que tenían televisión en la habitación realizaban menos actividad física y tenían calificaciones más bajas en promedio.

"Para la mayoría de los niños, tener televisión en la habitación no es saludable", dijo Anita Gurian, profesora adjunta clínica de psiquiatría infantil y adolescente del Centro de estudio infantil de la Universidad de Nueva York, en esa misma ciudad. "No es mala para todos los niños; hay algunos que la usan de manera constructiva, y también hay muchos programas buenos, pero definitivamente tiene sus desventajas", apuntó.

"Los padres deben saber que las investigaciones han mostrado los efectos nocivos de la televisión sobre las calificaciones, los hábitos alimenticios, la atracción a la violencia y, lo más importante, las relaciones sociales", agregó Gurian. "Si los adolescentes permanecen en sus habitaciones viendo tres horas de televisión al día, no van a tener tiempo para socializar o hacer sus tareas", dijo.

Barr-Anderson dijo que sospecha que no siempre existe un plan intencional para regalar una televisión a un niño. En cambio, suele ser habitual porque la familia ha comprado una televisión más grande y ahora tiene una de repuesto. Recomendó a los padres que resistan la presión de poner la televisión sobrante en la habitación de su hijo adolescente. "Es posible que experimente una reacción violenta, pero los padres deben hacer lo que es mejor para sus hijos", dijo Barr-Anderson.

Más información

Para más información sobre los efectos de la televisión sobre los niños o adolescentes, visite el sitio web Nemours Foundation's KidsHealth.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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